Más días pasaron, que se convirtieron en semanas, y después en meses. Murray, seguía recolectando pruebas; Dawson, las analizaba y catalogaba; Ángela, llevaba esta doble vida. Mantuvo a Green cerca de la presidencia, ocupado con contratos y juntas con el nuevo proyecto, para reafirmar que lo único que buscaba era ser tomado en cuenta. Green, dejó de cortejarla una vez que obtuvo un reflector hacia él, lo que le dio un respiro a Ángela; pero a pesar de tenerlo cerca, observando sus movimientos y no notar nada extraño, desconfiaba totalmente de él. Revisaba cada decisión que tomaba, cada propuesta, y todos sus movimientos de manera exhaustiva. Además, pudo notar cómo intentaba obtener más atención por parte del Grupo hacia el ramo transportista, inmiscuyendo la mayor parte del tiempo a Thomson y a Ward en los asuntos que se discutían respecto a ese rubro. Eso no le parecía raro, era lógico que buscara mayores beneficios como empresa, la pregunta era: ¿habían valido la pena todas sus acciones para lograr sus objetivos?
/////
-¿Cómo está su papá Green? –Le preguntó Ángela en medio de la comida.
-Bien, ha estado disfrutando en demasía su retiro – lo tomó como el momento perfecto para indagar.
-¿Qué está haciendo? –Tomaría cualquier pista que le diera.
-Va y viene, anda viajando por el mundo, siempre quiso hacerlo, incluso antes de que mamá falleciera – ya habían pasado algunos años, por lo que cuando mencionó a su madre, no le dolió como solía pasarle.
Ángela frunció el ceño. -¿Y está viajando solo? –Le pareció algo extraño, que un hombre viudo deambulara solo por el mundo.
-No, Roger lo está acompañando – abrió los ojos ante la sorpresa de la revelación.
-¿Roger Thomson? –Preguntó para estar totalmente segura.
-Sí, él –Se lo dijo con naturalidad, sin algún intento de encubrir información. Su actitud la hizo dudar, ¿acaso Steve Green, no era partícipe de toda la conspiración? Se quedó pensativa, intentando recordar si las pruebas hasta el momento recolectadas, daban indicios de culpabilidad en él…
-¿Estás bien? –Green se quedó observándola fijamente, cuando notó que se había abstraído en sus pensamientos.
-¡Sí! Discúlpeme, es sólo que recordé algo – se puso de pie. –Tengo un pendiente que hacer, lo veo más tarde en la oficina – tomó sus cosas, para salir corriendo a casa, y asegurarse que no hubiera pruebas contra Steve, porque con el tiempo que había transcurrido, observándolo, le parecía un buen muchacho.
Ángela llegó al despacho de su casa, se paró justo frente al pizarrón con toda la información, y comenzó a estudiarla, percatándose de detalles que antes no había notado. Sin darse cuenta, el tiempo había pasado, y Dawson atravesaba la puerta. A él no le sorprendió verla ahí, Magda se lo había informado cuando llegó; incluso sospechó que la encontraría comiéndose las uñas, porque solía hacerlo cuando estaba con esa mezcla de nerviosismo y concentración; y así la encontró, estudiando todo el material que ya tenía preparado.
-Buenas tardes, Señora Vietz – iba sonriendo, mientras caminaba a la mesa para dejar su maletín.
-Buenas tardes, Jerome – respondió sin siquiera girar a verlo, se quedó observando el pizarrón en la misma posición. Dawson se detuvo, fijó su mirada en ella, le dio media sonrisa, seguramente no se había percatado que lo llamó por su nombre, tuteándolo.
Caminó hacia ella, y se paró justo a su lado, quería observar su reacción con detalle. -Ya sólo estoy esperando que Murray me envíe un reporte, pero creo que es momento de empezar a prepararnos para presentar la denuncia – en ese instante, Ángela lo vio con incredulidad, por algún período de tiempo le pareció que ese momento nunca llegaría.
-¿De verdad? –Tuvo que preguntarle, con esa mezcla de emoción y esperanza.
-Sí, y hay que hablar acerca de eso – la seriedad con la que se lo dijo, por un momento le dio miedo a ella.
Caminó hacia el sillón de la oficina, necesitaba estar sentada, porque sospechaba que no sería nada fácil lo que le diría. –Te escucho. –
-Tenemos que enviar a los niños al extranjero –Ángela se sintió caer en un pozo obscuro y sin fondo. Se recargó completamente en el sillón, desganada.
-¿Crees que es necesario? –Ansiaba que existiera otra opción.
-Honestamente, sí. Sé que es difícil para ti, pero quiero que pienses que es por su seguridad, no quiero correr riesgos – suspiró con profundidad, sentándose a un lado de ella, miró hacia el techo, – suficiente es, que voy a tener que lidiar con el hecho de que tú estarás en peligro – agregó, para cerrar los ojos, con pleno conocimiento de lo que se avecinaba.
Ángela, volteó a verlo con lentitud cuando escuchó que estaba preocupado por ella, pero no mencionó nada, aun cuando la había hecho sentir muy bien. –Está bien. Hazte cargo – fue el turno de Jerome de girar a verla, con sorpresa; era extraño verla cediendo, permitiendo que alguien más tomara decisiones por ella. –Sólo hazme saber cuál será el plan. -
-Sé que tienes una propiedad en Lambda, lo mejor será enviarlos allá. También es momento que le digas a Gabriel y a tu madre lo que está sucediendo, posiblemente, tendremos que enviar a la familia de tu hermano al extranjero también – comenzó a expresarle sus planes.
-De acuerdo, lo haremos como tú digas –Jerome abrió los ojos y se preguntó si había escuchado bien. Ella lo notó, y sonrió por su expresión; pero, la verdad era que lo extrañaba; extrañaba el compañero de vida que había tenido: Rodolfo. Ellos, habían hecho un grandioso trabajo de equipo, se habían dividido las tareas que toda familia tenía, y a esas alturas, necesitaba ceder algo.
-Desde mañana comenzaré realizando algunos movimientos y cambios, ¿estás de acuerdo? –Volvió a preguntar, quería evitar cualquier mal entendido; porque si ella se lo estaba permitiendo, tomaría ese papel y la responsabilidad que le estaba concediendo sin titubear.
-Sí – confirmó una vez más.
Dawson sonrió, sabiéndose libre de actuar para beneficio de la Familia Vietz, de Ángela, y como consecuencia del Grupo.