CAPÍTULO CINCO Kyra estaba en el centro del abarrotado puente sintiendo todos los ojos sobre ella, todos esperando su decisión sobre la suerte del jabalí. Sus mejillas se sonrojaron; no le gustaba ser el centro de atención. Pero amaba a su padre por reconocerla y sintió un gran sentido de orgullo, especialmente por poner esa decisión en sus manos. Pero al mismo tiempo, también sintió una gran responsabilidad. Sabía que cualquier decisión que tomara decidiría el futuro de su gente. A pesar de su desagrado por los Pandesianos, no quería la responsabilidad de lanzar a su gente hacia una guerra que no podrían ganar. Pero tampoco quería retraerse envalentonando a los Hombres del Señor, deshonrar a su pueblo, hacerlos parecer débiles, especialmente después de que Anvin y los otros ya los había