Bree: Las aventuras de un hada en apuros

Capítulo 5

—Entonces ¿Qué te pareció?

—¡Wow! esto sabía genial, ahora entiendo por qué vienes a este lugar

—Te lo dije, son los mejores Paninis de la zona

Me da un guiño y juntos nos ponemos de pie para salir del lugar, la comida aquí me ha parecido increíble, creo que aún hay muchas cosas que debo conocer del mundo humano; llegamos hasta el jeep y desbloquea las puertas para juntos abordar nuestros asientos

—Bien, espero que Tom no te moleste de nuevo o tendré que intervenir

—Yo puedo defenderme, Max

Respondo ajustándome el cinturón, chasquea su lengua y me da una mirada rápida 

—Me encanta que seas tan ingenua, pero, créeme cuando te digo que no tiene límites, cuando le gusta una chica se encapricha a tal grado de que las hace caer ante él

—No entiendo

Arranca el motor y enfoca sus ojos en el camino, pareciera tensarse o eso delata la línea de su mandíbula, ¿Qué trata de decirme?

—¿Recuerdas que te dije que tengo una reputación?

Pregunta finalizando con un suspiro, veo como traga en seco

—Si, pero ¿Qué tiene que ver con Tom?

—Todo, yo tuve algunos problemas en el pasado, cuando entré de vuelta a la universidad, tenía que reconstruir mi imagen, que las personas me vieran como siempre lo hacían, sé que sonaré muy soberbio, pero, necesitaba que me vieran como el inalcanzable, ya sabes, el chico popular de vuelta, en fin, en ese entonces mis posibilidades eran nulas y él único que podría darme la bienvenida a la fraternidad era Tom, así que a cambio de algunos favores logré entrar

—¿Qué favores?

Suelta una pesada respiración, estamos a pocos metros de llegar a la escuela

—Le conseguía las chicas que le gustaban y luego de que las bolseaba me hacía cargo de llevarlas de vuelta a sus casas, sé que no suena para nada agradable, pero era lo que hacía, por un tiempo lo toleré, luego de eso me asqueé y luego que pude entrar de vuelta en el equipo de lucha, mandé eso al carajo

—Sí, suena del asco, usar chicas ¡Carajo! ¿Dónde quedan sus sentimientos?

Suspira de nuevo entrando en el aparcamiento de la universidad, se acomoda en la plaza de donde partimos y antes de salir me toma de la mano

—Soy un asco de persona, espero no causarte problemas por haber salido conmigo, pero es como si tuviera un presentimiento al respecto

—No eres un asco, solo estás equivocado, todos nos llegamos a equivocar en cualquier momento, lo importante es encontrar el camino de vuelta

Respondo dándole un guiño, me sonríe y se acerca a mí besando mi mejilla haciendo que me sonroje al instante, ¿cómo es que este simple humano provoca estás reacciones?

—Gracias por esto, Bree

Musita cerca de mi oído y me estremezco, está invadiendo mi espacio personal y su aroma me incita bastante

—No es nada, Max

Logro articular apenas, se aleja de mí y sale del vehículo, lo imito, es hora de volver a la realidad, seguro Alfrigg va a hacerme una nueva escena después de clases

—Oye, necesitaré tu número, ya sabes, mamá querrá contactarte para la entrevista

Dice alcanzándome, saca su móvil de los bolsillos y me da una mirada expectante, tomo el mío y se lo entrego, arquea una ceja confundido

—No tengo ni la menor idea de cuál es mi número, recién me lo dieron

Suelto tratando de sonar despreocupada encogiéndome de hombros, la verdad no sé mucho de móviles, solo mensajear y llamar ¡Ah claro! También usar la cámara, sonríe y lo toma tecleando en él con una sola mano, su móvil comienza a sonar y luego de eso me lo entrega

—Ya te guardé mi número, yo guardo el tuyo y esta tarde te envío un texto para darte noticias

Asiento ganándome un guiño de su parte

—Creo que ambos tenemos clases

—Tranquila, jamás dejaría que llegaras tarde, andando

Dice señalándome el camino, mis labios se curvan en una sonrisa y juntos caminamos hacia el edificio, creo que esto de trabajar no será tan mala idea, por lo menos lo tendré un poquito más cerca.   

