EL EJÉRCITO DE ESCLAVOS

1068 Words
Janet le da pena con todos los trabajadores, y le dice a Facundo: —   Es mi culpa que no hayamos avanzado, me llevé a Killand y yo no cumplí en ayudarlos. Facundo pone su mano derecha en su cabeza, y le responde a Janet: —   No se preocupe señora, usted nos paga para esto. Zafiro le dice a Janet: —   Pues mañana, todos vamos a trabajar… El día siguiente, todos se ponen a sembrar las partes que faltan de las tierras. Abu cumple lo prometido y convence a todos los esclavos de la casa de los Villa, diciéndole: —   Ustedes son más que ellos, es hora de que ustedes y yo, salgamos de ese yugo de la esclavitud… ustedes son los primeros en dar el golpe, quiero que quemen todos los bienes de sus amos, así ellos sabrán quienes son los que mandan. De inmediato, los siete esclavos de la casa de los Villa, gritan: —   ¡Quémenlo todo! Aprovechando que los dueños de la casa no están, los esclavos se rebeldizan y queman toda la casa. Abu se sonríe. Y luego se va con los siete esclavos de los Villa. En ese instante, las personas cercanas intentan apagar el fuego, pero es tarde, toda la casa se quema. Abu logra hablar poco a poco con esclavos que trabajan en el comercio con sus amos, y logra ponerlos en su contra. En cuestión de días, Abu logra reunir más de doscientos esclavos. Y se internan en el monte. Cuando uno de ellos le dice a Abu: —   ¿Qué vamos hacer cuando acabemos a todos los dueños de tierras y de casas? Abu se acerca a él, y le dice: —   ¿Cómo te llamas? —   Yo soy Marro. —   Bueno Marro, vamos a reinar en todo esto, este será un pueblo para nosotros… pero antes tenemos que ir al Arca. —   ¿Qué es eso? —   Es un lugar donde la pase muy mal. Y quiero vengarme. —   Se nos está olvidando los militares, si seguimos en esta, tarde o temprano. —   Que nos busquen, nosotros responderemos firmemente con nuestra fuerza. En el despacho del general, David entra y le expresa a Mantilla: —   Buenas mi general. —   Buenas Capitán, ¿qué ocurre ahora? —   Señor, para reportarle un incendio en la casa de los Villa. El general deja de escribir en una hoja, y le pregunta: —   ¿Hay hechos que lamentar? —   No señor, los Villa no estaban en la casa, lo único inusual, es que los esclavos de esa casa desaparecieron, nadie sabe dónde están. —   Pues aprovecharon el incendio y se escaparon, debe ser que ellos provocaron esa en venganza de sus dueños. David se sorprende, y le dice al general: —   ¿Usted cree que los esclavos se atrevan a eso? —   Puede ser, no descarto esa posibilidad. —   Eso nunca ha pasado. —   Capitán, cualquier cosa puede pasar en este pueblo. En el Arca, Janet está contenta al ver que entre todos. Terminaron de sembrar las tierras. Manuel le da una flor a Janet y otra a su hija, y les dice: —   Estas flores son para ustedes dos, la tierra es agradecida. Janet y Zafiro le agradecen a Manuel. Cuando Morati le dice a Janet: —   Señorita, mi esposa y yo. La queremos invitar a que se una a un baile tradicional de nuestra cultura. De inmediato, Zafiro se le adelanta a Janet, y le dice a Morati: —   Aceptamos. Janet le dice a Zafiro: —   No me dejaste hablar… Zafiro se sonríe, y le dice a Manuel: —   ¿Tú también vas a ir? Manuel mira a Janet y a Morati, y le responde a Zafiro: —   Bueno sí. Minutos después, Janet y Zafiro intentan bailar como lo hacen los demás, pero no pueden. Killand saca a bailar a Janet, mientras Saud saca a Zafiro, y le enseñan. En ese instante, Abu y sus hombres se toman las tierras de los Vargas. Y estando cerca de las tierras de Janet, Marro le dice a Abu: —   ¿Ahora que hacemos? —   Vamos a esperar hasta la noche. Para atacarlos y caerles de sorpresa. Uno de los esclavos les dice a Abu y a Marro: —   ¡Tenemos hambre!   Abu mira a Marro, y luego dice: —   Cómanse todo lo que se encuentren, estas tierras están abandonadas a su suerte, así que busquen que comer. Porque esta noche sabrán de mi en el Arca. 8:20 pm, después de disfrutar de un baile tradicional, Janet, Killand y Zafiro, entran a la casa. Cuando Kenia le dice a Janet: —   La cena está servida. Janet le responde a Kenia: —   Ve y trae a Margot de la cocina, para que todos comamos en el comedor. —   Bueno. En ese instante, Abu y sus hombres se acercan sigilosamente al Arca. Con antorchas, Marro le dice a Abu: —   Cuanto tenemos que esperar. Para acabar con el dueño de la casa. Abu le responde: —   Vamos a esperar al hombre que enviamos, y veremos que hacemos. En ese momento, el hombre que enviaron a espiar al Arca, aparece entre el sembrado de la familia Vargas, y les dice a Abu y a Marro: —   Todavía hay mucha gente alrededor de la casa, los esclavos de ellos también están por ahí. Marro le dice a Abu: —   ¿Qué hacemos? —   Vamos a esperar a que estén dormidos. En el Arca, Margot sonríe y al mismo tiempo se siente apenada en el comedor, y le dice a Janet: —   Gracias por invitarme señorita, estoy muy alagada. Janet coge la mano derecha de Margot, y le expresa: —   Tu y Kenia, y todos los demás que están alrededor mío, los consideró como de mi familia. Kenia le dice a Janet: —   Gracias señorita, es usted muy amable. Zafiro les dice a todos: —   La comida se va a enfriar, empecemos a comer. Killand le expresa a Kenia y a Margot: —   Este pollo sabe esquicito, las felicito. Margot y Kenia le agradecen a Killand, mientras Zafiro ve que Janet no come tanto, y le dice: —   ¿Qué sucede mamá? ¿Acaso no te gusto la comida? Janet le responde a Zafiro: —   Si, la comida está muy buena, solo que cuando dije una familia, me acorde de Emilio… Todos se ponen un poco triste al recordar a Emilio, y se miran unos a los otros…    
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