LIAM A veces necesito venir a la playa, prestar atención al vaivén de las olas mientras el mar absorbe el sol en la ribera del horizonte, olfatear el salitre y escuchar el susurro de las palmeras. Me gusta ver las caídas mortales de los surfistas cuando las olas se tornan salvajes, aunque ahora no practico el surf, era una actividad que compartía con Iskander cuando viajábamos de vacaciones a Tasmania, a casa de nuestros abuelos. Él amaba el océano como la vida antes que los recuerdos se esfumaran; no obstante, ahora le teme al agua. Y no lo culpo. No puedo recordar lo que pasó esa noche con exactitud, quiero saber cómo el auto salió del carril de Great Ocean Road yo… necesito saberlo. Sacudo la cabeza porque no puedo hacer nada al respecto, salvo esperar a que las terapias conductua