Mientras anudo la corbata para ir a otro evento aburrido, pienso en que una de las cosas más difíciles que he tenido que aprender a hacerle frente conviviendo con Blue es a dar respuesta a las preguntas tontas que me hacen seguido tanto entrevista como personas del diario vivir, incluyendo magnates empresarios y prominentes político, debo siempre hallar la forma de responder sin sonar grosero o armar un escándalo, en más de una ocasión he tenido que hacer una sonrisa estúpida y respirar profundo para ignorar el puño que se forma en mi mano, les juro que no hay cosa que más odie desde que mi relación con la familia Goldman se hizo pública, en especial cuando empecé a dirigir hoteles HyG, sin embargo las preguntas: ¿Cómo enamoraste a Blue? ¿Cuánto te pagan por aguántatela? ¿Qué tal es pasar de pobre a rico, que sientes? Hacen que la furia recorra por mis venas, muchas veces viví eventos completos con la sensación de enojo a flor de piel, con el tiempo cuando gané respeto y distinción, pasaron a rendirme pleitesía ante mi sola llegada.
Y todo eso sin contar con las preguntas tontas que le hacen a ella: ¿Cómo te fue amaestrándolo? ¿Qué se siente acostarse con un pobre? ¿Fue por el sexo? ¿Lo sacaste de la selva? ¿Qué paso con Candy o Ethan? ¿En verdad casi te matan? Para después reírse en nuestras cara, sin importar la respuesta que reciban; eso sí, las respuestas de Blue son las mejores en esos momentos, aunque la primera vez que enfrento esa situación casi llora de pura frustración frente a la cámara, fue el primer evento a los pocos meses de regresar, al poco tiempo de superar el secuestro. Honestamente la elite neoyorkina a veces le falta un poco de coherencia y empatía en sus vidas para opinar sobre quien les rodee, como si el privilegio les negara el funcionamiento del resto del mundo y su cerebro funcionara más lento, lo que hace que no duden ni un segundo en hundir incluso a sus iguales.
Aún recuerdo la primera vez que fui con Blue a una fiesta, corrijo una gala benéfica, apenas tenía unos pocos meses en la ciudad, y fue el primer evento social de Blue después de los meses de shock postraumático que le impedían hacer una vida social normal, aun estábamos en terapia, pero ser de la familia Goldman tiene deberes como los de la realeza sin importar el estado de salud mental. Íbamos en representación de la familia, le iban a dar un reconocimiento Honoris Causa y nadie más podía asistir, Jacob debía asistir a otro evento importante y Benjamín tenía una premier con Adam.
Ella llevaba un hermoso vestido n***o que hacia juego con sus ojos claros, el cabello caía sobre su espalda en una cola alta y esos tacones de diez centímetros que me vuelven loco, no tienen idea lo que es perderse en esas piernas largas casi infinitas de ella y con esos tacones parece una diosa… mejor no sigo por esa línea de pensamiento. Como es etiqueta en este tipo de fiestas toco vestir en smoking, no era la primera vez que usaba un vestido de ese tipo, ya había incursionado en este vestuario en Paris. Cuando me vi al espejo sentía que el reflejo devuelto no era yo, es un hombre al que no conozco con un físico pulcro y costoso, lejos quedo el joven de una ciudad caribeña que pasaba sus tardes jugando futbol con sus vecinos en la calle luego del colegio. Cuando Blue me vio, se acercó con la mirada encendida de pasión.
― Amor, ¿te he dicho que me gusta verte vestido así?
― No, y no tienes idea todo lo que se me ocurre viéndote vestida así-.
La abrazó a la cintura pegandola a mi cuerpo, tomo su mano derecha deslizandola por la pretina de mi pantalón mientras le hablo a los labios y sostengo su mano en ese lugar.
― Tú decides si nos desvestimos y nos quedamos en casa los dos disfrutando la noche y mañana vemos la gala por televisión o nos apuramos para llegar a tiempo.
― ¿Qué le decimos a mi padre?, recuerda que debemos hacer algunas cosas de trabajo, debo dar un discurso y recibir un premio.
― Le decimos que te dio ansiedad y ya, igual no es mentira, yo tengo ansiedad, es mi primera vez en público desde todos los eventos que ocurrieron y como tu prometido aunque aún no lo hemos hecho oficial.
Ella lo piensa, lo medita y luego de respirar forzadamente me da una respuesta.
― Vamos un rato a la gala y volvemos temprano, tenemos obligaciones que cumplir.
― ¿Está segura? Habrán personas que querrán saber de nuestra vida…
― Carlos, no seas miedoso, esto es parte del paquete al enamorarte de mí, así que te guste o no, tendremos que ir a otros – suspira pegada a mi cuerpo con una mano en la entrepierna estando ella más alta que yo – nuestro compromiso apenas empieza, no te voy a dejar ir tan rápido de mi lado, te voy a hacer como la niña de los Animaniacs que abrazaba a sus mascotas hasta que estallaran de tanto amor.
― Ese panorama no es tan agradable, pero mejor hazme explotar de otra forma…
― Si te sigo el juego sé que va a pasar, así que vamos, nos está esperando abajo el conductor y si te beso se me corre el labial…
Se separó dejándome con ganas, no sé cómo las mujeres pueden hacer eso, respiro profundo y pienso en otra cosa para controlarme.
Al llegar a la fiesta, tal como me lo imagine e igual como aparecen en la televisión pero más estresante porque ahora yo soy el animal en exhibición. Apenas abren la puerta del auto un grupo de personas con cámara en manos nos gritaban nos piden que los miremos, que nos quedemos en un lugar, la alfombra roja hace presencia, y como si un chip se activara en Blue entró en modo modelo, posaba, sonreía, hablaba con todos, la cámara la ama y ella a ellos, los periodistas buscan sus comentarios picantes a los que todos le celebran y ríen.
En medio de los gritos y algarabía, una mujer rubia muy delgada vestida de rosado, con el micrófono de E! en la mano derecha se acerca a Blue con una sonrisa maliciosa e hipócrita, le empecé a arrastrar al lado opuesto de ese ser maligno, pero demasiado tarde, nos cerró el paso y ya tenía las cámaras y el micrófono sobre su cara y una entrevista horrorosa para la posteridad.
― Blue Goldman, que bueno tenerte de vuelta con nosotros.
― Gracias Laia.
― Cuéntanos, ¿Dónde estuviste todo este tiempo lejos de todo?
― Atendiendo negocios de mi padre, como sabrás en algún momento deberé asumir las riendas de la empresa familiar.
Esa y otras respuestas se había preparadas con el equipo de prensa de la familia, para que pudiera librar de forma airosa este momento, mientras olvidaban todo lo sucedido tras ir por un nuevo chisme, aun así no estábamos preparados para todo lo que sucedió esa noche.
― ¿Eso incluye un secuestro, la Muerte de Candy Richards, que el señor Ethan Cargill este en las rejas y los rumores de su estadía en el hospital?
La cara de Blue se descompuso las lágrimas amenazaban con salir mientras el labio inferior temblaba ligeramente, en cuestión de segundos su cara de deformo y yo tomé su lugar, la saque del foco de la cámara colocándola tras de mí y siendo yo quien estaba ahora en el foco.
― Los sucesos por los cuales está indagando aun están en investigación, por lo que mi prometida y yo no podemos dar respuesta ni declaración alguna respecto a ese tema hasta que los abogados y la justicia tengan un fallo.
― ¿prometidos?
Le di la noticia bomba, el chisme para que ella se enganchara y nos dejara libre, estábamos esperando el momento apropiado para informar, pero prefiero que hablen de ello y no de lo que vivimos.
― Si, la señorita Blue Goldman y yo estamos comprometidos hace algunas semanas. Muchas gracias por las preguntas.
Abrece a su cintura mientras subíamos las escaleras, ella estaba empezando a entrar en crisis, mientras el flash de las cámaras hacían su trabajo. Cuando por fin logramos estar en un lugar lejos de los focos sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas.
― Amor, respira, no llores aquí… recuerda que estás maquillada – honestamente no me molesta consolarla, aunque prefiero verla sonreír, pero no quiero que las cámaras la vean tan descompuesta.
Una leven sonrisa aparece en su rostro mientras se queja.
― Los de prensa informaron a todos para que estas preguntas no salieran dentro de mis cuestionarios, de tantas cosas ¿porqué quieren saber de esto?
― Porque te quieren ver caer, pero tú eres más fuerte que ellos, ahora sonríe Blue, que esta noche apenas comienza… o si quieres volvemos a casa…
― No Carlos no le voy a dar ese placer, no ahora soy Blue Goldman y soy la reina de este lugar, no tengo la culpa que Candy e Ethan se volvieran locos y amenazaran con destruir mi vida.
― Así se habla hermosa, ahora vamos.
Le doy un beso rápido en los labios para enfrentarnos a la jauría de la alta sociedad de New York y el mundo, están casi todos los personajes más importantes actuales del mundo aquí y deberé relacionarme con muchos de ellos, no sé en qué momento empecé a moverme en estos círculos, aun me sorprende a donde he llegado.
