ALEX Nunca me había sentido tan acorralado por una mujer como lo estaba en ese momento por la hermanastra malvada. No tenía ni puñetera idea en lo que me había metido desde el momento en que pensé que podía tener algo con ella. Son de esas veces en las que nunca sabes cómo es la persona en realidad, y ahora estaba en serios problemas. No era para nada agradable escuchar una amenaza para privarte de tu libertad sin siquiera haber cometido delito alguno. Mi mente confusa no paraba de preguntarse ¿dónde estaba Vanessa?. Cerré de portazo. De ninguna manera iba a acceder a sus demandas. Para divorciarme tenía que firmar Vanessa también, y no sabía por dónde carajos comenzar a buscarla. Honestamente no me apetecía divorciarme de ella, no quería, y no lo haría. No sin tenerla frente a mí. A