Destruyo todo lo que toco

3056 Words
Espero alguin día salir de aquí, Incluso si toma toda la noche o cien años, Neceito un lugar para esconderme, pero no puedo encontrar uno cerca. ¿No es encantador estar completamente sola? (Lovely) Billie Eilish y Khalid Ada se detuvo frente al edificio de Mason, era una colonia… horrible, el lugar simplemente gritaba peligro para cualquiera que se atreviera entrar sin protección o algún seguro que le salvara de no ser llenado de plomó el cuerpo entero. ¿Mason solía vivir ahí? Tragó saliva mientras entraba al lugar, su pistola Beretta descansa en su bolso de mano que cuelga con elegancia sobre su hombro. —¿Esta lista señora Walk?— le preguntó Mason bajando del auto y parándose junto a ella. Ada siente cierto alivió al sentirlo junto a ella. Se estaba convirtiendo en un apoyo tan fuerte para ella que comenzaba a ser preocupante. Si ella llegaba a desarrollar una especie dependencia en Mason las cosas se pondrían feas. Tenía que empezar a marcar una distancia si no quería salir herida y herirlo a él en el proceso por que si algo había aprendido Ada a lo largo de su vida es que todo aquel que la rodeaba terminaba siendo dañando hasta la muerte. Sacudió ligeramente la cabeza buscando alejar el pensamiento. Sintió la mirada de Mason sobre ella pero él no dijo nada, solo se mantuvo fuerte y firme esperando que ella se decidiera a entrara. Ada tomó valor y con una gran bocada de aire contaminando en sus pulmones se dispuso a entrar al lamentable edificio departamental donde se encontraba la mujer que Ramses había dejando embarazada. Tocó un par de veces la puerta del departamento antes de abrir. En el interior había una… niña. Mason le dijo que la chica acaba de cumplir la mayoría de edad, pero al verla lucía incluso mas pequeña que su edad real, era tan menuda que parecía que se quebraría con un suspiro y su piel pálida la hacia ver aún más frágil y débil. Su largo cabello n***o y lacio caía suavemente por su espalda. Estaba sentada en un sillón viejo frente a un televiso antiguo que solo producía estática y que parecía captar la señal por apenas uno segundos solamente. —¿Lily?— le preguntó y la chica volvió su atención hacía ella. Al verla se puso rápidamente de pie con una expresión de temor como si la reconociera. —Por favor no me haga daño— le dijo y empieza a temblar como un pequeño chihuahua. Parecía tan frágil, tan indefensa, Ada no comprendía como una chica tan joven e inocente terminó involucrándose con alguien como Ramses. Corrección. Lo que no entendía era como es que Ramses había terminado involucrándose con una niña como ella. Era tan joven y frágil y Ramses ya le había jodido por completo la vida. Ada sabía que la chica estaba tratando de amarrar a Ramses al negarse a interrumpir el embaraza, esperaba ver a una mujer manipuladora y astuta como una de las prometidas de sus hermanos, Mariza, la prometida de Dante que era una mujer aterradoramente astuta como una serpiente o un zorro. Pero esta chica claramente estaba lanzando golpes al aire con los ojos cerrados. Ada la investigó y supo que su situación financiera era lamentable, seguramente Ramses le endulzó el oído y ella se dejó engañar. Sintió una mano grande y dura que le sostuvo el brazo estabilizándola. Ada no se dió cuenta que estaba perdiendo fuerza en las piernas hasta que Mason la sostuvo para evitar que se derrumbara. Ada se obligó a recuperar la compostura. —No voy a hacerte daño— le dijo sin acercarse mas para no intimidarla. —Es la esposa de Ramses— dijo con miedo— lo se, pero… él dijo que pronto iba a divorciarse… me di..jo que… —No me importa eso— dijo cortándola.— el embarazo, ¿de cuantos semanas es?— la chica se llevó una mano al vientre como si de repente lo recordara y dijo con una voz baja y débil. —Doce semanas— dijo y Ada asintió en respuesta. En la habitación había dos hombres mas que Mason había dejado a cargo para evitar que la chica hiciera alguna locura, pero por algún motivo la chica parecía mas asustada por la presencia de Ada que por la de los enormes y armados hombres en el cuarto. Ada dió un paso más al interior del departamento y la chica casi se cayó hacia atrás al buscar mantener la distancia entre ella y la elegante mujer en el cuarto. —¿Ya comiste?