UN LUGAR MUY SOSPECHOSO

1075 Words
En ese momento, Fernando coge del pie izquierdo de Janet y la hace caer del caballo, mientras Manolo controla el caballo para que no se vaya. De inmediato, Janet saca su espada. Cuando Manolo se ríe a carcajadas, y le dice a Fernando: — ¿Qué pretendes hacer con eso? Suelta esa espada mujer. Janet le dice a Fernando: — Solo les diré esto, espero que ustedes dos no estén implicados en el robo de don Pedro. Porque sería fatal. — Manolo mira a Fernando, y después le dice a Janet: — ¿De que estas hablando? Janet les dice a los dos: — Suelten mi caballo y les prometo que no los atacare. Fernando se sonríe un poco y con su cabeza le ordena a Manolo que atrape a Janet por la espalda. Manolo comienza a acercarse a Janet por la espalda. Cuando esta pierde la paciencia y se le va encima a Manolo. Y le hace una cortada en el lado izquierdo y le pega una patada en el pecho. Aprovechando que este estaba gritando de dolor. De inmediato, Janet se monta en su caballo y sale de ese lugar a toda velocidad. Estupefacto, Fernando auxilia a Manolo, diciéndole: — Esa mujer es una verdadera fiera. Manolo grita del fuerte dolor que tiene en su brazo izquierdo. Y entre sus gritos le dice a Fernando: — Quiero que atrapes a esa mujer. — Ya se escapó, ahora hay que preocuparnos por esta herida… En la ciudad, Fabián sigue buscando pista de Manolo. Cuando ve a Alejandro pasar en su caballo, y le grita: — ¡ALEJANDRO! En seguida, Alejandro hace que el caballo se detenga, y luego le dice a Fabián: — ¿Qué quieres? — ¿Qué sabes de la mercancía de don Pedro? — Todavía los militares están en eso, pero no puedo dar más detalles, porque ahora estoy muy ocupado buscando a Janet, ella esta desaparecida desde ayer. — ¿Qué le has hecho a Janet? — No tengo tiempo para ti, si gustas, ayúdame a buscarla. De inmediato, Alejandro se va del lugar. Cuando Fabián se acuerda del rostro de Janet, y dice: — No puedo perderla. En ese momento, Fabián también se va a buscar a Janet… En el cuartel militar, el comandante le está dando unas indicaciones a Polinar. Cuando Pedro se presenta ante ellos, y les dice: — Buenas señores. El comandante le da la mano a Pedro, diciendo: — Buenas don Pedro, ya me enteré de lo que le paso y déjeme decirle, que antes de irme a la frontera de Portugal, vamos hacer todo lo posible para recuperar su mercancía. Eso tenga por seguro. Pedro mira a Polinar, y luego le dice al comandante: — ¿Y el sujeto que trajimos? ¿Ya hablo? — Me dicen que no, pero ahora que estoy aquí hablara. — ¿Y quién se quedó a cargo de esa búsqueda? El comandante se acerca Pedro y le responde: — Baez está a cargo de todo, no se preocupe… Después de media hora, Janet llega a la casona de Pedro. Y se baja del caballo y toca fuertemente la puerta, gritándole: — ¡PEDRO! ¡PEDRO! Después de unos segundos llamando a Pedro, Janet se vuelve a subir a su caballo, y dice: — Debe de estar donde Laura. Fabián alcanza a ver a Janet. Y antes de que se vuelva air acelera su carruaje y llega a donde esta ella, diciendo: — ¡Janet! ¿Dónde estabas? — Ahora no, tengo que encontrar a Pedro, creo que tengo una pista de donde se pueda encontrar su mercancía. — Yo te acompaño. Entonces vamos a la casa de la mamá de la Alejandro… Frente del hospital de la ciudad, Fernando trae a Manolo en su caballo, quien dice a cada momento: — ¡Me estoy desangrando!... creo que moriré pronto. — No seas cobarde Manolo y bájate de ese caballo. Me siento muy mal… Fernando, es en serio. Fernando pierde la paciencia y baja a Manolo del caballo. Y lo entra al hospital. En ese momento, Fernando le dice a Miguel: — Buenas, necesito atención médica. De inmediato, Miguel le ve el brazo izquierdo de Manolo, y les dice: — No es tan grave. En seguida, Manolo coge del cuello al médico, y le dice: — ¿Cómo es que dice? ¡¿Esto le parece que no es grave?! Fernando los desaparta. Y luego le dice a Manolo: — Compórtate y déjate atender del médico, yo tengo que irme de nuevo a la casona verde. — No me dejes solo. Fernando le expresa Manolo: — ¡Ya cállate! De inmediato, Fernando sale del hospital y se va a toda prisa a solucionar el problema que tiene con la mercancía. Cansado de recorrer gran parte de Valencia, Alejandro se detiene, y dice mirando hacia todas partes: — ¿A dónde estás? No me resigno a perderte… Alejandro recuerda el primer momento en vio por primera vez a Janet, y recuerda también, que ese día ella lo defendió de unos ladrones… En ese instante, Alejandro termina de convencerse de que perdió a Janet. Y se va a casa de su madre. Minutos después, Janet llega a casa de Laura y se acuerda que ella no puede ver a Fabián. Y se baja del caballo, y le dice: — Es mejor que yo siga sola, Laura no te puede ver. Fabián se baja del carruaje y le responde a Janet: — Yo estoy tratando de ayudar en todo esto, yo quiero que don Pedro recupere lo que le robaron. Laura abre la puerta y se lleva una gran sorpresa viendo a Janet, y le dice: — ¡Hija! ¿Dónde estabas? Laura abraza a Janet. Cuando esta le dice: — Estaba buscando alguna pista que me condujera con el paradero de la mercancía de don Pedro. Laura mira a Fabián, y luego le dice a Janet: — ¿Y este andaba contigo, quiero decir, pasaste la noche con él? Fabián se le adelanta a Janet, y le dice a Laura: — Señora, con todo respeto que usted se merece, pero deje de tratarme como si yo fuera su enemigo. Yo vengo a ayudar… no entiendo cuál es su problema. Janet le dice a Laura: — Fabián dice la verdad, él está aquí para ayudar. Laura siente un poco de pena, y le expresa a Fabián: — Está bien, está bien, discúlpame…
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