Minutos después, los ladrones llegan al lugar acordado por Fernando. Cuando Manolo sale de una casona, y le dice a Jaime:
— Muy buen trabajo.
De inmediato, Jaime se baja de su caballo, y le dice a Manolo:
— ¿Dónde está Fernando?
— Con calma chico, con calma.
— Yo hice el negocio con él.
En ese instante, Fernando sale de la casona, y le dice a Jaime:
— ¡Aquí estoy! Primero entren toda esa mercancía y luego les p**o, ¿estamos?
De inmediato, Jaime les dice a sus hombres:
— Ya oyeron a don Fernando, entren toda esta mercancía sin votar nada.
En ese instante, todos los hombres meten la mercancía robada en la casa abandonada de Fernando.
Manolo le expresa a Fernando:
— ¿Estás seguro que Elena no viene a esta casa?
— Ya te dije que no, además, las llaves de esa cerradura las tengo yo.
Jaime se acerca a Fernando. Cuando este saca una bolsa de dinero y se la entrega, diciéndole:
— Te estoy dando más de lo acordado.
Jaime le quita la cuerda a la bolsa y la abre, y luego le dice a Fernando:
— Esto es más de lo que yo le había pedido. Para los muchachos y yo.
— Eso es para que veas que yo p**o bien.
— Gracias.
— Ahora piérdete por un buen tiempo.
— Está bien.
En ese instante, Jaime le hace caso a Fernando y llama a toda su gente. Y se llevan los carruajes de Pedro hacia otra parte más segura.
Manolo le expresa a Fernando:
— Todo salió como lo esperábamos, ¿ahora cuál es el siguiente paso?
— Vamos a esperar un tiempo a que se calme todo con los militares. Y luego venderemos todo.
— ¿Militares?
— Si, Pedro va a recurrir a unos amigos que tiene para intentar encontrar su mercancía, pero le será inútil, esto le pasa por meterse en negocios, el cual yo manejo…
En el cuartel militar, Pedro entra a poner la denuncia del robo y lleva sujetado al único hombre que pudieron capturar.
En seguida, el sujeto fue enviado a una celda después que Pedro contara todo con detalles. Haciendo que una unidad de militares se prepare para salir a buscar la mercancía.
Janet y los demás se quedan afuera. Tratando de entender que fue lo que sucedió.
Después de unos minutos, Pedro y varios militares salen del cuartel. Y se montan en sus caballos.
De inmediato, Alejandro le dice a Pedro:
— Espera, nosotros te acompañaremos.
— No hace falta, ve y dile a tu madre lo que sucedió, yo después les cuento como me fue.
— Bueno.
En ese instante, Pedro se marcha junto a veinte militares.
En seguida, Fabián le dice a Janet y Alejandro:
— No se preocupen, los militares van ayudar a Pedro.
Janet le dice a Fabián:
— Gracias por tu ayuda.
Fabián coge la mano derecha de Janet, y le expresa:
— Por ti daría mi vida.
Alejandro coge del cuello a Fabián, y le dice:
— Parece que no te quedo claro lo que te paso en la playa.
— Que yo recuerde, ese día te gane fácilmente.
En ese instante, Janet se monta en su caballo y se va. Cuando Alejandro le grita:
— ¡JANET!
Después de tres horas, Pedro llega a casa de Laura y cuando esta abre, la abraza fuertemente.
Laura siente la tristeza de Pedro, y le dice:
— ¿Qué te ha pasado?
Pedro no puede contener sus lágrimas, y le responde:
— Me robaron todo…
En casa de Candela, Alejandro se cansa de buscar a Janet por todos lados y entra a la casa. Cuando Candela le dice:
— Si estas buscando a Janet, pierdes tu tiempo.
— Sabes algo de ella.
— No, te lo digo porque no la he visto entrar durante todo el día.
Alejandro se preocupa aún más, y dice:
— Pensé que ya estaba acá.
Candela se acerca a Alejandro, y le dice:
— ¿Ya la buscaste en casa de tu madre?
Alejandro mira a Candela y se contactó sale corriendo en busca de Janet.
En casa de Laura, Pedro se desahoga con su novia y se recuesta en su pecho, diciéndole:
— ¿Por qué paso eso si yo no le hago mal a nadie?, yo me retire del ejercito porque quería vivir mi vejes tranquilo. Junto a la mujer que amo… ahora perdí todo, todo lo que tanto esfuerzo conseguí… va ser muy difícil recuperarme de esto.
— Te equivocas Pedro, yo te voy ayudar para que salgas adelante.
Pedro mira fijamente a Laura, y le expresa:
— ¿En serio?
— Si, yo voy a invertir en el café, solo dime que tengo que hacer y yo lo hago.
— ¿Y Alejandro?
— ¿Alejandro qué?
— Pues él se pondrá molesto por esto.
— El dinero es mío y yo vere en que me lo gasto, por eso él estaba trabajando contigo. Porque tiene una mujer que mantener… no se diga más, desde mañana empieza a buscar otra vez tus contactos y vuelve a retomar tu negocio.
— Me da vergüenza contigo.
— Somos pareja y las parejas están para ayudarse… cuando Jacob estaba vivo, fui yo quien lo ayudé a salir adelante, así que no sientas vergüenza y recibe la ayuda.
Pedro le da un beso a Laura, y luego le dice con bastante emisión:
— Soy muy afortuna por tenerte, yo que haría sin ti…
Minutos después, Alejandro llega a casa de su mamá y encuentra a Pedro, y le dice:
— Hola, ¿cómo te fue con los militares?
— Ellos siguen buscando, pero hasta el momento nada.
— ¿Y mi madre?
— Ya viene, está en su habitación.
Alejandro pone sus dos manos en su cabeza. Cuando Laura le dice:
— Hijo, no te preocupes por lo de Pedro, yo le voy ayudar.
Alejandro mira a su mamá, y le responde:
— No, yo estoy así porque Janet se ha desaparecido.
Pedro dice:
— Ella siempre ha estado junto a nosotros.
Laura le dice a Alejandro:
— Debe de estar atendiendo a un herido, tú ya sabes cómo es Janet.
Alejandro se pone a pensar, y luego le expresa a su mamá:
— Puede que tengas razón, pero tengo una sensación extraña que me dice que Janet se fue de Valencia a seguir con su búsqueda.
Pedro mira a Laura y luego le expresa a Alejandro:
— ¿A qué te refieres con eso?
Alejandro se da vuelta y les dice:
— No me hagan caso, yo me entiendo…