Por siempre, hasta el fin

5. LA GALA DE LA ROSA

[Jorge]

Esta semana ha estado de locos en la empresa. Mi padre desde el día que llegué ha procurado ponerme al tanto de todos los negocios en los que estamos trabajando en el momento y también los que están por venir. Confieso que antes de aparecer en la empresa alcancé a pensar que, si no me sentía bien al regresar con mi padre, estaba la opción de volver a New York, pero al encontrar a Sofía en la oficina de mi padre y saber que es una de las empleadas estrella de la empresa, el devolverme dejó de ser una opción.

No sé qué tiene ella, pero me hace sentir cosas que ni entiendo. Fue tanta mi sorpresa el volverla a ver que esa misma tarde no aguanté las ganas de enviarle un mensaje de texto “Hola, hermosa, no imaginas la emoción que me dio el volverte a ver en estas circunstancias y más alegría me da el saber que a partir de ahora podré trabajar y compartir más tiempo contigo. Espero pronto quieras salir a bailar conmigo ?”. De ahí en adelante hemos intercambiado uno que otro mensaje casual y nos hemos visto en la empresa, pero todos los preparativos de la fiesta del próximo fin de semana nos han tenido corriendo de lado a lado ultimando detalles.

[Sofy]

Estas últimas dos semanas han estado muy atareadas, realmente un lanzamiento de una marca tan famosa como De la Rosa, exige muchos preparativos especiales porque todo tiene que salir perfecto. Agradezco el momento en el que Jorge dijo que me ayudaría en la organización del evento y así se ponía al tanto del contrato más importante que tenemos en el momento.

Menos mal hemos estado ocupados estos días con el lanzamiento o de lo contrario la ansiedad y ¿deseo? que siento por Jorge tal vez ya se me habrían salido de las manos. Sé que le atraigo, pero no creo que me vea como “la mujer de su vida”, seguramente me ve como una más, porque es obvio que es un buen partido, las mujeres se fijan en él y si deseara tener algo serio con alguien ya lo habría hecho… en cambio yo no me siento en condiciones de tener algo pasajero, no he vivido esa experiencia de “el primer amor”, no he compartido muchas cosas que para mí son especiales con una pareja, entregarle mi cuerpo y mi alma a un hombre es algo que me aterra y que al mismo tiempo anhelo… terror porque puedo volver a perder a alguien importante y honestamente no creo que mi corazón soporte algo semejante…

Estaba abstraída en mi mente pensando tantas cosas, hasta que el sonido de mi celular me trajo a la realidad y al verlo era un mensaje de Jorge “Hola, hermosa, ya quiero que sea la fiesta para poder disfrutar de tu compañía y bailar a tu lado toda la noche”, leo el mensaje y una sonrisa se dibuja en mi cara, cuando lo noto, niego con mi cabeza e intento alejar cualquier pensamiento de ilusión.

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—¡Llegó el gran día! — dice emocionado Daniel al recibirnos a Jorge y a mí en su oficina para verificar que todo esté listo y no haga falta o haya algún problema con los preparativos.

—Sí, padre. Estoy muy ansioso por esta noche; sabes que es la primera vez que me veo en una situación tan importante para la empresa y espero portarme a la altura. Agradezco todo el apoyo que me ha ofrecido la señorita Andrade — dice Jorge y al final me guiña un ojo, a lo que me sonrojo.

—Ha sido un gusto y tranquilo, sé que esta noche todo saldrá muy bien con el señor De la Rosa — dije intentando sonar serena — Además que teniendo la compañía de ustedes sé que tengo el apoyo necesario para culminar satisfactoriamente este evento —.

—Ay, Ana, perdón por tal vez desilusionarlos, pero he decidido no asistir esta noche al evento, realmente me siento muy agotado por lo que he decidido que Jorge sea quien vaya como representante en cabeza de la empresa, obviamente contigo como nuestra mano derecha — antes estas palabras Jorge y yo nos miramos un poco desconcertados y con un poco de preocupación.

—Padre, no me puedes entregar tal responsabilidad — dijo Jorge angustiado.

—Jorge, tranquilízate. Sé que lo harás muy bien, confío plenamente en ti y espero que empieces a confiar en tus capacidades — dijo Daniel y Jorge solo pudo asentir antes sus palabras.

—Gracias — fue lo único que pudo contestar.

—Bueno muchachos… creo que es hora de que se vayan a alistarse para esta noche, recuerden que estarán todos los medios de comunicación y personas muy influyentes, así que todo debe salir perfecto.

