Capitulo uno.

3228 Words
Mi nombre es Carlos Von Richthofen, si yo sé, al final me acostumbre a mi apellido paterno. Dude mucho en usarlo, fue muy difícil para mí asimilar que tenía un padre que en verdad me quiso y no tenía pensado abandonarme, además la idea que también era un heredero me dio muchas vueltas en la cabeza por mucho tiempo. Han pasado cinco años desde el momento que acepte el apellido de mi familia paterna, cinco años desde que estuve muchas horas solo en la habitación de un hospital, luego que mi primo intentara asesinarme, momentos en los que me dedicaba a pensar en posibilidades, los pro y contra, recordando las cartas escritas de su puño y letra, las conversaciones con mi madre, al final accedí a la petición de ella y la súplica de mi abuela de aceptar lo que me corresponde. Los primeros meses desde que empecé a usar el apellido de mi padre a veces seguía presentándome como Carlos Andrés Rodríguez Pérez, para luego corregirme a medio camino con la mano estrechada por mi interlocutor y decir Carlos Von Richthofen, creo que muchos pensaron que estaba loco, sin embargo, nadie decía nada soy parte de la familia Goldman y eso hace que me traten casi como un rey, en el mundo de los negocios nos rinden pleitesía, fue un poco incómodo al principio, hasta que me fui acostumbrando a ello. Aunque el rumor que estuvo circulando por meses es que yo era el hijo no reconocido de una antigua familia noble alemán y que pase de mendigar a tener tanto dinero, por lo que muchas me miraban con otros ojos y buscaban seducirme, este mundo se mueven al mejor postor, para otros, la familia Goldman me había comprado un título y apellido. Dentro de poco voy a cumplir cuatro años de matrimonio con la mujer más maravillosa sobre la tierra, Blue, los primeros meses de nuestra relación estuvo lleno de problemas, cada día era una llamada, un mensaje, un video o una estadía en el hospital, incluso vivimos un secuestro, fueron los peores días de nuestra vida. Por momento me daba miedo que estuviéramos tan acostumbrados a las desgracias que no pudiéramos vivir como una pareja normal, eso sin contar que para muchos nuestro matrimonio fue apresurado, pero para que esperar, si algo aprendimos con todo lo vivido es que la vida pasa volando y las cosas ocurren, así que aprovechemos mientras estemos vivos. Blue después de mucho pensarlo decidió adoptar mi apellido, no es algo normal ni común dentro de mi entorno que la mujer adquiera el apellido de su pareja, pero ella al final decidió hacerlo, así que ahora ella es la señora Blue Von Richthofen, le pareció divertido aunque sea de lejos tener algo de noble. Todavía recuerdo esa conversación. - Amor, ¿Qué opinas que use tu apellido? – dice mientras veíamos orgullo y prejuicio por enésima vez, Blue ama esa película. - Anticuado, creo que ni mi abuelita se puso el apellido de mi abuelo. - Pero Helda si, ella usa el apellido de su esposo, y ella también es tu abuela… - dijo en su habitual tono. - Blue- dije mientras paraba la película y giraba a mirarle a los ojos – si quieres usar mi apellido está bien, si quieres conservar el tuyo también es perfecto, no tengo problema con ello. Pero acá la pregunta es ¿Por qué? - Porque me gusta cómo suena Von Richthofen, suena elegante y de alcurnia. - Te he dicho que estás loca y así te amo – le digo mientras me acerco a ella para besarla y un poco más… Después de nuestra boda, Blue quería dejarlo todo para ir por sus sueños, pero tenemos roles que asumir así que solo podía concertar algunos proyectos nuevos en el mundo del modelaje mientras yo termine ocupando el cargo de ella cuando Jacob decidió dar un paso ha costado y retirarse a disfrutar con su pareja los millones que había amasado en fortuna. Y a pesar que han sido años maravillosos, la sombra de lo sucedido con Ethan, Jaime, Candy, siguen sobre nosotros, en especial porque Ethan, el exnovio de Blue me busco hace poco. Por seguridad voy en camino a verme con él, no le conté nada a Blue ni Jacob, pero estoy tenso ¿Qué eso tan importante que necesita hablar conmigo? Por lo que me informaron Ethan salió hace poco de la cárcel, su padre terminó vendiendo todo su emporio económico, por todos los delitos de su hijo su empresa empezó a verse afectada, no querían hacer negocios con él, además que al parecer obtuvo financiación del dinero obtenido ilícitamente sin preguntar… ya se imaginaran el resto. Hace un par de semanas salió de la cárcel donde cumplió