CÓMPLICES

1656 Words
En ese instante, Janet se baja del carruaje y llega a la puerta de la Iglesia de San Juan Bautista, y cuando ve que su padre está lejos, corre a donde están los militares, y les dice: —    ¿A dónde se llevan a este hombre? En seguida, los militares junto a Joaquín se dan vuelta y quedan viendo a Janet. Cuando Joaquín le dice: —    No, yo conseguí trabajo en la armería. Janet se sonríe, y les dice a los militares: —    Disculpen, me he confundido. El segundo al mando del ejército, toma la mano derecha de Janet y le da un beso diciéndole: —    Mi nombre es Patricio Murillo Murillo, para servirle mi bella dama. Joaquín se enoja, y se pone entre Janet y Patricio, y le expresa al militar: —    Señor ella es mi novia. Janet queda mirando el rostro de Joaquín. Cuando Patricio le responde a él: —    Tienes buen gusto Joaquín, tu novia es muy bonita. —    Gracias señor, ¿me permite hablar con ella un momento? —    Claro, pero no te demores. Patricio se retira para hablar con los cuatro militares más, mientras Janet le dice a Joaquín: —    No me acuerdo haber quedado de novia contigo. —    ¿No te gusto que le dijera a patricio eso? —    La verdad… si, si me gusto. Joaquín se sonríe y le da un beso a Janet, pero esta le dice: —    No, aquí no, mi padre está cerca. Ante la férrea mirada de los militares, Joaquín se corre un poco más, hasta llegar a la pared de la Iglesia, y le expresa a Janet: —    He conseguido trabajar en la armería del ejército. —    Tu no necesitas ponerte a trabajar con ellos, tú eres un poeta. —    Janet, el dinero se me está acabando y no es una opción regresar a Cabo de palos… al menos que fuera contigo para mostrarte el mar. —    Estás loco. —    Soy aventurero. —    Dime una cosa Joaquín. —    Que. —    ¿Lo que paso entre nosotros fue una aventura para ti? —    Pero que dices mujer, lo que sucedió entre nosotros fue algo indescriptible, fue algo único. Patricio se acerca a Janet y Joaquín, y mirándolo fijamente a los ojos le dice a Joaquín: —    ¿Quieres trabajar sí o no? —    Si. —    Bueno, ya tendrán todo el tiempo para hablar, ahora vamos a la armería. En ese instante, Joaquín se despide de Janet cariñosamente con un beso y una acaricia en su mejilla derecha. Totalmente enamorada, Janet entra a la Iglesia. Para que su padre la viera en ese lugar, y así simular que se está confesando. Adal termina de vender todo el pan. Cuando alcanza a ver que tres amigos junto con dos desconocidos, están hablando mal de él. Y decide acercarse. En ese instante, Adal se baja de su carruaje, y dice: —    Buenos días señores, veo que se están divirtiendo desde temprano. Jonás y Sena se quedan callados, mientras Fernando, Heriberto y Pablo, saludan a Adal hipócritamente. Adal no cree en las sonrisas de todos, y dice: —    ¿Y qué hacen? Jonás trata de desviar la conversación principal que tenían, y le responde a Adal: —    Estábamos hablando de lo duro que es conseguir trabajo en este pueblo. Adal se sonríe, y les dice a todos: —    Yo pensé que estaban hablando de mí. De inmediato, Sena, Jonás, Fernando y pablo, dicen no, en repetidas ocasiones. Cuando Heriberto habla con la verdad, y dice: —    Yo era el que preguntaba, que como un hombre que vino con riqueza a España, se quedó solo vendiendo pan y queso. En seguida, todos se ponen muy enojados con Heriberto. Cuando Adal dice: —     agradezco tu sinceridad Heriberto, hay que decir la verdad por más dura que sea, y si, tengo dificultades económicas, pero muy pronto casare a mi hija y todo volverá hacer como antes, los dejo. Adal se va a la Iglesia y deja a sus amigos peleando entre ellos. En la Iglesia, Janet es sorprendida por el padre Pedro Sanclemente, quien le dice: —    Hija, ¿porque no entras del todo a la Iglesia? Janet no sabe qué hacer, y lo único que se le ocurre decir es: —    Es que estoy esperando a mi padre. —    Ah, entiendo. En ese momento, Adal llega a la Iglesia y al ver al padre con Janet, lo saluda y se lleva a su hija al carruaje. En el camino, Janet nota que su padre está muy molesto, y le dice: —    ¿Te pasa algo papá?... te veo muy molesto. —    La gente me tiene así. —    ¿Ahora que sucede? —    Los he descubierto a todos, hablan a nuestras espaldas, esos que dicen ser amigos son los primeros en apuñalarte. —    Cálmate papá, no dejes que esas personas