ETERNOS

CUESTIONADOS

Después de la muerte de los presos, el general le dice al pueblo:

—   Préstenme atención… hagan silencio, esto que hice lo tenía que hacer. Y se seguirá haciendo, para que nadie cometa el error que estos presos cometieron, mientras que yo esté aquí… nadie se va a burlar de la ley.

La familia Alcabú se miran unos a los otros. Cuando el general los ve, y les dice:

—   ¡Familia Alcabú! Yo les pido disculpas… yo estaba equivocado con ustedes e iba a cometer una gran injusticia… de nuevo unas disculpas.

En el Arca, con un genio aterrador, Abu entra al establo. Y ve que casi todos están comiendo. Cuando Nassoumi le pasa un plato de comida, y le expresa:

—   ¡Mira!... come, tú también necesitas recuperar fuerzas.

Abu coge el plato de comida, y les dice a todos:

—   Coman todos ahora, porque Killand se va a encargar de sacarnos a todos de aquí.

Morati se levanta de su puesto. Y para no pelear con Abu se sale a comer afuera del establo. Cuando Saud le dice a Abu:

—   ¿A qué te refieres con eso?

Abu deja de comer por unos momentos, y de solo acordarse de Killand y de Janet, explota en rabia y les dice a todos:

—   Killand se está metiendo con la señorita Janet, la está irrespetando.

Las palabras de Abu generan gran controversia entre todos, que hace que Morati vuelva a entrar al establo. Y lo quede viendo. Cuando Alika le dice a Abu:

—   Eso que has dicho es muy serio y delicado, cierra tu boca.

Morati le dice a Abu:

—   Ten mucho cuidado con levantar falsos testimonios, porque es grave lo que dices.

Ashanti, Nassoumi y Naina, se quedan calladas. Cuando ven pasar a Zafiro y Abu aprovecha ese momento, y dice fuertemente:

—   JANET Y KILLAND ESTAN JUNTOS, ESA ES LA VERDAD.

Yaro se levanta y le tapa la boca a Abu. Cuando Zafiro entra al establo, y les dice a todos:

—   ¿Qué es lo que están hablando de mi madre y de Killand?

Morati trata de evadir el problema, diciéndole a Zafiro:

—   Lo que el dijo, es que Janet es una buena patrona, y que Killand…

Zafiro interrumpe a Morati, diciéndole:

—   Deje así, ustedes me creen tonta, pero se equivocan.

De inmediato, Zafiro se va muy enojada para su casa. Cuando encuentra a Janet en la puerta.

En ese momento, Killand sale del bosque y se dirige hacia el establo, pero se encuentra con Manuel, quien le pega una bofetada, y le dice:

—   Te salve de los Vargas. Para que vengas a pórtate de esa manera tan atrevida. Para con la dueña.

—   ¿Por qué me pego?

—   Y tienes el descaro de preguntar, eres un sinvergüenza. No pensé que eras tan atrevido.

—   Pero… ¿que hice?

—   ¿Vas a negar que te estas metiendo con Janet?

Killand agacha su cabeza, y luego con mucha sinceridad, le expresa a Manuel:

—   Yo a esa mujer la amo, y voy a luchar para seguir juntos, gústele a quien le guste.

—   Mira lo que estás diciendo Killand, porque no buscas a alguien que no te vaya atraer problemas… las personas nunca van aceptar esa relación.

—   Con que me acepte ella, a mí eso me basta.

—   Tu eres un esclavo y ella es la persona más importante de Pedraza, piensa en ella Killand… le vas atraer problemas.

—   Usted puede decir lo que quiera, y cuando quiera, pero nunca me va hacer cambiar mi forma de pensar… yo le agradezco mil veces que me haya rescatado de las garras de los Vargas, pero eso no le da derecho de meterse en mi vida, Janet y yo, ya estamos grandes para saber lo que queremos.

Manuel queda mirando a Killand, y luego se va de ese lugar.

Janet al ver enojada a Zafiro, le expresa:

—   ¿Qué te ocurre?

—   ¿Qué tienes con Killand?

Sorprendida, Janet le contesta con otra pregunta:

—   ¿Qué pasa con él?

—   ¿Tú también me crees tonta? Es mejor que me digas la verdad ahora, y la quiero escuchar de ti y no de otro.