Si la entrevista fue incomoda, la mirada de las personas en la gala fue peor, uno tras otro durante la primera parte del evento nos miraban de forma inquisitiva, era como si tuviéramos la culpa de la quiebra de los Cargill o la muerte de Candy e Ivy, como si oliéramos a feo. Algunas mujeres pasaban por nuestro lado riendo de forma tonta y susurrando algo entre ellas, cada sensación de desprecio que Blue sentía se reflejaba en su rostro el cual endurecía y sé que era para no llorar, para evitar sucumbir. Cuando un hombre mayor se acerca a nosotros, era uno de los contactos con los que debíamos hablar, él tenía unos hoteles que no lograron sobrevivir a la crisis del covid y a nosotros nos interesa su ubicación, cuando la parte interesante de trabajo se termina, sin que mi prometida se diera cuenta me hace la pregunta incomoda cerca al oído.
― Señor Von Richtofen, se su historia, ¿Cómo hizo para estar muriéndose de hambre a ahora ser heredero y prometido de una de las herederas más ricas del mundo?-
La furia corre por mi cuerpo, ¿Cómo alguien se atreve a hacer ese tipo de preguntas? Pero en vez de darle un puño en la nariz como realmente se merece, le sonrió y le doy una respuesta un poco más filosófica que quizás no le gustó tanto.
― Señor Johnson, a veces hay que forzar la suerte y esperar que cosas maravillosas sucedan, como encontrar la mujer que amo, que ella buscara a mi padre, para descubrir que tuve un padre amoroso que falleció antes de poder reencontrarse con mi madre y la buena fortuna me dio dos abuelos amorosos y millonarios que me aceptaron sin dudarlo, afortunadamente mi riqueza va en aumento contrario a la suya que si no se mueve rápido esta en detrimento de manera acelerada y podría perder incluso a su esposa de veinticinco años, de cuerpo perfecto que seguramente esta junto a usted por dinero.
Por un momento queda en silencio mientras me empieza a mirar con otros ojos, sé que pensaban que por haber crecido fuera del círculo social sería un Tarzán recién salido de la selva y criado por monos, pero las cosas no son así y si lo requiero se decir las cosas de la misma forma bonita que ellos, algo he aprendido con Blue en todo este tiempo juntos.
El señor Johnson me tiende la mano en señal de despedida.
― Señor Von Richtofen, el lunes mi secretaria le llamara para concertar una cita y ultimar los detalles.
― Estaré esperando la llamada.
Al estar lo suficientemente lejos Blue se acerca a mí.
― ¿Qué paso con el señor Johnson que se fue con cara apenada?
― Hizo una pregunta un tanto inoportuna e íntima, y le respondí como tal.
Ella solo asiente, suspira mirándome a los ojos.
― Amor, mejor nos hubiéramos quedado en casa.
― Si, pienso lo mismo, que noche más incómoda. ¿Qué tanto nos falta para poder irnos?
― La cena y los discursos, recuerda que estamos aquí en representación de la familia quienes el año pasado hicimos unas maravillosas y millonarias donaciones para mantener al margen ciertas situaciones, chismes y cosas incomodas que amenazaban con quebrarnos.
― ¿Se demora mucho eso?
― Tal vez tres o cuatro horas.
― Esto es lo que se llama una tortura.
― Y esto apenas empieza amor.
Ocupamos una de las mesas grandes redondas en una salón gigante, color dorado, blanco y algunas decoraciones en madera, realmente intimidaba estar en ese lugar, muchas caras que había visto toda mi vida en revistas y periódicos, algunos catalogados como personajes importantes y ahora yo ocupaba un lugar dentro de ellos. La cena transcurrió sin mayor contratiempo entre platos y platos, discursos y discursos, hasta que llamaron a Blue en representación de la familia a dar un discurso al recibir un premio honorifico, el maestro de ceremonia lee una de las tarjetas.
― Premio Honoris Causa a la familia Goldman, el cual será recibido por la señorita Blue Goldman. Ellos luego de algunos eventos vividos en los últimos meses han decidió abanderar algunas nobles causas, aportando dinero y esfuerzo por la lucha de los derechos humanos y el resarcimiento a la mujeres que han sufrido el flagelo de la trata de personas y prostitución forzada; así como la causa noble de la lucha por la libertad del derecho de expresión. siendo la misma señorita Blue Goldman víctima de algunas situaciones que pusieron en riesgo su vida, y aquí está como una heroína que sobrevivió a ello. Un fuerte aplauso para ella por favor.
Aunque mi primer impulso al escuchar esas palabras empalagosas fue alzar los ojos y decirle unas cuantas palabras atrapadas en mi garganta, me resisto a ello colocándome de pie para correr la silla de ella y darle la mano para ayudarla a ponerse de pie, ella me sonríe de vuelta mientras camina a la tarima bajo una lluvia interminable de aplausos. Mientras yo me quedó pensando por un breve momento en muchos de esos sucesos escalofriantes que la hacen merecedora de su premio, entre ellos que Jacob p**o una gran suma de dinero a muchas personas, instituciones, políticos y prensa para callar el hecatombe que se venía encima al encontrase que sus hoteles eran usados para prostitución, tráfico de droga y trata de personas, adicional a la evasión de impuestos. Aparte de ello lo vivido por Blue, tiemblo el solo recordarlo, sin embargo la hipocresía es tal que aunque le aplauden como toda una heroína, en la recepción todos evitaban estar cerca de nosotros y los rumores que la culpan de haber enviado a la cárcel al buen Ethan, a quien todos amaban por su carisma en este tipo de eventos y los extraños sucesos que envuelve la muere de Ivy, quien a la fecha no han tenido claridad, de los cuales Ethan se declara inocente y no han encontrado a la fecha una prueba para culparlo, lo único que han podido demostrar es el tema del desfalco de la cuenta personal de Blue, y como en ese tiempo eran novios… digamos que encontró la forma de salirse con la suya, reduciendo todo el tema a violencia intrafamiliar, por lo que la pena es mucho menor a lo que le corresponde. Y como bien dicen en mi barrio, muerto el perro muerta la rabia, la mayoría de los delitos los hábiles abogados de Ethan se lo cargaron a Candy, quien termino siendo la malvada de la historia, pero redimió sus culpas al fallecer.
Blue se ve hermosa en el escenario, sonríe y habla tan fluido mientras da las gracias y habla de forma bonita del infierno que vivió, lo que hace que al final todos la aplaudan. La espero en la mesa de pie para terminar de cenar, y por un instante parece que el mal rato que vivimos momentos antes se hubiese esfumado, está feliz, sonriendo y tranquila. En algún momento de la noche va al baño mientras yo la espero en la mesa, los minutos pasan y los siento eternos, nunca demora más de diez minutos, miro el reloj Rolex de pulso que me regalo mi abuelo y han pasado más de media hora. Camino hasta el baño de mujeres, miro desde la puerta para encontrarlo vacío, camino de un lado a otro preocupado, por un momento los recurso del secuestro vuelven a mí, la boca la siento seca, el corazón palpita con miedo, el pulso se acelera mientras marco a su teléfono celular, ella no responde, camino de forma frenética por el lugar y Blue no está, para encontrarla al final en una barra del bar con un vaso de whisky en la mano, el maquillaje corrido por estar llorando, me acerco a ella, la silla alta junto a ella esta vacía, con cuidado quito el vaso de vidrio y lo corro, para luego tomarla de la cara y obligarla a verme, mientras que con los pulgares limpio el maquillaje corrido
― ¿Qué paso? Me dejaste solo allá adentro- le habló con ternura.
― Perdón Carlos, solo no me sentía bien.
― ¿Qué paso en el baño?
― Nada…
― Por favor Blue, no te creo ese nada, ¿Qué paso?
― Que me parece estúpido que me den un estúpido premio honorifico, que para todos sea una “heroína” por haber sobrevivido al secuestro y todas las demás cosas mientras que para sus adentros yo solo una puta que metió al novio a la cárcel lo inculpo de varios delitos, y para colmo lleve a mis amigas a la muerte, para yo volver a ser la mala de la historia… - habla casi gritando de forma frenética y acelerada- Ahhh y no conforme con ello ahora estoy saliendo con un tipo que volví millonario y le compre un título noble para disimular mi fracaso…
― ¿Quién te dijo todo eso?
― Las tontas mujeres con las que crecí a muchas de ellas llame amigas en alguna época de mi vida.
― Respira Blue, vamos a casa, aquí solo sumamos elementos para el espectáculo que quieren montar de nosotros.
― Tienes razón, no tuvimos que haber salido nunca esta noche de casa.
― Este tipo de eventos es parte del paquete cuando me atreví a besar a la maravillosa Blue Goldman, no sabes cuánto te amo.
Sus besos son mi perdición, esa mezcla de whisky y lágrimas me traen viejos recuerdos.
― Sabes que amor, tengo una idea – dice limpiándose la lágrimas de los ojos – mañana mismo llamo a Oprah Winfrey para organizar una entrevista y contar toda la verdad, me cense de los chismes y las habladurías, hace apenas seis meses estaba secuestrada, hace cinco la depresión me estaba consumiendo viva y hoy ha sido difícil estar aquí, sé que yo no quería enfrentar el tema, pero es hora de contar la verdad y acabar con los rumores de una buena vez.
Salimos agarrados de la mano del lugar del evento, quien siguió aun con nuestra ausencia, el premio se quedó solo en la mesa, al final a quien le importa el honoris causa de la hipocresía, el cual fue llevado el lunes a la oficina.