ETERNOS

EL ROBO

El día siguiente, todos se ponen a trabajar desde temprano en el Arca. Haciendo que las tierras sigan siendo las mejores de Pedraza.

Janet se sienta junto a una vaca y mira a Zafiro, y le expresa:

—   Observa con mucho cuidado.

En ese instante, Janet comienza a ordeñar con mucho cuidado y con delicadeza, y le dice a Zafiro:

—   Acércate a un más, y mira como saco la leche de esta vaca… no tengas miedo, y pégate a mí.

Zafiro se sienta junto a Janet. Y como su madre saca la leche.

Luego de esa demostración, Janet le dice a Zafiro:

—   Ahora te toca a ti.

Con un poco de miedo, Zafiro coge la ubre de la vaca, y comienza a imitar a Janet, pero saca muy poquita leche.

Janet se sonríe, y le dice a Zafiro:

—   Hazle un poco más fuerte.

—   ¿Y si le duele?

—   No te preocupes Zafiro, intenta con un poco más fuerza.

De inmediato, Zafiro ordeña con mucha más fuerza, y logra sacar más leche.

Janet se alegra, y le dice a su hija:

—   Así es como se hace.

En los cultivos, Ashanti deja de recolectar las verduras, las cuales están adjudicadas a Kenia, Naina, Alika y a ella.

En ese instante, Ashanti se va al trigal, y le dice a Killand, quien está cortando trigo junto a Jasir y Abu:

—    Hola.

Killand mira a Ashanti, y le responde:

—   Hola Ashanti, ¿tú no estabas recogiendo las verduras?

—   Si, pero tenía que decirte algo que durante muchos días tengo guardado.

Jasir se sonríe al ver a Killand con Ashanti, mientras Abu se queda viéndolos sigilosamente.

De inmediato, Killand le dice a Ashanti:

—   Ve y sigue ayudando a las demás mujeres. A recoger las verduras, mira que tu padre y Manuel están trabajando en los carruajes. Para llevar eso al mercado.

Ashanti se acerca un poco más a Killand, y le expresa:

—   Lo que te tengo que decir es más importante que todo eso.

—   ¿Y qué es?

En ese instante, Alika encuentra a Ashanti, y le grita con gran potencia:

—   ¡¿QUÉ HACES ASHANTI?!, VUELVE CON NOSOTRAS.

En seguida, Ashanti se enoja un poco y se va con su mamá. Cuando Jasir se acerca a Killand, y le dice:

—   Esa mujer está totalmente enamorada de ti.

—   Eso sospecho, pero mi corazón ya tiene dueña.

—   ¿Sigues soñando con la señorita Janet?

—   Es inevitable, desde que la vi, me enamoré de ella.

—   Hay Killand, mejor ponte a trabajar, ese es un amor imposible.

En ese momento, Morati, Yaro y Saud, cargan los carruajes de frutas y verduras, mientras Manuel cuenta todo el producido y se prepara para salir junto a Facundo. Para vender todo al mercado.

En ese instante, Emilio va al establo de las vacas, y le dice a Janet:

—   Jefa, ya esta todo listo.

Janet se levanta, y le dice a Emilio:

—   ¿Cómo me llamaste?

—   Eh… ¿que dije de malo?

—   Emilio, mi nombre es Janet.

—   Si señora, no vuelve a suceder… bueno, ya los carruajes están listos para salir. Y repartir todo el producto en el comercio.

Janet le dice a Zafiro:

—   Ya terminamos con las vacas, afuera a ver las cargas.

Zafiro se levanta y acaricia la vaca que estaba ordeñando, y le dice a Janet:

—   Ya aprendí.

En ese instante, Janet, Zafiro y Emilio, salen del establo. Y separan al frente de los carruajes observando como Manuel y Morati terminan de organizar todo.

Manuel se da vuelta, y le dice a Janet:

—   Ya todo está listo, Facundo y yo vamos a repartir esto al comercio.