— le preguntó tomándola desprevenida. La chica negó y Ada le hizo un gesto a Mason para que dejara la bolsa de plástico en la mesita frente a la tele. —Es un poco de ensalada y pechuga de pollo, se que al inicio las nauseas son horribles así que espero que eso no desestabilice tu estomago, si necesitas cualquier cosa estos hombres están para cuidarte y atenderte, puedes llamarme a mí directamente también y vendré a atenderte. La chica se congeló al escucharla. Se suponía que era la esposa del hombre con el que estaba saliendo mientras que ella era la amante tonta que había quedado estúpidamente embaraza. ¿Por qué era tan amable con ella? —¿Por qué me ayuda?— preguntó ella temerosa. Ada le sonrió cálidamente. Eso le asustó mas que si hubiese llegado a agredirla y ofenderla tachándola de puta y zorra como esperaba que hiciera. Pero la mujer estaba ofreciéndole comida y protección. —No eres el problema aquí, solo fuiste una víctima mas de Ramses. Dime algo Lily ¿Por qué quieres tener a ese bebe?, todo sería más fácil si solo lo abortaras. La chica la miró con ojos grandes antes de desviar la mirada. —Tiene razón, pero… —¿Es para amarrar a Ramses, para que me deje y se vaya contigo?— pregunta Ada sin rodeos. La chica se ahoga un poco ante su franqueza. Se quedó mirando al frente como si considerara su respuesta antes de decir. —Lo era al principio.— admitió— pero… incluso si Ramses me dejara sola… igual quiero tenerlo— las manos de la joven chica se fueron a su abdomen plano y lo acarició con honesta devoción.— es mío… mi pequeño.— dijo hablándosela a su abdomen. Ada lucha por mantener la compostura. Mío. Mi pequeño. Sintió las manos de Mason sobre ella de nuevo sosteniéndola. —Me iré ahora, volveré después. Ada se fue sin poder seguir mirando a la futura madre. Mason la siguió en silencio hasta el auto. Abrió la puerta trasera para ella pero para sorpresa de Ada en lugar de cerrarla e ir al asiento del conductor entró tras ella y cerró la puerta. —¿Mason? El era tan alto que tenía que inclinarse un poco para que el techo del auto no le golpeara la cabeza. Él acercó una mano a su rostro y limpio una lagrima que Ada no sabía que había soltado. Las palabras de Jessica, la detective regresan a sus oídos como si se lo susurrara en vivo y en directo: “Si el hombre que la acompañaba dice ser Mason Hunter tal vez tiene que ver con esta mafia y con el patriarca Derek Walk ya que este grupo esta bajo sus ordenes”. Dios quería alejarlo tan desesperadamente y tirar de él tan desesperadamente. Ni siquiera sabía su verdadero nombre, Jessica decía que él trabajaba para su padre, era la mano derecha de su esposo así que no debía sorprenderle tanto que tuviera algo que ver con Derek. Debía haber una razón por la que Ramses confiaba tanto en él. Pero no sabía que hacer. No podía simplemente preguntarle por que no sabía si podía confiar en él. Cuando la mano de él descendió de su mejilla húmeda a su cuello con una caricia fantasmal Ada no pudo evitar soltar un poco de aire al sentir como su cuerpo respondía con el más mínimo toque. Dios. Realmente lo deseaba. Su cuerpo lo necesitaba, los labios se le resecaron de necesidad por tirar de él y permitirle que invadiera su boca hasta la saciedad. Pero no. Lo que había pasado esa noche no podía volver a repetirse. Era demasiado, demasiado peligroso. Mason se inclinó hacia su rostro, acercó su rostro tanto a ella que sus labios se rosaron pero no la besó. Ada se inclinó hacia atrás en el asiento buscando alejarse pero él la siguió hasta que terminó recostada en el asiento con Mason sobre ella. ¿Cómo habían terminado en esa posición? Ella puso las manos en su amplio pecho buscando alejarlo pero era como intentar empujar una pared de yeso. Imposible. Él era demasiado grande y mucho mas fuerte que ella. Y él lo sabía. Él tenía las manos apoyadas a lado de la cabeza de Ada para evitar dejar caer su peso sobre ella. Uso una de sus manos para quitar el cabello de su rostro. —No me gusta