EL CASTIGO DEL REY

1514 Words
Estupefacta, Úrsula al ver que Janet no dejo comer al rey, y que ella comió sola, Piensa:    “Esto no me lo esperaba, no puede ser… si a esta mujer le pasa algo frente al rey… tendré graves problemas, voy a tener que inventarme algo” En casa del príncipe, la mamá de Mara llega a la casa, y le dice a su hija, quien les está dándole de comer a sus dos nietos: —   Hola hija, ¿por qué me han abandonado? —   Nadie te ha abandonado mamá, mira como los niños se alegran cuando te ven. —   Si, es que ellos son muy lindos… ¿y el príncipe? —   Anda cabalgando en su caballo favorito, él no quiere seguir recibiendo dinero del rey, y quiere buscar trabajo. —   Pero a este muchacho como se le ocurre pelear con el rey, tú tienes que convencerlo para que se arregle con su padre, y de paso le dices que hable con el rey sobre los impuestos, ya que están muy altos y ya hay males entre la gente… En el palacio, Janet se traga el pedazo de carne de cerdo. Cuando el rey le dice: —   ¿Y bien? ¿Qué sientes? Petrificada, Úrsula no para de sudar. Cuando Janet le dice al rey: —   Espera un momento, todavía no vayas a comer. Timoteo le dice a Janet: —   Deja de estar jugando Janet, y permite que todos comamos en paz. Janet le responde a Timoteo: —   No es un juego, el rey siempre tiene que estar protegido por un posible ataque o intento de asesinato. El rey le dice a Janet: —   Ya ha pasado un rato y no ha pasado nada, y la verdad yo tengo hambre, así que voy a comer. En ese preciso momento, Janet comienza asentir muchas náuseas y vomita en la mesa. El rey, Timoteo y Úrsula, separan inmediatamente de la mesa. Cuando Janet siente un dolor inmenso en su estómago, y le dice al rey: —   ¡La comida esta envenenada! El rey pone sus dos manos en la cabeza y mira a Úrsula, diciéndole: —   ¡Desgraciada! Tu intentaste matarme. Úrsula retrocede un poco. Poniéndose sus manos en el pecho. Cuando Timoteo le dice a su hermano: —   ¡Ella no fue! Ella no sería capaz de hacerte daño. Janet se siente aún peor. Cuando los militares que custodian al rey se acercan lentamente. Úrsula trata de salirse del problema, diciendo: —   ¡Úrsula! Fue la que enveneno a la reina Mérida, eso lo sé por Gabriel. Angustiado, el rey le dice a Janet: —   ¿Quién es Gabriel? —   Gabriel fue un guardia tuyo, que descubrió a Úrsula salir corriendo de la habitación de Mérida… ella la mato. Y ahora quiere matarte… yo soy médico y puedo asegurar que para que esto me esté pasando así… así, así de rápido… es, es porque esta mujer tuvo que echar… una gran cantidad de veneno. En ese instante, Janet cae al suelo y muere instantáneamente. De inmediato, el rey se enfurece como nunca, y les dice a los guardias: —   ¡Detengan a esta mujer! Úrsula sale corriendo. Cuando esta es atrapada por cinco militares. Petrificado, Timoteo no tiene reacción alguna y comienza a sudar como nunca. Cuando el rey le dice: —   Nuestros padres deben de estar revolcándose en sus tumbas al saber que mi propio hermano me ha traicionado. Timoteo reacciona, y le dice al rey: —   Yo no he hecho nada. Úrsula defiende a su esposo, diciendo: —   Es verdad, la del error fui yo, Timoteo no tiene nada que ver con esto. El rey les dice a los dos: —   Yo espero que Janet vuelva a la vida, como ya lo había hecho cuando cometí el error de tirarla a la caldera, porque si ella no separa de ahí, el castigo será diez veces peor de lo que van a recibir. Todos los empleados hacen acto de presencia y quedan aterrorizados al ver a Janet en el suelo. Y la sangre en el piso y comedor. Sebastián le dice al rey: —   Su alteza, ¿se encuentra bien? El rey no le contesta a Sebastián, y le dice a Timoteo: —   Tu eres un resentido, yo sospecho que estabas anhelando mi corona. Y por eso estabas conspirando en contra mía junto con esta. —   Estas equivocado hermano. Ragel llega al palacio y desde lejos ve una gran cantidad de personas alrededor del rey, y grita: —   ¡¿QUÉ PASA AQUÍ?! El rey le dice a Ragel: —   