—¿Qué se siente estar divorciada?—preguntó Honey.—Ya nada te ata. Eres libre de Cameron, eso ya es mucho decir, ¿no? ¿Qué es lo que se siente? Todo este tiempo solo con Cameron y ahora…libre. Libre de hacer lo que te plazca, con quien te nazca. Su dedo pasó por el labio superior de Lisa, ella lamió el dedo de Honey. Mis ojos se iban hacia ellas, pero no por Honey, sino por la pequeña Lisa, que de pequeña no tenía nada, salvo esos finos labios que daban ganas de verlos muy extendidos con algo grueso en la boca, a ser posible que sea mi polla, la cual estaba dura desde que ellas se tiraron al piso a conversar, ya no podía apartar mis ojos de ella. Niko se había ido no sé hace cuanto tiempo y yo solo estaba a la espera de que ellas dos decidieran marcharse, pero parecía como si fueran a co