LOS CUMPLEAÑOS DE ZAFIRO

1224 Words
Janet mira a Abu, y le dice: — ¿Es cierto eso? Abu le miente a Janet, diciéndole: — Este tipo esta alucinando, yo nunca he dicho eso. Killand no puede creer lo que está escuchando, y le dice a Abu: — Eres un ser despreciable, pero de nada te vale mentir, porque tengo de testigo a todos. De inmediato, Janet les dice a los dos: — Voy arreglar esto de una vez por todas. En ese instante, Janet hace reunir a todos sus trabajadores. Kenia le dice a Margot: — ¿Qué será que está pasando? Asustada, Margot le queda viendo la cara a Zafiro, y luego le responde a Kenia: — Debe ser algo muy serio. En ese momento, Manuel también se acerca a la reunión. Cuando Janet les dice a todos: — Para que se acabe la habladuría o cualquier comentario mal intencionado, les voy a decir algo importante… Joaquim y yo estamos juntos. Y espero que todos ustedes incluyendo a mi hija, respeten eso. Todos quedan confundidos con el nombre que dijo Janet. Cuando Naina alza su mano derecha, y le dice a Janet: — ¿Quién es Joaquín? Janet cruza sus manos, y le responde a Naina: — Así le digo a Killand. De inmediato, todos quedan mirando a Killand. Cuando Janet les vuelve a decir: — Espero que todo este claro y podamos seguir trabajando. Todos le dicen a Janet: — Si señora. Killand se siente seguro y sale del grupo. Y se pone al lado de Janet. En ese momento, Ashanti ve a Janet y a Killand con odio, y dice en voz baja: — Como los detesto. Zafiro al ver eso se va para la casa. Cuando Janet la sigue. Y la detiene, diciendo: — Yo no quería que te sintieras mal, yo quiero lo mejor para ti. — No te preocupes, ahora tendrás más tiempo para el que para mi, y yo que estaba buscando espacio para decirte de mis cumpleaños. — No lo sabía. — No tenías que saberlo Janet, al fin y al cabo, tú no eres mi verdadera madre. Janet comienza a ponerse muy brava con Zafiro, y le expresa: — Yo no soy tu madre verdadera, pero te quiero como si lo fuera y voy a celebrar esos dieciséis años por todo lo alto, porque eres mi hija. Zafiro se sonríe un poco, y le dice a Janet: — ¿Yo soy más importante que Killand? — Claro que si tú eres mi consentida. Janet coge los cachetes de Zafiro. Cuando esta le pregunta: — ¿El nombre que dijiste allá con los demás, el cual llamas a Killand, era el mismo cuando estábamos en Cádiz? — Eso no tiene importancia. — Claro que si lo tiene, porque quiere decir que tú me incumpliste. — Bueno Zafiro, olvídate de eso y ocupémonos de tus cumpleaños. Dos días después, 7:00 pm, el Arca se llena de personas importantes, gracias a la invitación de Janet. Para celebrar los dieciséis años de su hija. En ese momento, Janet se encuentra viendo desde lejos de la sala. Como el general y otros invitados, le dan regalos a Zafiro. Cuando Fernanda y Marta se acercan a ella. En ese instante, Fernanda le dice a Janet: — Querida Janet, tu hija es una preciosura de mujer… te felicito. Marta también le dice a Janet: — Indudablemente, Fernanda tiene razón, tienes la hija más bella de Pedraza. Janet se enorgullece de los comentarios de Fernanda y de Marta, y les dice: — Gracias, son muy amables al decir esas cosas de mi hija. Fernanda es imprudente, y le dice a Janet: — ¿Y el padre de Zafiro? Janet se queda unos segundos pensando, y luego le responde a Fernanda: — El murió. Marta dice: — Que pena, así que Zafiro es huérfana de padre… Janet mira a Zafiro, y le dice a Fernanda y a Marta: — Si, yo soy madre y padre para ella… El general se acerca a Janet y compañía, y les dice a todas: — Hoy es mi día de suerte, estoy rodeado de las mujeres más importantes y bellas de Pedraza. Janet, Fernanda y Marta, le agradecen al general. Cuando Fernanda le dice: — ¿Y su esposa general? — Ella está enferma, por eso no pudo venir a esta prestigiosa reunión. Marta le dice al general: — Hubiera sido mejor que se fuera quedado acompañándola a ella, quien sabe ella lo necesite en estos momentos. El general le responde firmemente a Marta, diciéndole: — A ella no le falta nada en la casa, por eso tiene tres empleadas a su servicio… con su permiso, ahora me voy a llevar a la anfitriona. Luego de alejarse de Fernanda y de Marta, Janet le dice al general: — Gracias. — De nada Janet, tenía que quitarte de esas víboras. Janet le expresa al general: — Ya me enteré que dio la orden de ejecutar a los hermanos Vargas, ¿por qué Lo hizo? — Con mucho respeto Janet, pero eso era necesario para mantener el orden en este pueblo. — Yo no creo eso, más bien, usted se ha ganado muchos enemigos. El general queda viendo a Janet, y le dice: — ¿Sabe usted algo que yo no sepa? — No, pero lo percibo con la mirada de las personas. En ese instante, el general comienza a ver a toda la gente. Y confirma lo que dice Janet. En el establo, Jasir le dice a Killand: — ¡Oye!, por qué no estas en la reunión. Yaro le dice a Jasir: — No molestes a Killand. Killand le contesta a Jasir: — No tengo nada que hacer allá, Janet está celebrando los cumpleaños de su hija… tengo que respetar eso. Morati se acerca a la casa. Cuando Alika lo abraza, y le dice: — ¿A dónde vas amor? — Solo quería ver que todo esté bien, no estoy acostumbrado a que el Arca llegue tanta gente. — Vamos, devolvámonos al establo. En la casa, Margot y Kenia quedan viendo como el esposo de Fernanda baila seguidilla con Zafiro, mientras David, el capitán del ejército, lo hace también con Janet. Kenia le expresa a Margot: — ¿Y esto no era una simple reunión? Margot se ríe, y le contesta a Kenia: — Que se diviertan. En ese instante, el general saca a bailar a Margot. Y llevan el compás perfectamente de la seguidilla. La celebración y el baile se extendió hasta altas horas de la noche. Y mientras todos seguían en fiesta, Killand y todos los demás, estaban durmiendo con la excepción de Abu, quien se levanta lentamente de la cama y va a donde está durmiendo Killand, y se queda observándolo por unos segundos. Cuando sale del establo y recoge del suelo un grueso pedazo de leña. Y vuelve a entrar al establo para hacer su cometido. Abu se dispone a darle en la cabeza a Killand. Cuando Nassoumi comienza hablar dormida, diciendo: — A ellos no, no les hagan daño, no… Abu se asusta, y sale corriendo del establo. Cuando Yaro que está al lado de Nassoumi se despierta, y le dice: — ¿Qué te pasa mujer? Nassoumi se despierta, y le responde a Yaro: — ¿Qué sucede? — Eso mismo te digo yo, estas hablando dormida…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD