AIDEN Sobreviví. No tengo idea de como le hice para llegar a mi casa, después de haber salido de casa de Ani con la adrenalina y la lujuria a tope. Quería ahorcar a mi propia hermana. Diosito, si me estás escuchando, no sé qué tengas contra mí, pero juro que me he portado bien. Sí, llegué a jalármela tres veces pensando en ella, en su sonrisa, en su mirada traviesa, en lo tierna y jodidamente sexi que se veía, en tenerla para mí, desnuda solo para mí. No era solo su cuerpo, era su personalidad la que me volvía loco. Sí, me quedé mirando al techo porque tenía que reconocer que no solo era atracción física, era una atracción de personalidad la que en realidad me tenía embobado. Solo me había bastado pasar con ella un poco más de tiempo para darme cuenta de que me volvía loco. No querí