Una muerte por encargo.

1500 Words
Al principio, su matrimonio con el juez, era un sueño hecho realidad. Tenia un esposo amoroso, que la trataba con delicadeza, así que no podía pedir nada más. Entonces de un momento a otro, su sueño se convirtió en pesadilla, y sus días una lucha de supervivencia. Perdió por un momento la fe que tenía en un futuro diferente, pensó que cuando naciera el bebé que venía en camino, lo haría razonar, volver a ser el hombre de quien se había enamorado. Agobiada por recuerdos del pasado, a punto de sucumbir en el pozo oscuro de la pena. Con sus sueños rotos, solo le queda esperar. La muerte de Ariel le duele en el alma, la pequeña chispa de esperanza comenzaba a extinguirse. Ángel al hacer la entrada al departamento de su prima, la encontró mirando hacia la avenida por donde solía aparecer Ariel. Al acercarse la abrazó y le dijo con voz suave. —Lo que no mereces es vivir en agonía. La espera te está consumiendo, la incertidumbre te quita el sueño, la preocupación te está quitando el deseo de comer. Ella sonrió y la curva de su sonrisa dulcificó la expresión, aquello tranquilizó a Ángel, la veía fuerte. Respiró alivio, sin embargo, el sabe que su prima tiene la capacidad de esconder las emociones más destructivas, las que el nunca ha podido controlar. Ángel caminó a la cocina, aquel lugar era cómodo y mostraba la existencia de una niña. Había un gráfico de crecimiento rosa pegado a la puerta y varios dibujos sujetos al refrigerador. Le llamó la atención uno en particular, era un bosque y en el cielo brillaban las estrellas pintadas de color dorado. —ese es un hermoso lugar, ¿donde estará con exactitud?, —se preguntó en un susurro, mientras metía la jarra con jugo al refrigerador. Apareció Emilia y dio respuesta a la pregunta de Ángel,— según Ariel, es Campanario, pueblito silencioso y encantado, alejado de toda civilización, allí solo existe su gente y viven de lo que ellos siembran. —¿Eso te contó Ariel?,— preguntó con el ceño fruncido. —Si. Fue todo lo que respondió y luego de tomar agua, caminó al pasillo y fue directo a su habitación. Ángel quedó perplejo al escuchar a Emilia. Al llegar a su habitación comenzó a tocar una melodía en el piano, la que solía tocar con Ariel, ella no lo diría, era muy pequeña para decir cuánto lo extrañaba, sonreía a menudo sin motivo, y a solas. —Me encontraré con Natalia dentro de un momento, veremos qué más han averiguado acerca de los golpes en la urna. Andrés busca venganza y Ángel busca protección, ambos hacia la misma persona. Andrés recurre a sus alfiles que los mueve a su antojo, y Ángel tuvo que recurrir a sus amistades para construir una barrera defensiva a favor de Vivian, está vez no cobraría los favores adeudados, recurrió a los incondicionales y a quienes tienen rencores del pasado que necesitan resolver con el juez. La intuición de Ángel le advierte de otro peligro que está a punto de levantarse, pero no sabe de donde vendrá, mientras maneja a la cita con Natalia, inspecciona en sus recuerdo algo que le ayude a detener el peligro que se cierne sobre Vivían. Pensó en que él, como simple mortal, no podía hacer milagros para defenderla de Andrés, él era más poderoso, despiadado e inhumano, y contra eso, nada podía hacer, aún así le estaba entregando lo mejor de su mundo para protegerla. Envidiaba de cierta forma a Ariel, el le ofrecía una pequeña utopía a Vivian donde podrían ellos 4, ahora, vivir en tranquilidad, y lo considera ingenuo a la vez, porque él conoce a Andrés y el no descansará hasta verlos destruido, su nombre debió ser Pandora, ya que en él se encierra todo lo malo que existe en la humanidad. —¿Como está todo amigo?,—preguntó Natalia al acercarse a Ángel, quien la espera en la entrada de la cafetería. —Bien, al menos eso creo. ¿Que hay de nuevo? —Por ahora, nada, pero ha surgido una teoría interesante. Resulta que Ariel, según los informes médicos que presentaste, el estuvo internado por esquizofrenia, y de momento la única explicación es que cuando se vio encerrado, tal vez le trajo recuerdos y ya sabes que los esquizofrénicos poseen una gran fuerza. La pregunta que se hace fiscalía, ¿Dónde está?, ¿que ha pasado con él estos