Vieron a todos salir, y aunque fuera por educación, nadie se despidió de ella.
-¿Qué es lo que quieres? –Green cuestionó sin tacto.
-Después de esta reunión, me dirigiré a una rueda de prensa y te apegarás a lo que diré en ella –Green iba a decir algo, pero no le permitió hablar. –Sólo estoy cubriéndote la espalda, por el cariño que le tengo a tu padre; de lo contrario, ayer mismo hubiera salido a desmentirte y a abandonar a su suerte a R205. –
-Entonces sólo somos tus marionetas – dijo con ironía, aunque dentro de él, temía que esa fuera la realidad.
-Si así lo quieres ver – ella habló de manera despreocupada. –Eso si te advierto, yo no soy Rodolfo, yo no tengo su paciencia, y tu padre puede decírtelo – las palabras airosas de Ángela, estaban plagadas de superioridad.
-¿Puedo retirarme Señora Vietz? – El tono que utilizó Green, estaba conteniendo la ira, fue más que notorio. Ángela, le sonrió con burla y sólo movió su mano, indicándole que tenía su permiso.
Tan pronto lo vio salir de la sala de juntas, ella salió con dirección a su oficina, donde estaba Linda, quien aún no encontraba nada en los documentos, y Bella, le anunció que los reporteros estaba arribando a las instalaciones. Bajó, comenzando su declaración a tiempo.
-¡Buenas tardes! Quiero anticiparme, agradezco su asistencia y no habrá sesión de preguntas y respuestas. Primeramente, quiero hacer oficial que la presidencia estará a mi cargo a partir de hoy, dejando a Gabriel Wright en la vicepresidencia. Por otro lado, el día de ayer Steve Green dio un comunicado inexacto del grupo, producto de una discusión que tuvimos en una junta. Hoy por la mañana volvimos a reunirnos, y hemos arreglado nuestras diferencias. Si bien es cierto que las empresas del grupo se han visto afectadas económicamente, dista mucho de estar en bancarrota. Hemos tenido algunas insolvencias, pero estamos trabajando en eso. Reiteró, no nos declararemos en bancarrota. Gracias – y salió con suma rapidez de la sala, sin dar oportunidad a que los reporteros reaccionaran.
Caminó a prisa para dirigirse al salón donde estaban reunidos los empleados, quería terminar con la política, para poder enfocar todos sus esfuerzos en los problemas reales, y encontrar en dónde estaba la fuga del dinero; porque, a pesar de que los libros parecían estar en orden, los números de las cuentas seguían disminuyendo.
Cuando entró al salón, se hizo un silencio casi instantáneo, no sólo por quién era ella, sino porque su presencia era imponente: su seguridad al caminar, la suficiencia con la que veía a todos, aunado a su belleza indiscutible. El ser madre de cuatro, lo único que había provocado era remarcar sus caderas, su cintura siempre había sido pronunciada; sus pechos entraban en el promedio, sus piernas eran torneadas; pero su cabellera negra y sus ojos obscuros, realzaban la palidez de su piel blanca. Sus padres, no habían iniciado perteneciendo a una clase acomodada; sin embargo, su padre logró fundar Wright Transportation, que le dio la oportunidad a sus dos hijos de ser educados en los mejores colegios de Ciudad Ni. Pero sólo ella, había viajado a Ciudad Lambda para terminar de desarrollarse profesionalmente; así que cuando regresó, su padre no dudó en dejarla al frente de la compañía.
-¡Buenas tardes a todos! Acabo de estar con la prensa hace unos minutos, repetiré algunas palabras: primeramente, soy la nueva presidente del grupo; y en segundo lugar, no estamos en bancarrota – se escucharon suspiros de alivio. –El Señor Green, salió de manera precipitada a dar su declaración, causada por una diferencia de opinión que tuvimos. Eso es algo que vamos a solucionar, porque R205 también forma parte del grupo, y no es mi intención que sean excluidos, o que tengan el sentimiento de que sus demandas no son escuchadas. Créanme cuando les digo que, el Señor Green está actuando bajo lo que considera es lo mejor para R205; por eso, estamos más que dispuestos a conversar para llegar a un acuerdo que nos beneficie a todos – la mayoría de los empleados parecieron convencidos, ya que les dio a entender, que el problema era sólo una empresa del grupo. –Por favor, regresen a sus puestos de trabajo sin temor, si llegara a existir algún cambio, ustedes serán los primeros en enterarse por medio de mí – enfatizó la última palabra. –Gracias – y salió de nuevo a prisa, en dirección a su oficina.
Thomson y Green, al fondo de la sala escucharon todo, dándose cuenta que Ángela sería un problema para sus fines personales.