Al día siguiente Gor se sentía en plena forma, por eso a pesar de las vacaciones decidió ir al trabajo, pero le interrumpió Lex.
— Hola primo, ya encontramos a la chica y parece que era su novio, quien te dio un golpe en la cabeza.
— ¿Entonces, tiene novio?
— Por lo menos, así dicen sus vecinas. ¿Qué hacemos con él? ¿Lo encerramos por un par de años, o lo dejamos vivir?
— Enciérralo por ahora, — de repente en la cabeza de Gor nació una idea muy divertida. — Quiero conocerla mejor y no quiero que me molesten.
— ¡No me digas, que vas a volver allí! ¡Estás loco! — exclamó Lex.
— Yo no recuerdo nada del Juego, por eso quiero volver allí y vivirlo de nuevo.
— Pero allí no hay cámaras, no es seguro. – Explicaba su amigo. — Si no recuerdas, es allí, donde te dieron en la cabeza y quien sab