meses? Ángel guardó silencio, no mencionará las llamadas recibidas, no de momento. —Eso quiere decir que los cargos en contra de Vivían se deberían anular. —Si, sin cuerpo no hay delito. Esa frase lo transportó a Ariel, se pregunta por qué no se ha comunicado nuevamente. La ira de su impotencia y frustración, que se había mantenido al acecho, surgirá de pronto de forma incontrolable, todas las emociones que provocan destrucción las hará explotar muy pronto. Una cosa era mantenerse calmo por la situación de su prima y otra muy distinta es la que ocurrirá pronto, cuando enfrente al juez y lo que este esconde. Natalia se levantó, empujando la silla hacia atrás, su molestia es evidente— sabes tan bien como yo, que Canessa no la dejará tranquila hasta haberla pisoteado por completo, satisfaciendo así su ego y su postura de dios que se atribuye a si mismo, la pregunta es,¿ Que harás, para detenerlo?, antes de que la destruya—dijo antes de marcharse. Natalia lucha a diario con la desesperación por mantener su furia sofocada, para no ir a los tribunales y pegarle un tiro directo a la cabeza al malnacido de Andrés. Ángel mantiene la vista puesta en ella mientras se pierde entre las personas que se desplazan a esa hora en la ciudad. El tráfico a las 6 de la tarde es infernal, demasiado taco, lo que le da tiempo para divagar entre los recuerdos, mantiene las manos puestas en el volante mientras analiza un pasado doloroso, lleno de culpa y remordimiento, la bocina del auto que está detrás, lo saca de sus pensamientos. Había algo que no estaba viendo, debe haber algo que le pueda servir para bajar del pedestal donde se sienta Andrés. Cada delito cometido por Andrés, ha quedado impune, desde acoso hasta violación con resultado de suicidio. Ángel recuerda a la hermana menor de Natalia, Agustina, ella llegó como asistente del juez Canessa, con apenas 24 años, sufrió el acoso que derivó en violación, luego en amenaza y posteriormente en despido por parte del honorable. Sin poder defenderse, sin poder hacer justicia, cayó en depresión para terminar en un año y medio con su vida. Andrés tiene muchas cuentas que rendir, muchos delitos que pagar, se mantiene impune e intocable debido a su cargo. Al contestar la llamada solo escuchó a Daniel decir—Si algo me sucede, revisa tu correo—luego se cortó la llamada. Ángel llamó una y otra vez, pero fue en vano, no hubo respuesta de Daniel. No había salido aún de la ducha, cuando sintió golpear su puerta, envolvió la toalla en su cintura y fue abrir la puerta, allí estaba una pareja de uniformado entregándole un papel al tiempo que uno de ellos le dice. —Está arrestado por la muerte de Daniel Cárcamo. Ángel sin dar crédito, comenzó a leer el documento en donde se le acusa ser el autor del crimen. —Canessa hijo de p&t@... —¿Conoce sus derechos? —Si, soy abogado —Vístase para que nos acompañe Ángel dejó la puerta abierta, fue a su dormitorio y unos minutos salió poniéndose su chaqueta. Caminó junto a los uniformados, ellos por algún motivo no lo esposaron como debían haberlo echo. Para Vivían y Ángel le estaba saliendo caro haber desafiado al juez. La paciencia de Ángel estaba al límite. Le preocupa su prima, había echo una promesa a sus tíos, y que difícil le está resultando cumplirla. Cuando iban en la patrulla saco su teléfono y preguntó si podía hacer una llamada y uno de ellos mirando hacia el asiento trasero, donde iba Ángel, asintió con la cabeza. —Vivian, solo escucha—dijo al escuchar la voz de su prima—Estoy siendo arrestado y llevado a la primera comisaría, no te preocupes, estaré bien, necesito que llames a Eduardo y le digas dónde estaré— sin esperar respuesta, cortó la llamada. Al llegar Eduardo a la comisaría, lo dejaron pasar para que vea a su amigo, Ángel le explicó algunos asuntos legales y le pidió que fuera al servicio médico legal y que luego ayude con los tramites para rescatar el cuerpo y darle un digno funeral a su amigo. Envío su teléfono móvil a Vivían, con la esperanza de que Ariel se comunique y así saber que está bien y que vive y que no ha sido un invento de él, a estas alturas empieza a dudar de su cordura y de la realidad. .
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD