UN SER MALIGNO

1093 Words
Después de varios minutos escondidos en un arbusto, Zafiro le dice a Janet: —   Tengo miedo, ¿será que estos hombres ya se fueron? Janet mira hacia todos lados, y le responde a su hija: —   No tengas miedo, Vamos a salir de esto juntas. —   ¿Por qué esos hombres nos persiguen?, ¿qué es lo que están buscando? —   No lo sé… esto nos cogió por sorpresa. —   ¿Qué vamos hacer? —   Zafiro, tenemos que seguir esperando, todavía no es seguro salir… —   Esos hombres querían hacernos daño. —   Si yo fuese estado sola, yo los había enfrentado. —   ¿Acaso no viste que eran muchísimos, además, la espada se quedó en la habitación, pero como sea ibas a buscar una muerte segura? Janet piensa:    “Como si pudiera morir” En ese instante, Abu se desespera tanto en la búsqueda de Killand, que uno de los esclavos le dice: —   Tenemos que buscar a la dueña del Arca. De inmediato, Abu le grita: —   ¡Tenemos que buscar a Killand! —   Killand es un esclavo igual que nosotros, no vamos a buscarlo a él, nosotros vamos por la dueña. Abu pierde la paciencia, y les grita: —   ¡Hagan lo que se les dé la gana!, pero mi venganza nadie me la quita. Todos los esclavos se apartan de Abu. Y se ponen a buscar a Janet y a su hija. Abu solo piensa en encontrar a Killand, y grita con todas sus fuerzas: —   ¡Yo te voy a encontrar! En la mañana, Janet decide salir del arbusto, y le dice a Zafiro: —   Vámonos de aquí. —   No sé dónde estamos, creo que pasamos las tierras de los murillos, pero el plan es encontrar un carruaje y salir de Pedraza. —   ¿Un carruaje a estas horas? —   Si, ¡caminemos! El general se encuentra con los esclavos que están persiguiendo a Janet. Y atrapan a siete de ellos, los demás se escapan por el monte. Minutos después, Janet y Zafiro caminan hasta llegar a un barranco de doscientos metros de altura. Zafiro pone sus manos en su cintura, y le dice a su mamá: —   ¡Estupendo!... ahora si tenemos que regresarnos, no vamos a poder seguir. —   Claro que sí, tenemos que ir hacia la izquierda por ese camino, y así podemos bajar con más seguridad este barranco. En ese instante, Abu sale del monte y encuentra a Janet de espalda, y le dice: —   ¡Este es mi día de suerte!... serás mía. Janet y Zafiro se dan vuelta rápidamente, y cuando ven a Abu, se asustan. Janet le dice a Abu: —   Deja que la niña se vaya, ella no tiene nada que ver en cosas de grandes, déjala que se vaya. Zafiro coge del brazo derecho y de la cintura a Janet, y le dice: —   Yo no me voy sin ti, si es de morir aquí, me muero contigo. —   No seas tonta Zafiro, a mí no me va a pasar nada, pero a ti si, vete de aquí. Abu se acerca un poco a Janet y a Zafiro, y les dice: —   Cuanto desee este momento. Janet observa la mirada aterradora de Abu, y le expresa: —   ¿Por qué quieres hacerme daño? ¿Fue porque te eche del Arca? —   No seas tonta Janet, yo nunca te haría daño… yo estoy haciendo todo esto porque te amo. Janet y Zafiro quedan estupefactas al escuchar eso. Cuando Janet le responde a Abu: —   ¿Has destruido todo lo que he levantado con gran sacrificio, solo porque me amas? —   Si, y mataría a quien se atreva a tocarte. —   ¿Qué le has hecho a Killand? —   Todavía nada, pero deja que lo vea… Janet se enfada con Abu, y le dice: —   Todavía estas a tiempo de cambiar tu destino. —   Janet, ¿me crees estúpido?, yo ya se mi destino… por todo lo que he hecho, yo no tengo salvación, pero antes de afrontar mi destino, tu serás mi mujer. Janet y Zafiro dan varios pasos hacia tras. Cuando Abu le dice a Janet: —   No te resistas, ¿o quieres que le haga daño a Zafiro? Zafiro le dice a Abu: —   Eres un ser malvado. Tu no mereces el amor de nadie. Totalmente ofendido, Abu le dice a Zafiro: —   Chiquilla insolente, ¿tu mamá no te enseño a respetar a tus mayores? En ese instante, Zafiro piza el borde del barranco y resbala. Cuando Janet alcanza a cogerla de la mano derecha, y le dice con gran desespero: —   ¡No te vayas a soltar! Abu se ríe, y le dice a Janet: —   ¡Suéltala! Ella es una carga para ti… vamos, suéltala, o las dos morirán cuando te golpee con este palo. En ese instante, Killand se le tira encima a Abu. Y lo tira al suelo. Dando vueltas con él, y diciéndole: —   ¡Desgraciado! No le vas a tocar un pelo a mi mujer. Killand le pega cuatro puñetazos a Abu en su rostro. Cuando este reacciona y le propina un puño en la cara, y se le monta encima. Y le pega varios golpes en la cara. Zafiro siente que se va a caer al barranco, y se despide de Janet, diciendo: —   Me hiciste sentir bien en todo este tiempo que estuvimos juntas, fuiste la mejor mamá que tuve. —   ¿Qué estás diciendo Zafiro? ¿Acaso piensas que vas a morir aquí?... no te rindas y trata de subir. Janet mira hacia tras, y ve a Killand peleando con Abu, y le grita: —   ¡Joaquín!, necesito tu ayuda, y rápido. Killand se da vuelta y tira al suelo a Abu. Pegándole una patada en su estómago. Y luego lo coge del cuello, y le pega otro tremendo puñetazo. Que lo deja tendido en el suelo. De inmediato, Killand corre al borde del barranco y ayuda a Janet a subir a Zafiro. En seguida, Zafiro les dice a los dos: —   Gracias, de verdad que pensaba que de esta no salía, la vi muy cerca. Janet le dice a Zafiro: —   ¡Ya vez! Yo te dije que íbamos a salir de esta juntas. —   Gracias mamá. Killand les dice a las dos: —   Bueno, vámonos de aquí, no sea que perdamos el equilibrio y caigamos abajo. Janet y Zafiro se sonríen, y dicen al mismo tiempo: —   Está bien. En ese instante, Abu se levanta y salta. Llevándose a Killand con él, hasta el fondo del barranco…        
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD