POR EL HONOR DE MI HIJA

1408 Words
Fernando decide atender a las personas que llegaron y baja al primer piso. Cuando Elena le pregunta: — ¿Quiénes son los que llegaron en ese carruaje? — No lo sé bien, se me hacen conocidos. Fernando le da un beso a Elena, y le dice: — Que tengas un buen día, voy a mirar quien es esa gente y me voy a trabajar. En ese instante, Fernando sale de la casa y les dice a los dos veteranos, los cuales reconoce cuando está cerca: — Muy buenos días, en que les puedo servir. Totalmente enojado, el veterano le responde: — Estoy buscando al desgraciado del Fabián, ¿está aquí? Estupefacto, Fernando ve hacia la casa y luego reacciona mal, respondiéndole: — ¿Como es que usted le llamo a mi hijo? — ¡Desgraciado! — Se puede saber con qué derecho viene usted a mi casa a insultar a mi hijo. — Con el derecho de un padre que viene a poner la cara por su hija abusada. — ¡¿Qué?! Elena sale de la casa, y dice: — ¿Por qué hay tanto escandalo? Fernando le dice a Elena al oído: — Entra y dile a Fabián que por ningún motivo vaya a salir. De inmediato, el padre de Mileici les dice a los dos: — Yo Berizo Caicedo Garcés. Declaro el día de hoy, que voy a acabar con su hijo si no responde por lo que hizo. Fernando se enfada bastante. Cuando la esposa de Berizo le dice a Fernando y a Elena: — No se hagan los enojados que nosotros tenemos todo el derecho de reclamar. En ese instante, Fabián sale a la puerta. Cuando Berizo saca su espada, y dice: — ¡Ese debe ser! En ese momento, Berizo se van contra Fabián, pero entre Fernando y Elena lo detienen. Cogiéndolo de los dos brazos. Y lo tiran al suelo. Fernando le expresa a Berizo: — Parece que usted no se estima. Fabián le dice a su padre: — ¿Quién es ese señor? Desde el suelo, Berizo le dice: — Infeliz, yo soy el padre de Mileici. Te aprovechaste de ella porque nosotros manteníamos de viaje, pero deja que me levante de aquí y veraz… Fernando y Elena no dejan levantar a Berizo. Cuando este mira a su esposa, y le dice: — ¡Sandra! ¿Qué estas esperando? Ven y ayúdame. De inmediato, Sandra va ayudar a su esposo. Cuando Fabián interviene diciéndoles a sus padres: — ¡Suéltenlo! Elena le dice a su hijo: — Este señor te piensa atacar con esa espada. Fabián le expresa a su mamá: — Pues yo me defenderé. Fernando le dice a su hijo: — ¿Estás seguro? Fabián saca su espada, y les responde a sus padres: — Si, suéltenlo, el vera si me ataca. De inmediato, Fernando y Elena sueltan a Berizo, quien se levanta lentamente, y dice cuando coge su espada: — Ahora si vamos arreglar esto… En las calles de Valencia, Alejandro y Janet van camino a casa de don Pedro en su carruaje. Cuando Janet dice: — Todo se ve normal. — ¿A qué te refieres con eso? — Me refiero a que de verdad la guerra ha pasado y todo esta como antes. — Que te puedo decir… conociendo al rey como lo conozco, te diría sin equivocarme, que él nunca se va a rendir. Y va hacer cuestión de tiempo para que la guerra se reinicie. — Entonces no sirvió de nada que hablaras con el rey. Alejandro se acuerda de lo que hizo el rey. Y luego dice: — Vale más los intereses que cualquier cosa. Janet se descuida ante Alejandro y habla de un pasado muy atrás: — Pues yo conocí a un rey hace dos siglos que cumplía con lo que yo le decía. El se enamoro de mi y me puso a sentarme en su trono junto a él… Alejandro queda mirando a Janet y le sigue la corriente, diciéndole: — Sigue contando. — Ese rey quería casarse conmigo, pero yo le puse una condición. — ¿Cuál? — Que buscara a Joaquín por todo el país y lo trajera ante mí. — Sigue contando, no pares Janet. — El rey estaba dispuesto hacer lo