ver esa expresión de dolor en tu rostro, Ada— le dijo él usando su nombre. Solo escuchar su nombre saliendo de sus labios pareció suficiente para que el punto entre sus piernas se tensara con expectativa. “Maldición, contrólate estúpida, débil. Si haces una tontería no serás tú la que pague” Lo empujó de nuevo esta vez con mas fuerza. No lo movió un centímetro. —Déjame Mason, esto no esta bien. No es buena idea. —Creo que ya habíamos dejado claro antes que esto no era buena idea señora Walk, pero eso no nos detuvo. Ada se estremeció cuando se inclinó para decirle esas palabras susurradas al oído. Mason sería su perdición si no actuaba rápido. Él se inclinó para besar su hombro desnudo debido al corte de la camisa que usaba que dejaba l descubierto los hombros, besó el arco entre su cuello y el comienzo de su clavícula y no parecía tener ninguna intención de detenerse. Pese a que su mente era racional Ada no pudo hacer nada contra las respuestas de su cuerpo. Tenía que usar su carta. —¿Cuál es tu nombre real?.— le preguntó y las caricias de él se detuvieron al escucharla. Él tardó en levantar su rostro de su piel para mirarla a la cara. Ada tragó saliva ante la inesperada expresión de rabia que él mostró ante su pregunta. —¿Qué fue lo que dijiste? Ada ahora realmente se sentía como una presa indefensa bajo un animal salvaje cuando los ojos negros de él parecieron oscurecerse aún más. Era estúpido luchar por mantener el orgullo en una situación donde claramente estaba en desventaja pero no pudo evitar mirarlo a los ojos con reto y decir: —Lo que escuchaste. Mason no es tu nombre ¿o si? Es el nombre que te asignó mi padre. ¿Por qué un nombre falso? ¿De qué estás huyendo? Mason se tensó sobre ella pero para su sorpresa no se movió un centímetro manteniéndola acorralada contra el asiento. Entonces él sonrió de medio lado como si de pronto le pareciera muy gracioso. —Mierda, es usted una mujer muy lista, señora Walk— de nuevo le hablaba de usted, Ada sentía como él imponía una especie de muralla entre ellos cada vez que le hablaba así.— ya debería haber aprendido a no subestimarla. Él se alejó finalmente y Ada pudo respirar correctamente. No lo había negado. Una pequeña parte de ella se quebró. Ya estaba profundamente quebrada desde ese fatídico día cuando tenía quince años, cuando se lo quitaron todo. Aprendió a pelear sola pero de pronto alguien parecía dispuesto a pelear junto a ella. Y todo era mentira de nuevo. Dolía. Pero no lo demostró. —¿Puedes explicarte?— preguntó ella pero realmente no esperaba que lo hiciera. Mason miró por la ventana del auto antes de hablar sin mirarla. —No he vivido una vida que me permita ser un santo canonizado o algo así, herí, lastimé y destruí para llegar hasta este punto, he hecho cosas cuestionables y me he aliado con el diablo para obtener lo que quiero—Ada no esperaba una respuesta, así que no pudo evitar quedarse muda al escucharlo— pero no he mentido sobre lo que le dije señora Walk. La protegeré— finalmente él se giró para mirarla a los ojos. Su mirada era tan poderosa que Ada tuvo que luchar para no desviarla y verlo a los ojos.— incluso si usted no quiere que lo haga. Cuando le dije que la protegería no le hice una petición… fue una promesa. Ada abrió la boca para decir algo pero la volvió a cerrar sin poder hacerlo. Hizo eso un par de veces mas ante de decir: —¿Por qué? Mason sonrió sin humor ante su pregunta como si ya la esperara. —Me temo que… que eso no lo puedo responder, no ahora. Él miró su SmartWash en su muñeca antes de añadir. —La llevaré a casa, Ramses no tarda en volver. Ada sabía que por mas que presionara no obtendría la información que ella buscaba. No de él. Pero ella no era una mujer que esperaba a que las cosas sucedieran. Mientras Mason conducía de vuelta a su prisión ella ya estaba ideando su siguiente movimiento. —¿Cómo esta?