—   ¿De otros?, acaso alguien está hablando de mí?

—   Si, en el lugar donde descansan los trabajadores, escuche que hablaban de Killand y de ti.

Janet se enoja un poco, y de inmediato le dice a Zafiro:

—   Si, Killand y yo tenemos algo.

Zafiro queda con la boca abierta por unos segundos, y luego le expresa a Janet:

—   ¿Desde cuándo?

—   Hace poco… ¿qué piensas?

—   Que voy a pensar, estoy abrumada… no entiendo nada… ¿estas enamorada de Killand?

—   Esa es una buena pregunta, la cual ahora no voy a responder.

—   Es tu vida Janet, y yo no tengo el derecho de meterme en tu relación.

Janet se sonríe un poco, y le dice a Zafiro:

—   Qué bueno que lograste entenderme.

En el establo, Killand entra a donde están todos. Y todos sus amigos lo quedan viendo extraño.

En seguida, Abu se va del establo, mientras Morati baja la cabeza junto a Ashanti.

Killand les dice a todos:

—   ¿Qué pasa?

Saud le responde a Killand:

—   Abu dice que te estas metiendo con Janet, ¿eso es verdad?

Killand se enfurece, y sale corriendo en busca de Abu.

En ese momento, Killand alcanza a Abu, y le pega una patada por la espalda. Haciéndolo caer al suelo.

Killand se le tira encima, y lo golpea en repetidas ocasiones, diciéndole:

—   Metete en tus asuntos, no me jodas la vida.

En ese instante, Morati y Saud cogen a Killand. Y lo apartan de Abu. Cuando Facundo llega, y les dice:

—   ¿Pero que les pasa a ustedes?

En la Plaza mayor, los cadáveres de los Vargas y de Batista, Son bajados de la tarima y puestos en un carruaje. Para luego irlos a enterrar.

El general se monta a su carruaje. Cuando David hace detener el carruaje del general, y le dice:

—   Señor, debo de contarle, que hay mucha gente que esta contra usted. Y están hablando de sacarlo del cargo.

—   Voy a estar preparado para todo.

En el Arca, Morati tiene sostenido a Killand. Cuando Facundo le dice a Abu y a Killand:

—   No van a contar que es lo que sucede aquí… Killand, tú por qué le estabas pegando a Abu.

En ese instante, todos los del establo llegan a ese lugar. Cuando Abu se levanta y les dice a todos.

—   Este infeliz me ataco por la espalda e intento matarme.

Killand se sale de control, y le dice a Abu:

—   Se hombre y di la verdad, eres un cobarde Abu, solo esperas el momento para atacarme.

Saud y Yaro se meten en el medio. Cuando Alika también se mete en el medio, y les dice:

—   ¡Oigan ustedes!, Janet se está acercando para acá, así que dejen de pelearse y compórtense.

Janet y Zafiro se acercan al ver que todos están reunidos, y gritando.

Janet les dice a todos:

—   ¿Qué está sucediendo aquí?

Facundo le responde a Janet:

—   Encontré a Killand pegándole a Abu.

Killand les dice a todos:

—   Abu me provocó. Y yo respondí como debe ser.

Ante la mirada de Zafiro y de todos los demás, Janet le dice a Killand:

—   ¿Por qué reaccionaste de esa manera?

Killand se queda callado. Cuando Ashanti le dice a Janet:

—   Todo esto es su culpa.

Morati coge fuertemente de la mano derecha a Ashanti, y le dice junto a Alika:

—   No te metas en esto.

Janet le dice a Abu y a Killand:

—   ¿Ustedes están peleando por mi culpa?... vengan los dos para acá.

Janet separa a Killand y Abu del grupo, y se van hablar cerca de la casa. Cuando Abu le muestra a Janet sus labios ensangrentados, y le dice:

—   Mire señorita, me ataco a traición, Killand no es un hombre de quien confiar.

Killand pone su mano derecha en su rostro, y le dice a Janet:

—   Por favor, calle a este tipo. Todo lo que es diciendo es mentira.

Janet les dice a los dos:

—   Espero que esto no se presente de nuevo, ustedes y como todos los demás, deben de respetarse el uno al otro.

Killand le dice a Janet:

—   Abu anda diciéndole a todo el mundo que los dos tenemos algo…