su pena y pidió urgentemente hablar conmigo, en principio me negué pero, fue tal la insistencia que amenazaba mi cordura, llamaba a toda hora y como decía mi abuela, es mejor coger el toro por los cachos y aquí estoy en camino a verme con ese hombre en un lugar neutral, afortunadamente Blue esta fuera de la ciudad por unos días para la toma de unas fotografías y regresará mañana. En los últimos años pase de ser un completo desconocido a ser un hombre fotografiado y conocido por un amplio medio social, mi cara sale en revistas, periódicos y programas de televisión, aun me sorprende el poder de la familia Goldman, así que con cautela me dirijo al café donde fui citado, no quiero malos entendidos ni chismes, y más si van relacionados con Ethan, quién aunque no se le pudo probar nada, casi nos mata. Mi guardaespaldas se queda a un distancia prudencial mientras yo ingresó, el gran y famoso Ethan Cargill está mal vestido su ropa es ancha, viste un desgastado jeans y un hoodie n***o sucio, esta delgado, su piel luce cansada, su cabello n***o cortado a ras y sus ojos azules sin brillo, parece un mendigo, cuando se levanta para saludarme, es mucho más alto que yo pero ahora luce encorvado, les juró que por un momento me cuesta pensar que sea él. - Hola Carlos – tiende una mano en gesto de saludo. - Hola Ethan – le respondo el saludo para después ocupar una de las sillas de la mesa donde me esperaba. Una mesera se acerca a nosotros, pido comida para él y un café para mí. - Ethan tengo solo diez minutos, honestamente no debería estar aquí. - No te quitare mucho tiempo, ya veo que ahora eres el jefe y como tal vives ocupado – lo dice con la petulancia que lo caracteriza y que intenta disimular conmigo – mírate usando ropa de diseñador y con guardaespaldas en la puerta. - No tengo tiempo para esto, si vas a insultarme mejor que voy – digo poniéndome de pie y sacando algo de dinero que dejo caer en la mesa – pensé que querías hablar algo conmigo… - Carlos – agarra mi muñeca – por favor no te vayas, necesito un favor tuyo. - Te escuchó – mientras vuelvo a ocupar mi lugar. - Carlos, necesito ayuda- suspira de forma pesada - no tengo comida, vivo en un centro de acogida, mi padre no me quiere hablar, del medio nadie me quiere dar un empleo –habla de forma atropellada- creen que los desfalcare no tienes idea a todos los que he llamado, muchos juraban ser mis amigos, pero ahora en la desgracia me doy cuenta que no tengo amigos ni familia… - Ethan, no te puedo ayudar, yo solo me encargo de dirigir el negocio de la familia de mi esposa… - No me mientas Carlos – dice mientras ríe – yo sé que tiene mucho dinero, se de tus abuelos, ese apellido que cargas ahora no es de gratis, aunque para mí siempre vas a ser Carlos Pobretón Rodríguez. Me pongo de pie - Sabes que Ethan, el pobretón aquí eres tú, no me llames ni busques a Blue. Vine por compasión, pero ya veo que eres el mismo hijo de putas de siempre. Me dirijo al auto y mientras regresó a la oficina la sonrisa burlona de Ethan aparece una y otra vez junto con sus palabras, para ser franco siempre me he sentido usurpando un puesto que no es el mío, ahora tengo un apellido noble, visto ropas tan caras que una con una pieza una persona pobre comería un mes y el reloj que porto es la cuota inicial de una vivienda; unos abuelos con ganas de darme todo, una esposa que disfruta en medio de lujos que comparte conmigo, y un suegro que confió en mi todo su poderío económico que tiene más de cien años en construcción. Después de los sucesos no confiaba en ninguno de los otros socios minoritarios que tenía, así que hizo algunos movimientos y las acciones básicamente están repartidas entre Blue, Benjamín y Jacob por partes iguales. Cuatro meses después de nuestro matrimonio un año después que llegará a este país, Jacob nos llama a la sala de juntas pequeña anexa a su oficina y hace un anuncio que pareció que estuviera diciendo la fecha del fin del mundo, después del secuestro de Blue no se pudo recuperar, las canas en su cabello y las arrugas de su cara hicieron presencia, algunos dolores en su cuerpo se volvieron permanentes, sé que disfruta un amor bonito después de años de esconderse a lo que sentía, pero el precio que p**o fue alto, sin embargo, el agradece que gracias a eso tuvo sus dos hijos maravillosos. - Papá, que es eso tan importante que tienes que decirnos - dice Blue mientras lo saluda. - Siéntense y hablamos con calma. Ocupamos una de las