Nos despedimos de Daniel y salimos juntos de la oficina, me dirigí a mi oficina y saqué mi bolso para poderme ir a casa y alistarme. Al llegar al ascensor Jorge me esperaba con una sonrisa en su cara a la cual respondí igual. Cuando el ascensor se abrió ingresamos y permanecíamos en silencio; yo me paré observando como los números de los pisos iban disminuyendo poco a poco al tiempo que alcanzaba a ver con el rabillo de mi ojo como Jorge me observaba con una tentadora sonrisa. Llegamos al sótano y me dirigía a mi carro, cuando Jorge me grita desde la puerta del ascensor — ¡Sofy, en cuatro horas paso a recogerte a tu casa para llegar juntos al evento. ¡Nos vemos, bonita! — y se dirigió rápidamente a su carro sin darme tiempo de contestar absolutamente nada.

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Llegué lo más rápido que pude a mi casa y empecé a alistar todo lo que necesitaba… en este momento envidiaba a los hombres porque la rutina de una mujer es mucho más compleja para vernos como princesas de cuento de hadas.

Me bañé y apliqué un champú de fresa que olía delicioso, en mi cabello; al salir de la ducha sequé mi cabello con el secador para después plancharlo, recogerlo en una cola alta y hacerle ondas sueltas. Una vez estuvo mu peinado listo, me maquillé resaltando mis ojos con unas sombras cobrizas brillantes, delineador n***o y pestañina, mis labios color durazno mate, iluminador y muy poco rubor. Después me puse mi vestido… era n***o, largo, de corte sirena por lo que resaltaba mi cadera y en la espalda tenía un escote profundo, mis tacones eran negros estilizados… me miré al espejo y me sentí bella y sexy, así que sonreí.

Estaba organizando mi bolso de mano, cuando entró a mi celular una llamada de Jorge, al contestar me avisa que ya me está esperando afuera, así que me apuro y salgo presurosa poniéndome encima un abrigo marfil. Cuando me voy acercando al auto, noto como Jorge se queda boquiabierto al verme, lo que causa que me sonroje levemente y me muerda el labio inferior escondiendo una sonrisa nerviosa. Lo saludé como si nada pasara y nos dirigimos al club donde se realizaría la gala.

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Poco a poco se fue llenando el lugar y los reporteros tomaban fotos, entrevistaban a algunos personajes famosos, grababan y en especial tomaban reporte de cada detalle del evento.

Cuando finalmente llegó el momento de empezar oficialmente el evento, Jorge se dirigió al micrófono para dar inicio con un corto discurso — Buenas noches a todos ustedes. Me presento, mi nombre es Jorge Contreras Arango, hijo de Daniel Contreras y representante de la empresa “Publicity LTDA”. Nos complace contar con su presencia en un evento tan importante como este nuevo lanzamiento de la fragancia “De la Rosa” y esperamos que lo disfruten. Gracias — sonaron aplausos e inmediatamente la música cambió dando paso a un corto video alusivo a la nueva fragancia. Después de todo el protocolo comercial, el señor De la Rosa dio un corto discurso de agradecimiento e inició la celebración. La música sonó invitando a bailar a los asistentes.

Yo me encontraba sentada en la mesa y tomaba un coctel al tiempo que observaba la elegante decoración del salón y a lo lejos veía como Jorge era detenido a hablar o recibir felicitaciones a cada paso que daba… de repente una mano se estira ante mí para invitarme a bailar. Era una hombre un poco alto, muy delgado y un poco ojeroso, pero con una gran sonrisa en la boca; yo lo observé y acepté su invitación. Mientras bailábamos me contó que era un comerciante de perfumería que había logrado un cupo en el tan anhelado evento. Noté que estaba más alegre de lo normal por culpa de los tragos que había bebido esa noche, pero no vi ningún inconveniente con eso. Después de bailar dos canciones nos despedimos y yo retorné a mi mesa donde estaba Jorge sentado y no me quitaba los ojos de encima. Me senté e intercambiamos algunas palabras, hasta que sonó una alegre canción de merengue que nos emocionó a ambos y él me invitó a bailar de inmediato.

De repente cambió a una canción más lenta y romántica por lo que Jorge me agarró de mi cintura y me acercó más a su cuerpo. Su mano en mi espalda baja destapada por el escote del vestido hizo que cada esquina de mi piel se erizara y pasó un corrientazo por todo mi cuerpo, tuve que morder mi labio para evitar que algún sonido saliera de mi boca y yo solo podía dejarme llevar por ese hombre que, aunque lo quisiera evitar, deseaba con locura.

