En ese instante, Janet y Guillermo se van a seguir sembrando. Cuando Sara le dice a su primo:
— No insistas más, ya perdiste a Janet.
Flora también le dice a Alfonso:
— Con el carácter que tiene Janet, dudo mucho que esta ves te perdone, mejor resígnate.
Alfonso mira muy mal a sus dos primas, y les dice:
— Parece que les afecto esa oscuridad que acabamos de vivir, como se les ocurre que yo me voy a resignar a perder una mujer como Janet, solo la muerte me separaría de ella… aún tengo las imágenes cuando ella dejo en ridículo a Duque.
En ese instante, Alfonso se va, mientras Sara va a ayudar a Janet y a Guillermo.
Flora le grita a Sara:
— Porque no me ayudas con los vestidos.
Sara se sonríe y le contesta a su prima:
— Prefiero ayudar a sembrar.
Sara se integra a Janet y Guillermo, y siembran media hectárea de verduras.
Alfonso se sube a su carruaje, y le dice a cesar:
— Súbete y llévame a pasear por el pueblo, necesito pensar.
— Si señor.
Cuartel militar, Gustavo reordena a sus militares, y les dice:
— Muy buen trabajo muchachos, cumplieron con a cabalidad mis órdenes. Y socorrieron a la gente en medio de ese fenómeno, que creo pánico y mucha zozobra en toda Pedraza.
En ese instante, uno de los militares que está cerca del General comienza a dolerle la cabeza y a tener un repentino escalofrió.
Gustavo alcanza a ver al militar un poco extraño, y le pregunta:
— ¿Qué pasa Velazco? Lo noto como si no estuviera a gusto en la fila.
Velazco comienza a sudar un poco, y cuando Gustavo se acerca a él, le dice:
— Solo tengo un pequeño dolor de cabeza.
— Seque se el sudor Velazco.
— Si señor.
Más apartado del grupo, Sendero también comienza a sentirse mal, y decide apartarse de los demás militares. Cuando Gustavo lo ve, y lo llama, diciendo:
— ¡Sendero!...
Gustavo les dice a todos los militares:
— Ya pueden ir a sus posiciones.
En ese instante, Gustavo se acerca a Sendero, y le expresa:
— Fue muy extraño lo que acaba de ocurrir en el cielo, te confieso que por momentos creí que la gente tenía razón.
Sendero no aguanta el dolor de cabeza, y le responde a Gustavo:
— ¿Razón de que?
— Que se iba acabar el mundo… pero observa, todo sigue como estaba antes…
Gustavo también nota extraño a Sendero, y le pregunta:
— ¿Estas bien?
— Si, solo estoy un poco cansado…
En el Arca, Janet y los demás terminan de sembrar. Cuando Sara le pregunta a Janet y a Guillermo:
— ¿Ustedes que piensan de lo que acaba de pasar, cuando se oscureció todo?, ¿creen también que podría ocurrir algo?
Guillermo seca su frente con un trapo, y le responde a Sara:
— Nadie sabe qué significado tenga ese repentino fenómeno… lo que si se decirte, es que yo me asuste mucho.
Janet le dice a Sara:
— No pensemos en lo que va a pasar o no, vivamos el día a día como hemos venido viviendo en familia, y si pasa algo lo afrontaremos, pero antes no nos angustiemos.
Sara cambia de tema. Y en el camino a la casa, les dice a los dos:
— ¿Ustedes que piensan de Fanor?
Guillermo se sonríe. Cuando Janet le responde a Sara:
— Ya te dije en la noche que lo presentaste por primera vez, a mí me cayó muy bien, pero lo más importante es te quiere… ¿porque preguntas eso Sara?, ¿acaso has visto algo?
— No, solo estoy un poco nerviosa por todo lo que ha pasado. Y hablo por hablar.
Guillermo le dice a Sara:
— Trata de tranquilizarte Sara, el mundo que conocemos no se va acabar…
En la noche, Fanor visita a Sara. Y en una muy buena cena donde Carlos y su esposa también están en el comedor, Fanor toma la mano de Sara y ante todos, le dice:
— ¿Quieres casarte conmigo?
Todos quedan sorprendidos con la noticia. Cuando Alfonso le dice a Fanor:
— No es como muy rápido, ustedes recién sean conocido.
Encantada con la noticia, Flora le dice a Alfonso:
— Déjalos en paz, ellos se ven felices.
Janet le expresa a Sara y a Fanor:
— Los felicito.
Sara les dice a Todos:
— Yo aún no he aceptado.
Fanor la mira y le expresa:
— ¿Qué sucede amor?, ¿no quieres casarte conmigo?
Sara los queda viendo a todos, y luego le dice a Fanor:
— Claro que sí, yo me muero por casarme contigo.
De inmediato, Fanor le da un beso a Sara, y se comprometen para casarse dentro de dos meses.
En ese momento de felicidad en la mesa, Guillermo comienza a sentirse mal. Cuando Carlos le dice a Sara y a Fanor:
— Ante mi esposa aquí presente y todos mis familiares, les deseo lo mejor, Sara se lo merece, ella ha sufrido mucho. Y me alegra que ella está contenta.
Sara le dice a Carlos:
— Gracias primo.
Flora observa a su esposo, tocándose mucho la frente, y le dice:
— ¿Te paso algo?
Guillermo se levanta del comedor, y le dice a Flora:
— Solo estoy un poco cansado.
De inmediato, Guillermo cae desmallado al suelo.
En seguida, todos intentan alzar a Guillermo. Cuando Judit les dice a todos:
— Apártense un poco, el necesita aire.
Janet también comienza a sentirse mal con dolor de cabeza y fiebre, pero se sienta de nuevo y trata de tranquilizarse.
Guillermo es cargado por Alfonso y Carlos, y es llevado hasta su cama. Donde Judit se queda atendiéndolo.
Flora toca la frente de su esposo, y le expresa:
— No me asustes Guillermo, quiero que te levantes de esa cama, y seas el mismo de siempre.
Judit le dice a Flora, a Sara, a Carlos y Alfonso:
— Salgan de la habitación. Para que me dejen trabajar.
En seguida, todos salen de la habitación. Cuando Alfonso mira a Janet todavía sentada en el comedor y con su mano derecha en su rostro, y le dice:
— ¿Amor, que te pasa?, ¿tú también estas enferma?
Janet le dice a Alfonso:
— Yo no soy tu amor.
De inmediato, Janet se intenta levantar, pero de un fuerte mareo se vuelve a sentar.
Fanor, Alfonso y los demás, atienden a Janet afanadamente. Cuando Sara dice:
— ¿Qué está pasando en esta casa?
En ese instante, Leonor les dice a todos:
— Algo le pasa a Cesar, vengan a verlo.
Alfonso y Sara ventean a Janet con sus manos, mientras Carlos y Fanor van a mirar lo que le sucede a Cesar en la cocina.
Flora comienza a llorar al ver que todos se están enfermando, y dice:
— Tuvo que ser esa oscurana tan repentina, eso nos está enfermando.
Alfonso carga a Janet y la a cuesta en su cama, y le dice a Sara:
— Mañana temprano tenemos que traer más médicos, Judit no podrá atendernos a todos al mismo tiempo.
El día siguiente, Judit no sabe que es lo que tiene Guillermo, Cesar y Janet. Y también se enferma junto a Carlos y Fanor.
Al ver que la situación empeoro, Alfonso le dice a Flora y a Sara:
— Voy por los médicos, cuídense.
Muy asustadas, Sara y Flora no saben que hacer al ver que Judit también se enfermó…