Deseo Hoffman

Capítulo XVI

Despierto con lágrimas sobre mis mejillas, Alexander me observa preocupado y yo me repito que solamente fue un sueño.

Lo abrazo para verificar que se encuentra en perfecto estado, luego de un tiempo me separo y le sonrió en modo de disculpas.

-Debemos avanzar- le informo y asiente mientras me levanto.

-Krystine agarra la mochila porque yo te llevaré en mi espalda, así avanzaremos más rápido- dice mientras guardo la manta.

-No, yo puedo caminar, no te puedes lastimar más- pero sin impórtale acomoda la mochila sobre mi hombro me coloca sobre su espalda.

Rumbo a la mansión Hoffman.

¿Esto será una buena idea?, siento que no que solo traerá más consecuencias.

En el camino observo todo los grandes arboles, las diferentes flores y su variedad de colores, los pequeños pájaros y muchas cosas más. Cosas las cuáles nunca tuve de observar con calma y detenimiento debido al esfuerzo de cuidar de mi abuela, o las tareas del colegio.

Me he perdido de tantas cosas.

No se cuanto tiempo ha caminado Alexander, pero en ningún momento se ha quejado. Llegamos a un pequeño puente y él me indica que baje... A los lejos la mansión Hoffman se permite ver.

Llegamos.

Cuando vamos a la mitad del puente el sonido de un disparo se escucha haciéndonos detener. En cuánto nos giramos observo a Christhop con un arma apuntándole a Alexander.

-Alexander, vete te va a lastimar- digo preocupada. Él niega y observamos como Christhop se acerca cada en más.

¿Cómo nos pudo alcanzar tan rápido?.

-No puedo dejarte aquí con él y menos así- dice el con temor pero sin avanzar.

-Pensaste que te podrías escapar- vocifera molesto Christhop aún apuntando hacía Alexander.

-Por favor de-deja que se valla- digo nerviosa, tengo miedo y él lo nota pero no cambia su postura.

-Christhop no lo hagas sabes que esta herido- mi voz se quiebra cuando veo como sube el arma a la cabeza.

-Me voy contigo, solo déjalo ir- trato de convencerlo y parece que lo logro cuando baja el arma y le indica que se dirija a la mansión.

-Alexander vete yo estaré bien con él no te preocupes- trato de sonreírle y le suplico con la mirada que se valla.

Él no parece muy feliz con la decisión, pero se va y yo me acerco a Christhop con cautela.

-Gracias por dejarlo ir- susurro con la mirada en mis pies. Al ver que no responde lo miró.

Me mira con una sonrisa cínica, y siento que algo no va bien.

-Hay mi hermosa flor ¿Crees que lo dejaría con vida después de que te aparto de mi lado?, no solo le regale la oportunidad de pensar que viviría- dice abrazándome.

Y suelta el disparo.

Me suelto de su agarre y corro en dirección al puente, pero Alexander esquivó la bala y corrió de nuevo en dirección al bosque.

Otro disparo.

Un dolor fuerte me atraviesa por la pierna y caigo de bajo del puente manchando el agua que corre por ahí de líquido carmesí.

Christhop me lastimó.

¿Dónde quedó su palabra, cuando dijo que nunca me haría daño?.

Christhop me saca del agua y el aire frío vuelve a mis pulmones.

-Lo-lo siento, la bala no era para ti no quería lastimarte…perdóname- habla de manera desesperada.

Se equivocó.

-Lo sé no sabías que pasaría- susurro colocando mis manos en sus mejillas.

Christhop coloca sus dedos sobre la bala, pero no puede hacer mucho sigo perdiendo muchísima sangre.

Esta es la segunda vez que siento que me muero.

-Voy a llevarte a la mansión, allá te curaran y yo te cuidaré- dice poniéndose de pies, empezando a correr en dirección a ella.

El viento se torna más escalofriante.

Sé que volveré a dónde todo empezó y en manos de un Demonio.