Janet mira a Abu, y le dice:
— ¿Es cierto eso?
Abu le miente a Janet, diciéndole:
— Este tipo esta alucinando, yo nunca he dicho eso.
Killand no puede creer lo que está escuchando, y le dice a Abu:
— Eres un ser despreciable, pero de nada te vale mentir, porque tengo de testigo a todos.
De inmediato, Janet les dice a los dos:
— Voy arreglar esto de una vez por todas.
En ese instante, Janet hace reunir a todos sus trabajadores.
Kenia le dice a Margot:
— ¿Qué será que está pasando?
Asustada, Margot le queda viendo la cara a Zafiro, y luego le responde a Kenia:
— Debe ser algo muy serio.
En ese momento, Manuel también se acerca a la reunión. Cuando Janet les dice a todos:
— Para que se acabe la habladuría o cualquier comentario mal intencionado, les voy a decir algo importante… Joaquim y yo estamos juntos. Y espero que todos ustedes incluyendo a mi hija, respeten eso.
Todos quedan confundidos con el nombre que dijo Janet. Cuando Naina alza su mano derecha, y le dice a Janet:
— ¿Quién es Joaquín?
Janet cruza sus manos, y le responde a Naina:
— Así le digo a Killand.
De inmediato, todos quedan mirando a Killand. Cuando Janet les vuelve a decir:
— Espero que todo este claro y podamos seguir trabajando.
Todos le dicen a Janet:
— Si señora.
Killand se siente seguro y sale del grupo. Y se pone al lado de Janet.
En ese momento, Ashanti ve a Janet y a Killand con odio, y dice en voz baja:
— Como los detesto.
Zafiro al ver eso se va para la casa. Cuando Janet la sigue. Y la detiene, diciendo:
— Yo no quería que te sintieras mal, yo quiero lo mejor para ti.
— No te preocupes, ahora tendrás más tiempo para el que para mi, y yo que estaba buscando espacio para decirte de mis cumpleaños.
— No lo sabía.
— No tenías que saberlo Janet, al fin y al cabo, tú no eres mi verdadera madre.
Janet comienza a ponerse muy brava con Zafiro, y le expresa:
— Yo no soy tu madre verdadera, pero te quiero como si lo fuera y voy a celebrar esos dieciséis años por todo lo alto, porque eres mi hija.
Zafiro se sonríe un poco, y le dice a Janet:
— ¿Yo soy más importante que Killand?
— Claro que si tú eres mi consentida.
Janet coge los cachetes de Zafiro. Cuando esta le pregunta:
— ¿El nombre que dijiste allá con los demás, el cual llamas a Killand, era el mismo cuando estábamos en Cádiz?
— Eso no tiene importancia.
— Claro que si lo tiene, porque quiere decir que tú me incumpliste.
— Bueno Zafiro, olvídate de eso y ocupémonos de tus cumpleaños.
Dos días después, 7:00 pm, el Arca se llena de personas importantes, gracias a la invitación de Janet. Para celebrar los dieciséis años de su hija.
En ese momento, Janet se encuentra viendo desde lejos de la sala. Como el general y otros invitados, le dan regalos a Zafiro. Cuando Fernanda y Marta se acercan a ella.
En ese instante, Fernanda le dice a Janet:
— Querida Janet, tu hija es una preciosura de mujer… te felicito.
Marta también le dice a Janet:
— Indudablemente, Fernanda tiene razón, tienes la hija más bella de Pedraza.
Janet se enorgullece de los comentarios de Fernanda y de Marta, y les dice:
— Gracias, son muy amables al decir esas cosas de mi hija.
Fernanda es imprudente, y le dice a Janet:
— ¿Y el padre de Zafiro?
Janet se queda unos segundos pensando, y luego le responde a Fernanda:
— El murió.
Marta dice:
— Que pena, así que Zafiro es huérfana de padre…
Janet mira a Zafiro, y le dice a Fernanda y a Marta:
— Si, yo soy madre y padre para ella…
El general se acerca a Janet y compañía, y les dice a todas:
— Hoy es mi día de suerte, estoy rodeado de las mujeres más importantes y bellas de Pedraza.
Janet, Fernanda y Marta, le agradecen al general. Cuando Fernanda le dice:
— ¿Y su esposa general?
— Ella está enferma, por eso no pudo venir a esta prestigiosa reunión.
Marta le dice al general:
— Hubiera sido mejor que se fuera quedado acompañándola a ella, quien sabe ella lo necesite en estos momentos.
El general le responde firmemente a Marta, diciéndole:
— A ella no le falta nada en la casa, por eso tiene tres empleadas a su servicio… con su permiso, ahora me voy a llevar a la anfitriona.
Luego de alejarse de Fernanda y de Marta, Janet le dice al general:
— Gracias.
— De nada Janet, tenía que quitarte de esas víboras.
Janet le expresa al general:
— Ya me enteré que dio la orden de ejecutar a los hermanos Vargas, ¿por qué Lo hizo?
— Con mucho respeto Janet, pero eso era necesario para mantener el orden en este pueblo.
— Yo no creo eso, más bien, usted se ha ganado muchos enemigos.
El general queda viendo a Janet, y le dice:
— ¿Sabe usted algo que yo no sepa?
— No, pero lo percibo con la mirada de las personas.
En ese instante, el general comienza a ver a toda la gente. Y confirma lo que dice Janet.
En el establo, Jasir le dice a Killand:
— ¡Oye!, por qué no estas en la reunión.
Yaro le dice a Jasir:
— No molestes a Killand.
Killand le contesta a Jasir:
— No tengo nada que hacer allá, Janet está celebrando los cumpleaños de su hija… tengo que respetar eso.
Morati se acerca a la casa. Cuando Alika lo abraza, y le dice:
— ¿A dónde vas amor?
— Solo quería ver que todo esté bien, no estoy acostumbrado a que el Arca llegue tanta gente.
— Vamos, devolvámonos al establo.
En la casa, Margot y Kenia quedan viendo como el esposo de Fernanda baila seguidilla con Zafiro, mientras David, el capitán del ejército, lo hace también con Janet.
Kenia le expresa a Margot:
— ¿Y esto no era una simple reunión?
Margot se ríe, y le contesta a Kenia:
— Que se diviertan.
En ese instante, el general saca a bailar a Margot. Y llevan el compás perfectamente de la seguidilla.
La celebración y el baile se extendió hasta altas horas de la noche. Y mientras todos seguían en fiesta, Killand y todos los demás, estaban durmiendo con la excepción de Abu, quien se levanta lentamente de la cama y va a donde está durmiendo Killand, y se queda observándolo por unos segundos. Cuando sale del establo y recoge del suelo un grueso pedazo de leña. Y vuelve a entrar al establo para hacer su cometido.
Abu se dispone a darle en la cabeza a Killand. Cuando Nassoumi comienza hablar dormida, diciendo:
— A ellos no, no les hagan daño, no…
Abu se asusta, y sale corriendo del establo. Cuando Yaro que está al lado de Nassoumi se despierta, y le dice:
— ¿Qué te pasa mujer?
Nassoumi se despierta, y le responde a Yaro:
— ¿Qué sucede?
— Eso mismo te digo yo, estas hablando dormida…