— le preguntó Ada a la chica frente a ella que devoraba el helado. La chica solo asintió con gusto sin quitar su atención del postre. Ada no podía dejar de pensar que era demasiado joven y tenía tanto por delante y todo le había sido arrebatado por meterse con las personas equivocadas. Le recordaba tanto a ella mismo en el pasado que dolía. Mason se mantuvo a su lado como una espada inquebrantable junto a ella en todas las visitas a la chica. Ada aún sospechaba de él pero no podía negar que Mason no había fallado en su lealtad hacía ella desde el primer día en que lo vió. —¿Qué país te gustaría conocer?— le preguntó Ada cuando la chica finalmente se terminó el litro de helado de vainilla que parecía ser su antojo número uno en ese momento. La chica pareció confundida con la pregunta pero dijo. —Me gustaría ir a Japón, siempre fui fan del anime. Me gustaría ir al menos una vez. Ada asintió. —Bien, te enviaré a Japón entonces. La chica levantó el rostro al escucharla, —¿Me enviará a Japón?— dijo y sus ojos grandes brillaron con inocente ilusión. Ada asintió de nuevo. —Si, todo estará listo mañana, debes desaparecer por un tiempo para que puedas tener a tu bebe en tranquilidad, yo me haré cargo de todo. Estarás bien. La chica bajó los ojos a su regazo. De pronto su cuerpo comenzó a temblar y Ada se dió cuenta de que estaba llorando. —¿Qué ocurr… De pronto la chica se lanzó al suelo y se arrodillo frente a Ada de forma sorpresiva. —Lo siento, por favor perdóneme. Usted ha sido tan buena conmigo y yo me metí con su esposo, no lo merezco, yo… Ada se inclinó para tomar la barbilla de la chica y levantarle el rostro lloroso. —Ya te lo dije, eres solo una víctima aquí. Tu y yo tenemos un enemigo en común y ese es Ramses. No dejaré que le haga daño ni a ti ni a tu bebe. ¿De acuerdo?— Ada extendió una mano para ayudarla a pararse que la chica tomó. —Descansa por ahora, el viaje en avión será largo. Ada se quedó en el departamento hasta que Lily se durmió. Mason se mantuvo junto a ella en todo momento, nunca se alejaba a mas de un metro. —La llevaremos al aeropuerto mañana. Le dijo a Mason quien solo inclinó la cabeza en respuesta. Desde su conversación en el auto él había estado menos comunicativo de lo normal pero siguió cuidándola como siempre. Ada miró a la joven chica en la cama dura del departamento durmiendo profundamente. No se había quejado ni una vez por las condiciones del lugar, era como si no estuviera acostumbrada a ningún tipo de comodidad ni a una comida completa. Ada no pudo evitarlo. A lo largo de esos día despertó en ella cierto afecto por la chica. No pudo evitar querer protegerla como desearía que la hubiesen protegido a ella y a su bebe cuando fue su momento. Pero mañana todo sería diferente para Lily. Le entregaría una nueva vida y ella sería feliz junto a su bebe en camino. Ada se lo prometió en silencio. Mason la llevó hasta la mansión y fue a hacer sus rondas nocturnas. Ada no podía esperar a que amaneciera. Mason fue a despertarla tal y como se lo indicó justo cuando Ramses dejó la casa. Ramses había estado un poco distante desde que se enteró del embarazo de su amante y había estado distante mientras buscaba su paradero lo que fue un gran alivio para Ada al no ser tocada por él. Se vistió rápidamente y salió de la casa en dirección al departamento donde alojaba a Lily. Llegó al edifico de departamentos que lucía aún mas aterrador de madrugada. No lo admitiría en voz alta pero la presencia de Mason a su lado era reconfortante en ese momento. Entró al edificio y finalmente llegó al departamento de Lily. Entonces se dió cuenta de algo. La chapa de la puerta no estaba. Bastó un empujón para que la puerta se abriera. Ada se llevó una mano a la boca para bloquear el penetrante olor a sangre que se estampó contra ellos. No pudo creer lo que veía. El lugar mostraba una autentica masacre. La sangre bañaba cada centímetro del suelo. No pudo soportarlo. Sus piernas cedieron y perdió el conocimiento. Apenas fue consciente de los brazos de Mason sosteniéndola segundos antes de tocar el suelo. Nota de la autora: Personitas bellas muchas gracias por todo su apoyo y cariño. No olviden que anunció todas las actualizaciones por mi i********:: anjiluz_z.b y pueden interactuar sobre mis libros en nuestro grupo de f*******:: Anjiluz Z. B | Escritora.
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