En seguida, Yaro levanta a Abu del piso, y le pega tres puños, dos en su rostro y uno en su abdomen. Para luego decirle:
— Lo que hiciste no tiene perdón.
Jasir sujeta a Yaro, y le dice:
— Cálmate, ya ajustaremos cuentas con el, pero en el Arca.
— Si, tienes razón.
Fabian guarda su espada, y les dice a Jasir y a Yaro:
— Llévenselo de aquí.
De inmediato, Jasir y Yaro alzan a Abu y lo sacan de los terrenos de los Morales.
En el Arca, Morati y los demás, buscan y buscan a Abu por todos lados. Cuando Ashanti le dice a Kenia y a Nassoumi:
— Este sujeto se escapó.
Kenia dice:
— Debe de estar escondido en algún lado, no pierdan los ánimos, debemos encontrar a ese infeliz.
Nassoumi mira a Jasir y a Yaro trayendo a Abu, y les dice a Ashanti y a Kenia:
— ¡Miren! Ya lo traen.
En ese instante, Yaro tira a Abu al frente del Arca, y les dice a todos:
— ¡Aquí esta Abu!
De inmediato, Kenia entra a la casa y corre a la habitación de Janet. Donde tienen a Killand.
En ese instante, Kenia le dice a Janet:
— ¡Ya atraparon a Abu!
Janet se levanta de la cama, y le dice a Manuel:
— Acompáñame abajo.
Zafiro le dice a su mamá:
— ¿Yo que voy hacer?
— Quédate con Margot. Por si Killand se despierta.
Con mucha ira, Janet sale de la casa y ve de rodillas a Abu. Sujetado por Yaro, Morati y Jasir.
Janet y Manuel se acercan a Abu. Cuando este le dice a Janet:
— Yo no hice nada señorita, dígales a estos que me suelten.
De inmediato, Naina llega a donde están, y le grita:
— ¿Por qué golpeaste a Killand?... yo te vi, no lo puedes negar.
Abu se tira al suelo y le implora a Janet:
— ¡Por favor! No le crea a ella.
Janet le pega una espeluznante bofetada a Abu, y le dice:
— ¿Dime porque lo hiciste?
— Yo no hice nada.
Janet le pega otra potente bofetada, y le dice:
— ¡No mientas!
Indignado, Manuel le expresa a Abu:
— Como fuiste capaz de atentar contra tu propio compañero… serás llevado a la cárcel.
Janet le dice a Manuel:
— No, vamos a desterrarlo del Arca.
De inmediato, todos protestan por esa decisión. Cuando Janet les dice:
— El castigo más fuerte será el destierro, además, Killand no ha muerto. El se va a recuperar.
Alika le dice a Janet:
— No importa que Killand se recupere, este infeliz lo intento matar. Y por eso de ir a la cárcel.
Janet le responde a Alika:
— Mandarlo a donde el general es mandarlo a la muerte… por mi fuera lo enviaba a la cárcel, pero desconfió del general, prefiero sacarlo de este lugar para siempre.
Morati le gusta esa idea, y les dice a todos:
— La señorita Janet tiene razón, ese es un castigo duro, que se vaya para siempre de este lugar.
Janet se acerca a Abu y lo mira, diciendo:
— ¿Cuál fue el motivo que te llevo atacar a Joaquín?
Abu se queda callado. Cuando Saud reacciona mal, y le pega un puñetazo en la cara, diciéndole:
— Respóndele a Janet.
De inmediato, Janet le dice a Morati y a Yaro:
— Ustedes dos se van a ocupar de sacar a Abu para siempre de mis tierras, no lo quiero volver a ver.
Jasir le expresa a Janet:
— Yo también los voy acompañar.
Minutos más tarde, Morati junto a Jasir y Yaro, detienen el carruaje de Janet en la Puerta de la Villa, y bajan a Abu.
Morati empuja a Abu, y le dice:
— Vete y no regreses nunca.
Yaro también le dice:
— Una mala hierba como tú. Debería es estar encerrado, pero dale las gracias a Janet que tuvo compasión contigo. Y no te mando a donde tenías que estar.
Abu se pone a reír. Cuando Jasir corre hacia él. Y lo golpea en el rostro. Haciendo que este caiga al suelo.
Abu se sigue riendo desde el suelo, y después les dice a los tres:
— Ustedes se van acordar de mí, eso se los aseguro.
Morati y los demás no hacen caso a las amenazas de Abu. Y se suben al carruaje, y se van.
En el camino, Jasir les dice a los dos:
— No me gusta lo que dijo ese sujeto, la verdad es que la señora Janet tenía que mandarlo a la cárcel.
Morati también dice:
— Yo también quede preocupado por esa decisión de Janet.
Yaro le dice a Morati:
— Pero tu estabas de acuerdo con Janet, ahora no vengas a decir que estas preocupado.
En ese momento, Abu deja que el carruaje se aleje bastante, para levantarse y entrar de nuevo a Pedraza.
En el Arca, Janet pone la cabeza de Killand encima de un trapo. Cuando Margot y Zafiro se van a la sala, y con una cara de preocupación, Margot le dice a Zafiro:
— Yo creo que Killand no va a resistir ese golpe que le dieron, ese muchacho se nos va a morir.
Zafiro mira hacia la habitación de Janet, y luego dice:
— Si Killand se muere… eso sería un golpe duro para mi madre.
En la habitación, Janet limpia el sudor de la frente de Killand, y dice:
— Tu eres fuerte Joaquín, esto no te va a matar.
En ese momento, Janet ve a Killand como Joaquín. Y se le vienen las imágenes cuando este salía de su casa luego de haber matado a sus padres.
Janet coge el cuello de Killand con sus dos manos. Y lo aprieta tan fuerte, que este empieza a toser desesperadamente.
Janet entra en razón y vuelve a ver a Killand en ese momento. Y lo suelta, diciendo:
— ¿Qué estoy haciendo?
Killand se despierta, y entre el dolor de cabeza y el dolor de su cuello, le expresa a Janet:
— Siento que me muero…
Janet se vuelve a sentar en la cama, y le dice a Killand:
— No digas eso, eres muy joven y te recuperaras pronto, sin embargo, creo que esta relación debe acabar.
— ¿Por qué?
— Corres peligro al lado mío… puedes morir.
— No me importa, quiero estar a tu lado por siempre…