Capitulo 6

1487 Words
Seguía sin entender lo que había pasado la noche anterior pero eso no podía parar mi entrenamiento. Aunque fuera verano, las animadoras y los jugadores de los equipos universitario seguíamos entrenando, muchos por nuestra cuenta para no perder la fuerza, era importante ganar las competiciones, y mi equipo era el mejor del estado por lo que debíamos mantenernos, así que relajarnos no era una opción. Habíamos tenido una semana de descanso, pero las vacaciones habían terminado, ya se acabo la comida basura y dormir, debíamos volver a al dieta y al entrenamiento duro, la rutina y las normas. Me desperté pronto y estire. No desayune, porque sabía que la entrenadora nos daría algún desayuno raro. Antes de salir de casa, fui a la habitación de Liana donde dormía ella con Bianca abrazadas. —Chicas—las llame en un susurro. —Calla—me grito Liana adormilada. —Me voy al entrenamiento—les avise. Las dos se miraron, Liana se sentó en la cama y me miro. —¿Quieres que te lleve?—me pregunto. La mire sorprendida. —No—dije sorprendida. —Pues déjame dormir—se quejo como una niña pequeña. Entre y me acerque a ella para besar su mejilla, e hice lo mismo con Bianca. —Luego os llevo a comer—les dije. Las dos me ignoraron para volver a dormir, y tome eso como un si. Sali de casa, y me fui a mi coche para ir a la universidad donde sería el entrenamiento. Las aulas estaban cerradas, y los edificios centrales solo estaban abiertos para profesores pero las zonas deportivas, seguían abiertas para todo el mundo, o al menos para los que las quisieran usar. Al llegar, aparque y cogí bolsa para ir al entrenamiento, aunque la llevara ya iba vestida para el entrenamiento, así todo sería más rápido. Camine tranquila por la universidad, hasta llegar al campo de futbol americano donde ya estaban algunas del equipo de animadoras, y por una extraña razón algunos jugadores del equipo de futbol. —Amanda—me llamo Emily nada más verme. Emily Evans, era la capitana del equipo, estaba en ultimo año de moda y era demasiado energética, y mandona, era alta y rubia, parecía y era el mayor estereotipó de las películas americanas, quitando el carácter, era buena, al menos con sus amigos. —Dime Em—le dije al acercarme. Evan estaba entre los chicos del equipo de futbol, conociéndole seguramente dijo que hice algo y me iba a caer un sermón. Por mucho que quisiera a mis amigas de las animadoras, en ocasiones eran peores que mi familia, me llaman la atención por casas que ni mi madre lo hacía, sabía que lo hacían por mi, para que fuera la mejor versión de mi misma. —¿Es verdad que ayer ignoraste a Evan?—me pregunto Daniela. Daniela era la mejor amiga de Emily, era latina y tenía el ritmo de una diosa, era genial en el baile, su largo pelo castaño y ojos chocolate, la hacían verse muy bien, según Liana, era la más guapa del equipo, estaba en penúltimo año de cine. —Dani—le dije. No se si estaba preparada para lidiar con la cita tan desastrosa que tuve ayer. —Amanda—me dijo Emily y la mire. —Si—confesé y las dos me miraron decepcionados—Tenía una cita y no quería gafarla, contándolo—dije, aunque era mentira, era la mejor razón que se me ocurría para no tener consecuencias sobre ignorarle por no querer darle explicaciones. Las dos se miraron y luego me miraron a mi. —Normal—dijo Daniela, Emily la miro impresionada. —¿Estas enserio?—pregunto Emily. —Claro—dijo Daniela y la mire sorprendida—Mi abuela siempre dice que contar una cosa que te importa hace que pierdas el control sobre ella, y una mala energía, la puede fastidiar—dijo. La mire. ¿Ya había mencionado lo mística que era? Pero eso siempre venía bien, y sobre todo ahora. —Vale—dijo Emily. Las dos se miraron y me miraron con los brazos cruzados. —¿Quién era el chico?—pregunto Emily. La mire. —¿Desde cuando tienes citas?—pregunto Daniela. Las mire sorprendida. Era verdad que no les había contado nada, por lo que debían estar muy sorprendidas, quizás más que yo por aceptar la cita. —Mi abuela me ha organizado una cita con el nieto de una amiga suya—dije. Las dos me miraron. —¿Cómo fue?