Aidan.
— No lo olviden jóvenes, esta trabajo tiene mucho peso para la calificación final.
Dice el profesor juntando sus cosas, la clase ha terminado y nos ha dejado un trabajo acerca de reacciones químicas, nos dio un gran listado de ellas, pero, en específico quiere un trabajo bien hecho basado en las anotaciones exactas de los experimentos que debemos hacer y grabar, toda esa_mierda vale el cincuenta por ciento de la calificación en esta materia que es química, ah y el trabajo solo es de dúos.
A buscar un compañero adecuado entonces.
Sí, estoy en eso.
— Profesor… ¿seguro que no podemos hacer grupo de tres personas?
Pregunta una de las compañeras, el profesor la mira con mala cara.
— Ya dije que el trabajo es en dúos, dos personas solamente.
Responde y el grupo se comienza a reír, niego con la cabeza metiendo mis cosas en mi mochila también, en eso veo a Paty acercarse a mí con una enorme sonrisa.
— Tú y yo seremos un dúo, ¿verdad?
Pregunta guiñándome un ojo, remojo mis labios ganando tiempo, jamás hice un trabajo con Paty, ella no es la más inteligente que digamos y no le gusta hacer tareas, no me arriesgaré a las malas notas, mi madre sería capaz de dejarme sin mi auto y mi padre sería capaz de triplicarme el entrenamiento rutinario.
Y no queremos que eso suceda.
Exacto.
— Lo siento, pero, ya tengo pareja.
Le respondo, ella arruga el entrecejo, no sé ni por qué se sorprende si siempre le digo lo mismo.
— ¿Qué?, ¿quién?
Pregunta confundida, me encojo de hombros, me cuelgo la mochila por el hombro y paso por un lado de ella, los demás compañeros ya salieron y debo apurarme para buscar alguno o alguna que al menos me ayude con el trabajo.
— Aidan… Aidan.
Me llama Paty desde la sala de clases, pero, hago como que no la escucho porque ya salí al pasillo, miro de un lado a otro buscando, pero, solo veo a la mayoría quedando con otros para ser dúos, tenso un poco la mandíbula, luego mi mirada cae en la nueva… Araceli, la veo sacando unas cosas de su casillero, sonrío de lado, camino rápidamente hacia ella, al llegar ella se asusta dejando caer un libro que yo logro sostener antes de que llegue al suelo, me incorporo de nuevo viendo como sus ojos se abren un poco sorprendidos.
— Hola.
Le digo sonriendo, ella traga saliva, le extiendo su libro, ella lo toma rápidamente y desvía la mirada de la mía, cierra su mochila, cierra su casillero e intenta irse, cosa que evito sosteniendo su brazo, sus ojos marrones se clavan en los míos.
— ¿Por qué no me saludas?
Pregunto mirándola fijamente, ella abre y cierra la boca sin decir nada durante algunos segundos, elevo una de mis cejas esperando, me recuesto por un casillero mientras me cruzo de brazos.
— Hola, y… adiós.
Responde queriendo pasar por un lado de mí, sonrío divertido colocándome en su camino, intenta pasar por mi derecha y le esquivo de nuevo el camino, lo intenta por la izquierda y copio la acción, ella bufa antes de mirarme enojada. Yo, en cambio, solo sonrío levemente antes de extenderle mi mano.
— Soy Aidan…
— Lo siento, debo irme.
Me interrumpe, ladeo la cabeza mirándola raro, ¿qué dijo?
Que debe irse.
No me digas, Alan.
Es que como no entiendes.
— Lo sé, solo… quiero preguntarte si podemos ser dúo en el trabajo de química.
Digo yendo directo al punto, ella se ve aplicada, casi ni habla y puedo utilizar este trabajo para saber más de ella, para quitarme esta sensación de que tiene algo escondido. Ella me ve en forma sorprendida, parpadea incrédula un par de veces antes de negar frenéticamente con la cabeza.
— ¿No?
Pregunto al no tener su respuesta verbal, ella asiente con la cabeza, sonrío divertido al ver sus mejillas enrojecerse.
— ¿Por qué no?
Pregunto de nuevo, ella abre los labios para decirme algo, pero, entonces mira a un lado de mí.
— Eh, me… me voy.
Dice tartamudeando, arrugo el entrecejo, antes de que se aleje lo suficiente logro tomar su mano deteniéndola.
— No tengo tu respuesta, ¿podemos hacer el trabajo, juntos?
Insisto de nuevo, ella parece vacilar, pero, se da cuenta de que si no me da una respuesta, no hay posibilidad de que yo la suelte, niega con la cabeza.
— No puedo.