Lléveme a estos dos a la mazmorra. Ragel mira a Janet en el suelo, y le dice al rey: —   Señor, él es su hermano. Indignados, el rey le dice a Ragel: —   ¿Quieres hacerle compañía? —   No señor. —   Entonces cumple con lo que te ordene. De inmediato, Ragel y sus militares se llevan arrastras a Timoteo y a Úrsula hacia la mazmorra. Cuando Úrsula le grita a Anastasio: —   AGRADECE A EESA MUJER, TU ERAS EL QUE TENIA QUE ESTAR MUERTO. Ragel los saca a los dos de la presencia del rey, y lees dice: —   Ustedes no saben en que se metieron, el rey es muy vengativo. En ese instante, el rey le dice a Sebastián y a Alfredo: —   Carguen a Janet y llévenla hacia su habitación. Alfredo se acerca a Janet, y luego le dice al rey: —   Señor, la señorita Janet está muerta, ¿no es mejor buscar donde enterrarla? Con mucha agresividad, el rey le contesta a Alfredo: —   Al que voy a enterrar es a ti y a Sebastián, si no llevan a Janet a su habitación. Alfredo y Sebastián dicen al mismo tiempo: —   Si señor. Ante la mirada de los demás empleados, Sebastián y Alfredo cargan el cuerpo de Janet y la acuestan en la cama. Alfredo y Sebastián se quedan viendo. Cuando el rey entra en la habitación, y les dice: —   ¡Retírense! Alfredo y Sebastián se van de la habitación. Cuando el rey se sienta en la cama, y le dice a Janet: —   Mee salvaste la vida, ahora espero que te recuperes… En ese instante, Ragel y los guardias, meten a Timoteo y a Úrsula en la mazmorra. Ragel aprovecha el momento para decirle a los dos: —   Yo sé cómo piensa el rey, y debo decirles que están en graves problemas, más que todo tú, Úrsula. Úrsula le dice a Ragel: —   Vete de aquí, lacayo del rey. Ragel se sonríe y se va de ese lugar. Cuando Timoteo le pega una guantada, diciéndole: —   Mira en lo que me metiste, mi hermano nos hará sufrir. Hasta morir por haber intentado envenenarlo. —   Él no te hará nada a ti… —   ¿Cómo sabes? Yo no debí seguirte la corriente… ¿aaah, que voy hacer? En ese momento en el palacio, Janet comienza a respirar y a mover los parpados. Cuando el rey se alegra de ver eso, y le dice: —   Vamos Janet, abre los ojos… ¡despierta! En ese instante, Janet se despierta, y le dice al rey: —   ¿Qué has hecho con Úrsula? —   La lleve a la mazmorra junto con mi hermano. —   Yo no creo que Timoteo este en esto. —   Pues yo creo lo contrario… de todas maneras, yo voy a pensar muy bien lo que voy hacer, y ya mañana tendré claro las cosas, ahora lo que importa es que volviste a la vida, esto es impensado. —   Ya te había dicho que soy inmortal. —   Janet, enséñame esa habilidad, yo quiero vivir por siempre. Janet le miente al rey, y le expresa: —   Yo nací con esto, por lo tanto, no sé cómo podría enseñarte. —   Ya entiendo, de todas maneras, lo que hiciste fue muy importante, has descubierto a la asesina de la reina. El rey se levanta de la cama, y dice: —   Es cierto, Leonardo tiene que saber que Úrsula es la asesina de su mamá… no salgas de la habitación y descansa, yo voy a mandarle una carta a Leonardo. Para enterarlo de todo lo que ha pasado. —   Yo estoy bien. —   Quédate descansando Janet. —   Está bien. De inmediato, Anastasio sale de la habitación, y le dice a Sebastián: —   Has una carta contándole al príncipe, que la esposa de Timoteo mato a su madre, escribe también; que venga al palacio. —   Como usted diga señor. El día siguiente, Ragel vuelve a la mazmorra, y le dice a Timoteo: —   Estas de suerte, el rey quiere hablar contigo. Timoteo se levanta. Cuando Úrsula le dice a Ragel: —   ¿Qué piensan hacer con mi esposa? Ragel no le hace caso a Úrsula y se lleva a Timoteo. Minutos después, Timoteo llega a la presencia del rey, quien le dice: —   ¿Estas preparado para tu castigo? Timoteo agacha su cabeza, y responde: —   Si. —   Entonces prepárate para ser desterrado para siempre del palacio, te iras a la casa que tenemos en Valencia. —   ¿Y Úrsula? —   Ella será castigada con la muerte…    
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