—pregunto Daniela. Las mire, Quizás lo mejor era no mencionar a Max, no porque em avergonzara de él, sino porque no era la persona que ellas quieren para mi, y no quería que juzgaran al pobre chico cuando apenas habíamos tenido una cita. —Horrible—dije sincera. Las dos me miraron triste. —Fue demasiado mal educado y borde, llego y apenas me hablo, ni me dijo su nombre—les conté. Las dos me miraron aún más tristes, se miraron entre ellas, y luego miraron a los chicos del equipo de futbol que estaban con algunas animadoras. —Deberías darle una oportunidad a Evan—me dijo Emily. La mire sorprendida. —Es solo un amigo—me queje. Las dos me miraron. —Las mejores relaciones empiezan así—me dijo Daniela. Las mire. Las dos tenían relaciones estables, Emily con el capitán del equipo de futbol, Kevin, que era el mejor amigo de Evan, y Daniela tenía una relación con un chico que ya se había graduado. —Lo se—les dije—Pero no quiero fastidiar la amistad, es demasiado buen amigo—dije. Las dos sonrieron. —No importa—dijo Emily—Sal con él—añadió. La mire, sabía que quería lo mejor para mi y quizás Evan era la mejor opción para mi, además podríamos tener citas triples, porque los tres chicos son muy buenos amigos, pero no estaba segura si Evan era la mejor opción para mi, aunque los dos fuéramos muy parecidos y compartiéramos creencias, cosa que facilitaba todo, pero eso no quitaba que yo estuviera segura de que fuera la mejor opción para mi, además estaba Max, con quien estaba teniendo algo interesante. Que fuera mi amigo y que tuviéramos cosas en común, no lo era todo, no lo hacía diferente. —Lo pensaré—dije. Las dos me miraron, no puede saber si estaban molestas o decepcionadas, esperaba que ninguna de las dos. —Empecemos equipo—grito la entrenadora. La entrenadora Johnson, era una ex animadora muy buena, fue ganadora de varios concursos, y fue parte del equipo nacional, además tiene grandes premios. A la universidad le costo mucho tenerla, y que nos llevara a ser el equipo numero uno. —La conversación no termina—dijo Emily para irse con la entrenadora. Para estás fechas en las que estábamos, ya las que iban a entrar con becas de animadoras, sabían que estaban dentro por lo que estaban en los entrenamientos, no era muy común que hubiera gente que se uniera sin experiencia, habitualmente en las diferentes disciplinas, necesitabas unos años de entrenamiento y trabajo, para rendir a nivel universitario. —Quiero que empecéis corriendo un poco para calentar—dijo. Y todos nos pusimos a correr para calentar. Como todos los equipos, no solo éramos chicas, aunque lo éramos en su mayoría, había chicos que eran muy buenos y sin los que ni siquiera estaríamos en el top cinco. Los entrenamientos de animadoras eran siempre exigentes, pero no duros, si tenía una buena resistencia física podías con ello. Tras correr, nos pusimos a estirar para evitar lesiones, era lo más importante del entrenamiento. Estaba apartada de Emily y Daniela porque no quería con su decisión de que saliera con Evan. Pero me salió mal la jugada, cuando tuvimos que hacer un estiramiento en parejas, Emily se acerco a mi, ya que era con la única que podía estirar dado mi altura. —¿Lo has pensado?—me pregunto mientras me ayudaba a estirar. La mire sorprendida. —Apenas me ha dado tiempo para sopesar las cosas buenas y malas—me queje. Ella me miro y tiro de mi con más fuerza. —Esto no tiene cosas malas—me dijo y la mire. —Todo lo tiene—rebatí y ella estiro de mi aún más. Por suerte, aún no me dolía ya que podía estirarme algo más. —No—me dijo molesta—He aceptado que sigas con esas amigas tuyas, nada populares que manchan tu imagen, no voy a dejar que sigas fastidiando nuestra imagen por no saber elegir a un hombre—me dijo, dejándome sorprendida. Parpadee impresionada sin saber que decir. —Emily, no se que decir—dije. Estaba totalmente perdida y no entendía nada. —Pues deja de arruinar nuestra reputación—me dijo. Me soltó con brusquedad para irse con Daniela. Me quede quieta e impresionada por lo que acaba de pasar. No quería perder la amistad de Emily y las animadoras, ellas eran un gran apoyo pero tampoco quería salir con alguien obligada, estaba perdida.
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