Bailamos muy juntos varias canciones y cada vez el ambiente entre los dos era más sensual y candente, nuestras cabezas estaban juntas y nuestros labios cada vez giraban un poco acercándose a los del otro. Moría de ganas de besarlo y cuando estaba encontrando el coraje para hacerlo, fuimos interrumpidos por la secretaria del señor De la Rosa, el cual solicitaba hablar urgente con Jorge. Nos separamos y con mis mejillas enrojecidas me dirigí de nuevo a la mesa.

Nuevamente apareció Joel (el comerciante de perfumes) a invitarme a bailar a lo que accedí, ya que anteriormente no le había visto problema a hacerlo, sin embargo, esta vez estaba más pesado, había tomado más de la cuenta y empezó a agarrarme de una manera que me hizo sentir incómoda y deseosa de soltarme de su agarre, cuando me quise excusar para volver a la mesa, este me agarró con fuerza sin quererme dejar ir y puso su mano en mi espalda por debajo de mi vestido. Me sentía horriblemente acosada, le pedía que me soltara, en un tono firme para que me escuchara y no se fuera a armar un alboroto en el evento y arruinarlo todo, pero parecía que no escuchaba y su mirada sobre mí era lasciva, repulsiva… estaba a punto de pegar un grito y ya no me importaba si todos alrededor se enteraban de lo que estaba pasando, cuando escuché un — Suéltala ahora mismo, desgraciado — era Jorge quien se acercó a nosotros, sus ojos estaban llenos de ira y miraron amenazantes a mi acosador, el cual al verlo titubeó un poco, pero finalmente me soltó. Inmediatamente me alejé y me paré tras Jorge como buscando protección.

—Vete ahora mismo de acá, si no quieres tener serios problemas — dijo amenazando a Joel. A lo que este se alejó de forma amarga y dando tumbos de lo borracho que se encontraba.

Yo me sentía tan vulnerada que empezaron a rodar lágrimas por mis mejillas, aunque ningún sonido salía de mi cuerpo. Jorge me volteó a mirar y al verme así me cogió de la mano y me sacó rápidamente al balcón para que nadie me viera en ese estado y pudiera tomar aire.

—¿Te encuentras bien, bonita? ¿Ese desgraciado te lastimó? — me preguntó preocupado al tiempo que sacaba un pañuelo de su bolsillo para secar mis lágrimas.

—Gracias — contesté en un susurro — Ahora sí estoy bien — dije y recosté mi cabeza sobre su pecho. Él besó mi frente y me abrazó fuerte.

—Menos mal llegué a tiempo, porque no me hubiera perdonado que ese tipejo te hubiera hecho algo malo… nadie se puede meter contigo… nadie te puede hacer daño — dijo Jorge en un tono de devoción. Yo levanté mi cara y lo miré a los ojos un poco desconcertada con lo que acababa de decir.

—¿Por qué? — fue lo único que pude decir antes de que mi voz se quebrara.

—Porque… tú me interesas más allá de lo que nunca nadie lo había hecho y no soporto la idea de que alguien te haga daño. Aún no tengo claros mis sentimientos hacia ti, pero sé que algo pasa y que tampoco te soy indiferente — dijo y solo pude morder mi labio inferior y asentir suavemente.

Con esa “confesión” mis lágrimas dejaron de salir, una sonrisa se plantó en mis labios y lo que me acababa de suceder con Joel lo sentía distante. Mi corazón palpitaba con fuerza y solo pude abrazar fuerte a Jorge y con mi cabeza en su pecho escuchaba a su corazón latir rápidamente.

Después de estar varios minutos así, regresamos al interior del salón, fui al baño a retocar mi maquillaje y que no se notara que había tenido un mal momento. El resto del evento estuve con Jorge hablando de todo un poco y también bailamos hasta el final.

El evento fue todo un éxito.

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Nota de la autora: Muchas gracias a ti, que lees mi historia dentro de la plataforma Dreame y sueñovela.

Esta historia es producto de mi esfuerzo y es un gran logro para mí, así que a quien lo sabe valorar, le estoy eternamente agradecida.

Ya a quienes leen por fuera de la plataforma, solo me queda decirles que hacen algo ilegal y ojalá su trabajo jamás sea robado como sí lo estarían haciendo con el mío.