Pov. Valentina Nadie me tomaba de tonta dos veces, bajo ningún concepto permitiría que aquello pasara, porque no era alguien a quien le gustara que jugarán consigo. Mi mamá siempre se encargó de criar una chica de alta sociedad, no se nos permitía insultar, los modales era algo primordial en el trato con una persona, también la forma en que nos movíamos. Siempre me pregunté con qué necesidad hacíamos todo eso, digo, no pertenecíamos a la realeza ni mucho menos, pero ella parecía estar decidida a que ninguno de nosotros actuará de forma incorrecta. “Las personas hablan de acuerdo con nuestras actitudes, nadie que se hace respetar actúa de manera incorrecta.” Es la frase que repetía una y otra vez mientras intentaba que entendiera su punto. No iba a decir que tenía problema con ello, no