sillas de la mesa de la sala de juntas mientras él se conectaba por video llamada con Benjamín, quien al final decidió quedarse a vivir al otro lado del país y viaja por lo menos una vez al mes. - Llevo haciendo el mismo trabajo los últimos treinta y cinco años de mi vida, pensaba hacerlo hasta que muriera o en definitiva no tuviese más opción que el retiro, desde que las circunstancias me obligaron a salir del closet y ante la perspectiva que la empresa sucumbiera empecé a pensar que era hora de pasar el testigo… - Papá ¿estas insinuando que te vas a retirar? – su cara era de real terror. - Si Blue, es hora que te hagas cargo – la miro a los ojos. - No padre, no me voy a hacer cargo, no estoy lista, apenas he aprendido lo básico, es mucha responsabilidad para mi… Ella empieza a caminar de un lado a otro mientras hiperventila, tiembla de la cabeza hasta los pies, sé que aun por momentos los malos recuerdos de los eventos vividos regresan, por momentos se queda en silencio como ausente, como si le costará estar en el presente, una parte de ella aún vive en el hueco donde la encerraron. Camino hasta donde ella y le abrazo mientras le susurro. - Respira, respira, no estás sola. Alza su mirada llorosa. - No puedo Carlos, aun no puedo quedar al frente de todo el barco, hazlo tú. - No Blue – mi voz sale asustada- creo que esa tarea no me corresponde. El silencio se apodero del lugar, a duras penas se escuchaban las respiraciones tensas y los sollozos ahogados de Blue, cuando Jacob vuelve a hablar. - Los dos tienen razón, Blue no está preparada aun, y a Carlos no le corresponde, pero creo que la persona idónea es él, yo estaré seis meses más y lo prepararé para el cargo ¿Qué opinas Benjamín? - Creo que arreglando algunos temas contractuales, es la mejor opción, estoy de acuerdo. Les juro que en ese momento empecé a sentir miedo, imagínense recayendo sobre mis hombros toda la responsabilidad de todos los hoteles, de la casa matriz, cuántos empleos dependerían de mis decisiones, además deberé hacer todo el tema de la restructuración luego que por años no solo desfalcaran la compañía, sino que usaran muchos hoteles para cometer tantos delitos que la mayoría de los antiguos gerentes están presos. La mirada de los tres recae en mí, respiro profundo mientras me siento, aflojo la corbata y mi cabeza cae entre mis manos, intentó pensar y ordenar mis ideas, es mucha responsabilidad para mí solo. Escucho los tacones de Blue, el computador es apagado, la puerta se abre y se cierra, y Jacob se acerca a mí. - Carlos, debo confesar que cuando Blue me pidió que te diera un trabajo hace un año, lo dude, aunque sé que habías dirigido muchos temas junto con ella, después de los últimos acontecimientos me costaba confiar en alguien nuevo, pero en este tiempo que llevas trabajando conmigo, hombro con hombro, rescatando el nombre de hoteles HyG, estando al frente de las sucursales afectadas, creo que eres la persona indicada. - Pero… no estoy seguro que me corresponda esa tarea, apenas tengo un título de administración hotelera en una universidad barata que me costó mucho pagar – respiro de forma pesada mientras alzo mi cabeza – ustedes nacieron para esto, estudiaron esto en grandes universidades… - Tú también naciste para esto, haz vivido toda tu vida en medio de hoteles, a eso se ha dedicado tu familia por generaciones, no veo ni una diferencia. En ese punto tiene razón, he estado toda la vida en esto, pero no es lo mismo ser un empleado más a que toda la responsabilidad recaiga sobre mis hombros. - Te acompañaría seis meses en el proceso, cuando considere que estés listo te quedaras solo en el cargo. Pienso una y otra vez en posibilidades y opciones, pro y contras, al final decido pedir un consejo sabio a mi abuelo. - Jacob regálame tiempo para darte una respuesta, quiero el consejo de mi abuelo. - Te doy el tiempo que necesites para que lo pienses, consulta con quien necesites, solo te pido una cosa, discreción, no quiero que esto se filtre a todos los medio de comunicación, y quien sabe a quién más, ya hemos pagado el precio por ello. Asiento mientras saco el celular del bolsillo y llamo a mi abuelo, él dejo la empresa a sus hijos hace unos años, no he podido decirles tíos a los hermanos de mi padre, pero la relación con mi abuelo ha sido diferente, es como si lo conociera de siempre y nos llevamos bien, aunque con su gesto serio pareciera que no sintiera ningún tipo de emoción es tan