Eran las doce del medio día cuando mi cuerpo me pidió levantarme, tomé una ducha rápida, corrí abajo para leer los correos mientras desayunaba y vi uno de Luk. Envié un mensaje a los chicos para reunirnos en diez minutos en casa de Sasha. Era el punto al que todos nos quedaba más cerca. Subí a donde April y le di un beso antes de irme. —Es…pera. ¿A dónde vas?—preguntó, abriendo sus lindos ojos. —Voy con los chicos. Después creo que almorzaré con Lisa. No me esperes para comer. No duermas todo el día, fuera hace un día precioso. —Necesito ir al banco, comprar algo más de ropa y otras cosas. Tomaré uno de tus coches. —Sabes donde están las llaves. Atiende a mis llamadas, no me gusta que no me contestes. —Solo si las escucho. —April… —Bien. No seas gruñón. Dormiré un rato. Pero te