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Las clases pasaron rápido, no me equivoqué al pensar que Alfrigg me haría un escándalo, lo hizo y tiene un humor de perro rabioso

—¿Trabajar, Bree? En verdad que estás demente, ¡no tienes ni una necesidad de hacerlo!

—Alfred, será divertido, piensa en las posibilidades, vivir infiltrada en el mundo humano, ser independiente, ya sabes, poder vivir libre

Rueda los ojos mientras entramos a casa

—Bree, no entiendes en lo más mínimo el concepto de libertad, ser humano es complicado, imagínate tu vida sin poderes

Agacho la mirada, en una parte tiene razón, vivir sin poderes sería difícil, más no imposible

—Aun así, me gustaría intentarlo, Alfrigg

Suelta una pesada respiración y se tira sobre el sofá más grande

—Eres frustrante, Bree

Su tono de fastidio me hace rodar los ojos, él ha tenido mil oportunidades en este mundo, ya lo ha recorrido y yo solo me he fugado un par de veces para poder conocerlo, creo es justo que yo también pueda experimentar

—Solo tengo curiosidad ¿Qué tiene de malo?

—Nada, pero podrías salir lastimada, es lo que quiero evitar

Responde mirando hacia el techo, resoplo dejándome caer sentada en el sillón

—Alfrigg ya te dije que no me pasará nada, solo quiero trabajar, es como jugar a ser una humana

—Bree

—Oigan ¿Qué tanto discuten?

Dice Crystal apareciendo por el pasillo que da hacia la cocina

—Bree está demente, verdaderamente mal de la cabeza

—¡Alfrigg!

Llamo su atención con enfado, Crystal se cruza de brazos dándole una mirada

—No seas fastidioso con Bree, hermanito, ahora, ¿Qué pasa, niña?

—Alfrigg no me quiere dejar trabajar y ya me comprometí a ir a una entrevista

—¿En dónde?

Pregunta curiosa acercándose un poco más hacia donde me encuentro sentada

—Una tienda de artículos esotéricos, es de la madre de Max Simms

Arquea una ceja mirando al techo por algo de iluminación e inmediatamente después me sonríe

—¡Oh ya! Lo conozco, no le he dado clases, pero Simon sí, vino un par de veces acá a entregar trabajos, parece un buen tipo

—Crystal, no me apoyes tanto hermana

—No seas sarcástico, Alfrigg, no tiene nada de malo que Bree tenga un empleo, incluso tu deberías pensar en tener uno, sería bueno que hicieras algo útil, además, tu mencionaste que querías que ella viviera la experiencia completa en el mundo humano, así que un empleo estaría excelente para que conviviera con más personas

Explica, Alfrigg se incorpora quedando sentado sobre el sofá, se pasa ambas manos por su cabello y suelta una pesada respiración

—No me agrada

—Ella ya es capaz de tomar sus propias decisiones, incluso en menos de un año, ella decidirá su destino, así que esto incluso puede ayudar a prepararla en su transición si se decide por quedarse en este lugar

Siento un mariposeo en el estómago al pensar en las posibilidades de quedarme en este lugar, una parte de mi tiene miedo, pero otra se muere de ganas por estar aquí, con una vida quizás menos complicada, al lado de un chico de ojos azules que me hacen sentir como nunca creí, aunque sea muy pronto.

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Me encuentro en mi habitación, los deberes de la escuela han sido más sencillos de lo que creí, al fin pude usar mi laptop, fue algo complicada al principio, pero Crystal es muy buena guía en este mundo, incluso más que Alfrigg, que por cierto aún sigue de refunfuñón por el asunto de mi empleo, solo quisiera que aceptara que es una buena oportunidad; me dejo caer sobre el mullido colchón, cierro los ojos por unos instantes y escucho el tono de notificación de mi móvil haciéndome sobresaltar, abro los ojos de golpe y estiro mi mano hacia el buró tomando el artefacto, sonrío al notar que se trata de Max, abro su mensaje y logro leer

—¿Qué hay, Bree? Mamá quiere verte mañana después de la escuela, ¿Crees poder venir? Yo me encargaría de llevarte a la tienda y te llevo de vuelta a casa