que sea necesario para complacerme, que llamo a los generales más capaces que tenia para buscar a el hombre que mató a mis padres. Estos se encargaron de encontrar a todos los hombres posibles de todo el país, los cuales se llamaban Joaquín… pero ninguno de todos estos hombres era el que yo buscaba y el rey se desesperó y perdió su calma… — Para Janet, ¿de qué rey me estás hablando? Alejandro toca la frente de Janet, y le sigue diciendo: — ¿Cómo es eso que conociste a un rey hace dos siglos? Janet cae en cuenta de la tremenda imprudencia que esta cometiendo, y se pone a reír, diciéndole: — Estaba bromeando. — Janet, realmente me estaba asustando y estaba creyendo que estabas mal de la cabeza… porque si fuera así, tendrías una gran cantidad de años. Janet se sigue riendo, y luego piensa: “¿Por qué estaba contando eso” En ese instante, Janet alcanza a ver a una mujer embarazada que toca su estómago, y va caminando con mucho dolo por la calle. De inmediato, Janet le dice a Alejandro: — ¡Detente! — ¿Por qué? Ya vamos a llegar. — ¡Detente te digo! En ese instante, Alejandro detiene el carruaje. Cuando Janet salta del carruaje y corre hacia donde está la mujer que necesita ayuda. La mujer vuelva a cogerse el estómago fuertemente. Cuando otra mujer la ayuda a sostenerse antes que Janet llegue. En ese momento, Janet también ayuda a sostener a la embarazada, diciéndole: — ¿Está usted bien? — Llévenme a un médico… creo que voy a dar a luz. De inmediato, Janet le dice a la mujer embarazada: — No te preocupes, yo soy medico… Norte de Valencia, Berizo le dice a Fabián: — ¿Creíste que mi hija estaba sola y que abusarías de ella sin que recibieras un castigo? Sorprendido, Fabián le responde a Berizo: — ¿De qué abuso habla?, yo solo le fui claro a Mileici y le dije que no la quería. Y que se fuera de mi casa. Sandra le dice a Fabián: — Pues eso no es lo que dice mi hija, abusaste de ella y por eso tendrás que casarte con ella. Fabian les dice a los dos: — No sé qué les habrá dicho Mileici, pero yo no le he hecho nada a ella después que le dije eso. Fernando se impacienta porque tiene que irse a ver con el hermano de Paola. Y le quita la espada a su hijo, y desafiando a Berizo, le dice: — Ya oyeron a mi hijo, a Mileici no le ha pasado nada acá… lo que sea que ella les haya dicho es mentira, así que lárguense y busquen fortuna en otra parte, par de arruinados. Berizo estalla en furia e intenta atacar a Fernando. Cuando Sandra lo coge por la espalda, diciéndole: — Vámonos de aquí, estos se creen de mejor familia. Berizo le hace caso a su mujer y retrocede, diciendo: — Esta es otra ofensa que no olvidare… mi familia nunca estará arruinada. Fernando se sonríe, y le dice a Berizo: — Pobre iluso, ya todos sabemos que están pobres, vete y no vengas a molestar. Elena queda viendo a su esposo. Cuando Berizo ayuda a montar a Sandra en el carruaje, y se van de ese lugar. En el camino, Berizo le dice a Sandra: — Ese Fernando es un infeliz, como se atrevió a decir que estamos arruinados. — Y no es la verdad. — ¿De que lado estas Sandra? — Perdona… — En ese instante, Elena le dice Fernando: — Deja de burlarte del infortunio de las personas. — Los Garcés se lo merecen, así que no me vengas con reclamos. En seguida, Fernando le da la espada a Fabián, diciéndole: — ¿Qué tienes que decir a esas acusaciones? — Nada, Mileici les dijo mentiras a sus padres… De inmediato, Fernando da la vuelta y le dice a Elena y a Fabián: — No me esperen… En ese momento, Fernando se sube a uno de sus carruajes. Y se va a reunirse con el hermano de Paola…
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