— ¿Por qué?
Pregunto elevando una de mis cejas.
— Ya tengo compañero.
Responde rápidamente, jala su mano liberándola de mi agarre y sale corriendo hacia otro pasillo, escucho unos pasos detrás de mí hasta que se detiene a mi lado.
— Creo que ella te rechazó.
Dice Paty, pongo mis ojos en blanco, sé que ella tiene que ver con eso de que la nueva no me hable, giro a verla, sonrío como si nada sucediera.
— No fue así, en realidad… seguro lo pensará.
Digo metiendo las manos en los bolsillos de mis vaqueros, ella me mira con mala cara.
— Esa no va a ser tu pareja en el trabajo.
— ¿Por qué no?
Pregunto ladeando la cabeza, ella cuadra un poco más los hombros.
— Porque no quiere problemas conmigo.
— No entiendo.
— Aidan, podemos hacer ese trabajo juntos.
— ¿Sabes lo que es una reacción química?
Pregunto elevando una de mis cejas, ella abre y cierra la boca sin saber qué decirme, luego hace unos gestos de desinterés.
— Podemos encontrar a alguien que nos haga la tarea y luego entregarla.
Responde como si nada, niego con la cabeza, esa opción siempre estuvo abierta para mí, pero, no es mi estilo, siempre hago mis propias tareas, lo haría con Liam si es que coincidiera conmigo en esta clase, pero, el muy hijo de su mamá tiene biología en lugar de química.
— Por esto es que no eres ni serás parte de algún grupo de trabajo conmigo.
— Pero, Aidan…
— Por eso, Araceli hará conmigo ese trabajo.
— Claro que no.
Dice cruzándose de brazos, su rostro es una de desafío, pero, no hay cosa que adore más que poner en su lugar a las personas, sin importar que sean mujeres. Sonrío de lado dando un paso más cerca de Paty, sus ojos parecen dilatarse un poco al verme tan cerca.
— Ella va a ser mi dúo en el trabajo de química, ya verás.
— No lo creo.
Desafía ella tensando un poco la mandíbula.
— Paty, no vuelvas a meterte en mis cosas y ni creas que no sé que andas mintiendo por todo el instituto diciendo que tenemos una relación.
Digo viendo cómo su rostro parece un poco sorprendida, pero, luego sonríe eleva una mano posándola en mi pecho.
— Aidan… cariño, nosotros… tenemos algo.
— Algo s****l_solo es eso. No somos novios.
Digo elevando ambas cejas para que entienda, ella traga saliva, remoja sus labios.
— Lo sé, pero…
— Así que, como no somos novios, no tienes derecho de espantar a ninguna chica.
La interrumpo encogiéndome de hombros, intenta hablar de nuevo, pero, soy más rápido al colocar mi dedo índice sobre sus labios.
— No intentes interferir en mis planes, Paty, porque no seré muy amable la próxima vez.
Digo dejándola tragar saliva, camino hacia mi siguiente clase con una nota mental, la nueva dijo que tenía compañero, por lo que, debo averiguar qué tan cierto es y deshacerme de él o ella, además, hacer que ninguno quiera hacer el trabajo con ella, así, ella no tendrá otra opción más que hacerlo conmigo, sonrío divertido entrando a la clase de literatura, buscando con la mirada logro divisar a la nueva, ella está concentrada en su libro y decido que por hoy ya no la molestaré, tomo mi asiento comenzando a sacar mi libro.
La clase comienza, me concentro todo lo que puedo, este es mi último año de instituto antes de entrar a la universidad y necesito un buen promedio.
— ¿Por qué tan callado?
Pregunta en un susurro Liam, quien está sentado a un lado de mí, yo solo miro las anotaciones de la profesora y los escribo en el libro.
— Por nada.
Respondo normal mientras me doy cuenta que la profesora también nos dejará un trabajo en esta materia.
— Entonces, ¿haremos este trabajo en equipo?
— Sí, seguro.
Digo asintiendo con la cabeza, la profesora da todas las indicaciones necesarias y dice que el trabajo se hará en grupo de cuatro personas.
— Yo soy de su grupo.
Dice mi prima señalándonos a Liam y a mí, ambos asentimos con la cabeza y ya solo nos falta una, por lo que, enfoco la mirada en Araceli y la señalo.
— Ella también será parte de nuestro grupo.
Digo arbitrariamente, Alaia gira a verla, asiente con la cabeza y va a hablar con ella, escucho que primero se niega, pero, cuando ya no quedan más grupos, termina aceptando, mi prima sonríe radiante por haberla convencido y yo solo sonrío de lado al captar la mirada un poco enojada de Araceli.