—No me interesa, gracias— cuelgo la llamada por séptima vez. —¿Son los del banco de nuevo? Asiento secamente a mi madre. —¿Por qué no aceptas el dinero, Annie? La miró furiosa y mi madre da un paso atrás con incomodidad. ¿Quién diría que llegaría el día en que sería mi madre la que me tendría miedo a mi? Supongo que convivir con gente de la mafia por tanto tiempo me enseñó un poco. —No quiero su estúpido dinero.— respondió y se que parezco una niña pequeña haciendo un berrinche pero no me importa— no necesito nada de ellos. ¿Tienes todo empacado ya? Mi madre parece cada vez más incomoda conmigo no es que me importe. —Annie, cariño el propietario dice que el departamento esta a tu nombre ahora, no deberíamos desalojarlo, es un mejor lugar para vivir, especialmente para Lu. ¿Realment
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