Janet le dice a Manuel:

—   Todo está bien.

Morati se acerca a Janet, y le dice:

—   Señorita Janet, si gusta yo puedo acompañar los carruajes.

Janet pone su mano izquierda en el hombro derecho de Morati, y le contesta:

—   No, tranquilo… ¿me recuerdas tu nombre?

—   Morati.

—   Tranquilo Morati, Manuel y Facundo se van a encargar de todo esto, además, ustedes necesitan descansar.

—   Gracias señora.

En ese instante, Manuel y Facundo se van del Arca con todo lo que recogieron.

En seguida, Janet le dice a Zafiro:

—   ¿Quieres ir a la caballeriza?

—   ¿En ese lugar llevaron a Dorado?

—   Si.

—   Entonces vamos.

En el camino hacia el mercado de Pedraza, Manuel detiene su carruaje al ver un ciervo tirado en la mitad de la vía, y se baja.

Facundo también detiene el otro carruaje, y le dice a Manuel:

—   ¿Qué pasa Manuel?, ¿porque te detienes?

Manuel se acerca al ciervo y se cerciora que está muerto, y le dice a Facundo:

—   Bájate, y ven ayudarme a correr este pesado animal hacia el monte.

De inmediato, Facundo se baja del carruaje que el conduce. Cuando es abordado por tres hombres encapuchados, quienes le ponen sus espadas en el cuello.

Manuel se da vuelta. Y al ver la escena, les dice a los sujetos:

—   Esperen, no le hagan daño.

En ese instante, Manuel siente el frio de una espada en su cuello, y alza sus manos. Cuando el encapuchado le dice:

—   Camina a donde esta tu otro compañero.

En ese instante, los ladrones amarran a Facundo y a Manuel. Y se llevan los dos carruajes con todos los cargamentos.

Cinco minutos más tarde, el carruaje de la familia Morales se detiene al ver a Manuel y a Facundo amarrados en el suelo. Y se bajan ayudarlos.

En ese instante, Fabian y Marcia desamarran a Manuel, quien les dice a los dos:

—   Gracias.

De inmediato, Marcia desamarra a Facundo. Cuando Fabian les dice a los dos:

—   ¿Quién les hizo esto?

Totalmente enojado, Manuel les dice:

—   Unos ladrones nos robaron todo el cargamento que llevábamos al centro de Pedraza.

Marcia y Fabian quedan aterrados, y al mismo tiempo dicen:

—   Qué horror.

Manuel les dice:

—   Por favor, necesitamos al Arca. Para informar lo que sucedió.

De inmediato, Fabian le responde a Manuel:

—   No hay ningún problema, nosotros los llevamos.

—   Gracias.

En ese momento, los Morales se llevan a Facundo y a Manuel en su carruaje.

Tierras de los Vargas, con capucha en mano, Esteban, Batista, Alonso y Benítez, se ríen del gran robo que le hicieron a Janet. Y celebran su victoria. Cuando Esteban un poco, y le dice a Batista:

—   Como las tierras de Janet y las mías son vecinas, mejor guardemos todo esto, y perdamos a esos caballos, pero rápido… Janet podría venir a preguntar si alguien de aquí ha visto algo. Y no queremos que vea nada de esto.

Batista le dice a Esteban:

—   Cierto, ella puede aparecer acá.

Minutos después, los morales dejan a Manuel y a Facundo en el Arca y se van.

En seguida, Manuel corre y busca a Janet por todos lados, y le pregunta a Morati:

—   ¿Dónde está Janet?

—   Ella está en la caballeriza junto a su hija.

De inmediato, Manuel corre para allá. Cuando Morati le dice a Facundo:

—   ¿Qué pasa?

—   Nos robaron el cargamento.

En ese momento, Manuel encuentra a Janet y a su hija en la caballeriza. Y sin descansar le dice:

—   Janet, nos robaron en el camino.

Janet se baja de su caballo blanco, y le dice a Manuel:

—   ¿Cómo así?...