característico en él, aún así se que me ama. - Friedrich, abuelo, necesito un consejo… Le cuento la propuesta de la familia Goldman y mis miedos, miedo a una responsabilidad más grande que yo, a los eventos del año pasado, a las veces que casi perdimos la vida, en mi cuerpo aún quedan las cicatrices de todos ellos, Blue al final decidió borrarlas con láser, para mí son recuerdos de experiencias vividas y hacen parte de mi cuerpo. - Hijo, si ellos confían en ti es porque tienes las cualidades para hacerlo, solo te aconsejo preguntar todo lo que no entiendas o te parezca sospechoso y lee siempre antes de firmar. Igual hace mucho quiero proponerte algo similar, he querido hace mucho que te vengas a vivir con nosotros. - Una cosa a la vez, creo que por ahora me quedare donde mi esposa este. - Buena idea hijo, pero recuerda que por ser un Von Richthofen tienes algunas responsabilidades que recaen sobre tus hombros así como muchos privilegios que no has querido recibir. - Sí, yo sé, pero con mi sueldo tengo para mucho, no estoy acostumbrado a tanto dinero, dame tiempo. - Te doy tiempo, pero quizás yo no tenga tanto… Desde la luna de miel que estuvimos una temporada en casa de mi abuelo ha estado insistiendo que le reciba algunas cosas y sumas económicas que según él me corresponde por derecho propio, pero no estoy tan seguro de ello. Desde el momento en que conocí a Blue mi vida se ha visto envuelta en un espiral de situaciones, emociones, problemas y bendiciones. Amo a esa mujer con locura, es mi norte, y me gusta desde el instante en que fui a buscarla al aeropuerto, aunque era un imposible, pero definitivamente desde el día que tuve el placer de besarla, ella es mi droga, mi adicción. Estoy pensando en ella cuando hace aparición, entra a la oficina y se sienta en mis piernas. - Amor, perdóname por meterte en problemas, no fue mi intensión, simplemente me pareció buena idea que tú lo asumieras, yo aún no estoy lista, aun por momento siento que los viejos fantasmas me atormenta, ya parezco a katniss Everdeen en el Sinsajo, no sé qué es verdad y que no, prometo que cuando esté lista te relevo del cargo. - Está bien Blue, asumo el cargo, pero con una condición, sé que acabas de retomar el modelaje, que te han llamado para portadas y todo eso que amas, pero no me dejes solo con esto. Tengo miedo, es mucho para mí. - Te propongo algo, solo hare cosas que en verdad valgan la pena, el resto del tiempo estaré contigo aquí y quiero que me acompañes a donde sea que tenga que ir. - Entonces implantemos algo que nos permita estar juntos y a la vez estar al frente de la empresa… - No se Blue, dame tiempo para asimilar todo esto… Después de ese día empecé el entrenamiento con Jacob, pasábamos horas trabajando, me presentaba a cada una de las personas con las que debía hablar, tratar y cerrar tratos; el movimiento financiero y todas las cosas que debíamos arreglar, fueron seis meses de trabajo arduo, también fueron seis meses donde las discusiones con Blue aparecían por momentos, como pequeñas explosiones que amenazaban con nuestra estabilidad. Según nuestros psicólogos es algo normal por todo lo que estábamos viviendo y yo solo pedía un día en paz, calma y mi vida normal, para luego comprender que ella no volvería nunca, que esta era mi nueva normalidad y debía aceptarla tal y como es. Mi nueva normalidad iba entre autos lujosos, ropa costosa y elegante hecha a mi medida, arreglo personalizado de cabello y uñas, y si algún día se me daba por dejarme la barba esta debía lucir perfecta, no me puedo quejar, esta vida empieza a gustarme. Tengo una persona que se encarga de cada cosa, incluso si quiero practicar un deporte alguien lleva mis elementos, hay muchas cosas que ya no hago, sin embargo, me siento con el peso del mundo sobre mis hombros, cada decisión que tomo debo asumir la responsabilidad de ella, un paso en falso y no solo Blue y yo caeríamos, junto a nosotros arrastraríamos a nuestras familias y todos los que están debajo, y yo sé lo que se siente ser un peón más en un gran tablero de ajedrez, ahora soy el rey y doy las ordenes. Muchos dirán que estoy loco por revelar al mundo mis miedos y sentimientos, pero la verdad lo hago porque es liberador, es como si el peso que cargo sobre mis hombros por momentos se sintiera más ligero. Después de mucho pensarlo decidí contar mi historia, porque al igual que Blue también escondo un secreto…
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