te pongan así. —    Lo que necesito es que te cases lo más pronto posible. Janet piensa en Joaquín, y dice en voz baja: —    ¿Casarme? En el Arca, Fanny termina de ordeñar las vacas. Cuando recibe una carta de Olí, el del correo. Fanny es imprudente y al leer que la carta es para su hija, le da las gracias al del correo, y rápidamente entra a la casa y lee la carta. Después de hacer eso, Fanny se acuerda que dejo la leche en la entrada de la casa, y sale por ella. Cuando su esposo y su hija llegan en el carruaje. Fanny le da un beso a su esposo, y le expresa a Janet: —    Hija, ha llegado una carta para ti. Sorprendida, Janet le dice a su mamá: —    ¿Pero quién me ha mandado una carta? De inmediato, Adal pone su mano izquierda en el hombro derecho de Janet, y le dice: —    Debe ser de Alfonso, últimamente está muy perdido ese muchacho. En ese instante, Adal y Janet ayudan Fanny a entrar la leche. Janet coge la carta de la mesa, y al leerla, dice: —    Es de Cecilia… dice que está bien, y que en cualquier momento viene a visitarme. Adal se sienta aparte de Fanny y de Janet, y se pone hacer cuentas con lo que gano, y dice en voz baja: —    Esto no está dando. El día siguiente, Janet convence a su padre. Para ir sola a vender el pan, y logra su cometido. Aprovechando esos momentos para verse con Joaquín, quien se escapa de su trabajo. Para salir a pasear con Janet. En el Castillo de Pedraza, Joaquín le regala una flor a Janet y le da un beso, y disfrutan de un buen día. Janet y Joaquín se ponen de acuerdo, y todos los días salen a pasear por todos los rincones de Pedraza, sin que les quede un solo lugar. Sin sospechar nada, Fanny y Adal empiezan a planear el matrimonio de Janet y de Alfonso, y se ilusionan con volver hacer los de antes. Luego de pasear por todo el pueblo, Joaquín le da un beso a Janet, y le pregunta: —    ¿Te gustaría conocer el mar? —    Si, eso es una de las cosas que más quiero, pero un viaje así no me lo puedo permitir, mis padres me matarían. —    Tus padres te están negando vivir, ni siquiera te imaginas estar al frente del mar, es algo hermoso que deberías verlo. —    Yo te creo, pero… —    Pero nada, tus padres ya han vivido, ahora vive tu. —    Joaquín, ¿y el trabajo que ya tienes con los militares? —    Yo solo conseguí eso por ti, pero realmente no necesito de ese trabajo cuando llegue a Cabo de Palos… entonces, ¿qué dices?, te arriesgas a conocer el mundo? Janet se queda pensando por unos segundos, y luego le dice a Joaquín: —    Acepto, vamos a Cabo de Palos. En el Arca, Adal está haciendo más queso, mientras Fanny prepara la comida de Janet y de su esposo. En ese instante, Ana María llega al Arca y se encuentra con Adal, quien le dice: —    Buenas vecino. —    Hola Ana María, si vienes por pan, ya Janet se llevó todo lo que hicimos ayer, le toca esperar. —    No, yo no vengo a eso, vengo hablar de su hija. Adal para lo que está haciendo, y le dice: —    ¿Qué pasa con Janet? —    Esto que le voy a decir paso hace unos días, no sé si ella siga en eso. —    Háblame claro Ana María, ¿qué está haciendo Janet? —    Mucha gente la ha visto con un joven de aquí para a ya, y lo peor de todo, se andan besando en la calle. Y no muestran pudor alguno. De inmediato, Adal le da un mareo de tanta rabia que le da, que Ana María comienza a llamar a gritos a Fanny para que la ayude. En seguida, Fanny sale de la casa y atiende a su esposo rápidamente, y al ver a Ana María, le dice: —    ¿Qué le hiciste a mi esposo? Asustada, Ana María le responde: —    Yo nada, fue tu hija. Fanny sienta a Adal en el borde de la entrada de la casa, y le dice a Ana María: —    ¿Qué hizo Janet? Muy nerviosa, Ana María comienza a retroceder, y le expresa a Fanny: —    Que te diga Adal. En ese instante, Ana María se va del Arca casi corriendo. Cuando Adal le dice a su esposa: —    Nuestra hija anda besuqueándose en la calle con un hombre cualquiera. —    ¡¿Qué?!... ¿eso fue lo que te dijo Ana María? —    Si. Fanny se enfada, y comienza a decir: —    ¿Qué es lo que tiene Janet en la cabeza? En ese momento, Janet y Joaquín se suben al carruaje, y se van de Pedraza. Saliendo por la Puerta de la Villa. Después de cuatro horas de viaje, Janet detiene el carruaje por tercera vez. Para darle agua al caballo…
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