TRAS LA PISTA DEL ROBO

1118 Words
Norte de Valencia, Fernando toma vino y celebra con gran complacencia, el robo que le hizo a Pedro. Cuando Elena le dice: — ¿Qué pasa aquí? — Estoy contento mujer. — ¿Qué estas celebrando? Fabián también ve a Fernando con una alegría excesiva y se queda observándolo. Cuando Fernando le responde a Elena: — Estoy celebrando que soy la persona mas brillante y rica de la ciudad, el dinero me persigue. Elena ve a su hijo. Y luego le expresa a Fernando: — Pero no te excedas con la bebida… En la mañana siguiente, Alejandro vuelve a casa de Candela. Cuando esta le dice: — No ha llegado. En broma, Polinar se acerca a Alejandro, y le dice: — ¿Se te perdió la mujer? Alejandro no le dice nada y se vuelve a ir de la casa, mientras los militares que acompañaban a Pedro siguen buscando la mercancía. En casa de Laura, Pedro se levanta de la cama y se acuerda de lo que le paso con su mercancía, y dice: — ¿Quién se atrevió a tanto? Laura entra en la habitación, y le dice a Pedro: — Aquí te traigo un desayuno. — No te fueras molestado. — Como no, necesitas comer… y ya no estes más preocupado, como te dije ayer. Yo voy a invertir en el café… Siguiendo el rastro de los carruajes, Janet camina durante varias horas, mientras toda la gente que pasa la queda viendo constantemente. Janet sostiene su caballo. Y no le hace caso a la gente y sigue viendo el piso. Hasta llegar a una esquina donde las huellas de los carruajes están confusas. En ese instante, Janet se agacha y observa el suelo con gran detenimiento, y dice: — Tendré que jugármela por el lado derecho, si, es donde más pronunciadas están… En ese instante, Janet se monta en su caballo y se va cabalgando por el camino del lado derecho. Norte de Valencia, al ver el comportamiento de su padre, Fabián sale de su casa y se monta en uno de sus carruajes. Y se va al negocio de café de su padre. Minutos después, Fabián se baja del carruaje y ve desde lejos a Luis y a Rodolfo, quienes están hablando mientras observan el mar. Fabián se acerca a ellos, y les dice: — Buenas señores. De inmediato, Luis y Rodolfo se dan vuelta. Y le responde: — ¡Buenas! Luis le dice a Fabián: — Joven Fabián, ¿usted por acá? Rodolfo también le dice a Fabián: — Hace tiempo que no la vía por estos lugares. Fabián les dice a los dos: — Es que venía a ver con mis propios ojos, el gran negocio que hizo mi padre ayer. Rodolfo y Luis se quedan mirando, y luego Luis dice: — ¿Negocio? Que yo sepa en estos días no sea enviado nada en los barcos. Desconcertado, Fabián dice: — No, ustedes tienen que estar equivocados, aquí tuvo que hacerse un gran negocio, porque de lo contrario no se explicaría lo de anoche. Rodolfo le expresa a Fabián: — No sé de qué hablas muchacho, como te dijo Luis, tu padre no ha mandado nada por estos días a los barcos… ¡espera!, Manolo… Luis le dice a Rodolfo: — ¿Qué pasa con Manolo? — Él es el único que puede decir algo. Fabián le dice a Rodolfo: — ¿Por qué dices eso? Rodolfo recuerda a Fernando y a Manolo, quienes hablaban misteriosamente, y le dice a Fabián: — Pues tu padre estaba hablando secretamente con Manolo, creo que él puede sacarte de dudas. Fabián les dice a los dos: — ¿Y ustedes saben dónde está Manolo? Luis le responde a Fabián: — No sabemos, es mejor que te sientes y lo esperes, debe de venir con tu padre en cualquier momento. Fabián da la vuelta y se va a buscar por los al rededores y entre la gente, pistas de Manolo… Alejandro sigue buscando a Janet por todas partes, mientras ella cabalga hasta acercarse a la casona. Donde Fernando guardo la mercancía. Janet se baja del caballo y ve a un hombre y una mujer desde lejos, y dice: — Nada pierdo por preguntar. Janet espera a que las dos personas se acerquen. Cuando le da por mirar a su derecha, y ve una bonita casona entre los árboles. En ese instante, Janet deja a las dos personas y se va caminando hacia ese lugar viendo siempre el piso. Janet deja el caballo a un lado y llega a la puerta y forcejea con la cerradura en varias oportunidades, y luego de no poder abrir, se pone a buscar algún hueco en la puerta. Para ver que hay dentro, pero no logra ver nada. En ese momento, Janet separa al frente de la casona, y dice: — Esto no me va a quedar grande, aquí debe de haber algo y yo lo voy a descubrir. Janet utiliza su caballo para pararse encima de él. Y así tratar de subirse al techo de la casa. Cuando Fernando la mira desde lejos, y le dice: — Señorita, ¿se le perdió algo allá? Janet se asusta y mira a dos hombres que nunca antes había visto, y les dice: — Ah… Manolo le dice a Fernando: — Esta mujer nos ha descubierto, ¿qué hacemos con ella? Rápidamente, Janet se inventa algo al ver de nuevo el techo, y les dice: — Es que tenía un pájaro y el voló hasta este lugar. Fernando se sonríe un poco, y le dice a Manolo: — Cree que somos tontos. — Bajemos a esa mujer de allá. — Espera, dejemos que ella lo haga sola y se gane nuestra confianza… no vas a negar que es preciosa. — Si, pero nos puede delatar. En ese instante, Janet se baja del techo de la casona verde, y luego les dice: — Bueno, ya me voy para mi casa, así que espero no tener ningún problema con ninguno de los dos… En casa de Laura, Pedro besa a su novia. Cuando esta le dice: — Vete ya… ve y vuelve hacer negocios para que no pierdas tus contactos en los barcos. — Si, pero primero voy averiguar con los militares lo de la mercancía robada, necesito saber cómo les fue. Casona verde, Fernando le dice a Janet: — ¿Qué paso con el pájaro? — Ya se fue, así que me voy para mi casa. En seguida, Janet se monta en su caballo. Cuando Fernando y Manolo se hacen a un lado del camino. Janet desconfía de los dos, pero de todas formas decide pasar por su lado. Cuando estos se le tiran encima…
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