Mi pulso se dispara, me hace sentir nerviosa, en nuestro mundo está muy marcada la creencia de las almas gemelas o predestinadas, no sé si este sea el caso, pero me incita a averiguarlo; comienzo a teclear rápidamente sobre la pantalla del móvil para responder

—¡Hola Max! ¡Claro! Solo le diré a los Phillips para que no haya inconvenientes, no quiero aparecer después en carteles de desaparición, si tardo unos minutos en llegar de vuelta a casa, son algo paranoicos

No sé porque carajos le doy tantas explicaciones, es como si algo en mí me dijera que debo hacerlo

—Ja ja, o quizás tu foto salga en los cartones de leche XD, Simon es un grano en el culo, pero es excelente profesor

—Si, demasiado estricto para mi gusto, pero su casa, sus reglas

—Entonces, nos vemos mañana después de clases y me disculpo si mamá sale con alguna ocurrencia, ya tiene teorías conspirativas sobre ti

—¿Sobre mí?

—Sí, dice que de seguro eres mi novia secreta XD

Mis mejillas se sonrojan, su novia, esas simples palabras me provocan ese mariposeo incesante en la boca de mi estómago, pero él dejó muy claro el querer ser solo mi amigo, tendré que irme despacio con esto

—Tranquilo, yo me encargo de lidiar con tu mamá, seguro es increíble

—Mucho, pero es muy ocurrente XD ya lo verás, bueno te dejo, debo terminar el proyecto de programación, me tiene fastidiado

—Yo por suerte acabé todos mis deberes

—Afortunada la niña, bien, hasta mañana, Bree, que descanses

—Igualmente, Max, hasta mañana

Las notificaciones se vuelven azules y suspiro, ya no hay respuesta de vuelta, llevo el móvil a mi pecho, desearía que él sintiera un poquito lo que yo, estoy confundida, aún recuerdo ese beso, aunque estuviera ebrio, para mí fue perfecto, como si me revelara quien es realmente.

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—Alfred, debo decirte algo

—¿Qué pasa, Bree?

Pregunta dándome toda su atención, trago en seco, toda la mañana he estado evadiendo el tema, tanto Simon como Crystal saben que me iré a mi entrevista de trabajo al salir de clases, ambos estuvieron de acuerdo y sorprendentemente, Simon fue quien más me animó a trabajar para ser más independiente tachando a Alfrigg de conformista y flojo

—Tú te llevarás el auto a casa

—¡Wow! Al fin me dejarás conducir mi auto

Asiento mientras salimos del edificio hacia el aparcamiento, me detengo sacando la llave de uno de mis bolsillos para entregársela de inmediato

—Hay algo más

—¿Qué?

Su rostro se pone serio, creo que estoy conteniendo el jodido oxígeno, no un numerito por favor

—Tú te irás solo, yo iré con Max a la tienda de su madre

—¡Bree! Pero ya te dije que no es necesario que lo hagas

—Ya tomé la decisión y tus hermanos están enterados al respecto

—¿Y?

—Me apoyan, Alfred, creo que es lo mínimo que tu podrías hacer por mí, solo quiero vivir la experiencia en este mundo

Agacha la cabeza y suelta una sonora respiración

—Seguro quieres quedarte en este mundo por él, ¿Cierto?

Sus manos se empuñan a los costados de su cuerpo, está conteniéndose

—Alfred, no te confundas…

—No estoy confundido, digo lo que es, Bree, la flor no se equivocaba, solo cuídate, sabes que aún no estás exenta de que te condenen, aun no llega tu momento de decidir, Bree

Dice interrumpiéndome, mis ojos se abren cual platos, solo espero que no me meta en líos, sé que estoy rompiendo las reglas, pero no puedo controlar del todo mi sentir, no es mi culpa

—¿Me vas a delatar?

Pregunto con preocupación y miedo, él solo niega con su cabeza

—No, yo te amo demasiado para eso, pero debes cuidarte o se darán cuenta y no habrá nada que detenga a los dioses, no quiero que desaparezcas, Bree.

Musita y trago en seco, levanta su rostro hacia mí, sus ojos reflejan la más absoluta preocupación mientras se cristalizan, no sé qué decir, así que solo asiento, suspira y se encamina hacia el auto dejándome justo en ese lugar.