Apreté la cortina entre mis dedos, realmente estaba muy triste y de vez en cuando no lo podía controlar, la fortaleza se me iba, me decía a mí misma que si sobreviví a Cameron, entonces yo podría con esto, pero no era tan sencillo y no es que me creyera débil, es que reconocía que esto no sería fácil y me harían falta todas y cada una de mis fuerzas. Sus grandes manos tocaron mis hombros y fueron bajando por mis brazos, se acercó tanto a mí que mi cuerpo pareció reposar entre su pecho y aquel calor de su cuerpo me dio un poco de fuerzas, pero luego me las robó de la nada cuando su mano rozó mi oreja, dado que Noah siempre me hacía eso. Llevé mis manos a mi boca, pero el llanto salió, era tarde para detenerlo. Sus brazos giraron mi cuerpo y él me sumergió entre ellos. Aquel calor me bañ