AIDEN ¿Alguna vez pensé en comerme a Ani? No. Hasta el momento en que empezamos a convivir. ¿Alguna vez creí que la vería desnu**da y a mi merced? No, pero lo pensaba muy de vez en diario, todo el día, desde que empecé a tratar más con ella. ¿Alguna vez pensé que probaría su sabor y era lo único que quería comer en toda mi vida? No, pero empecé a desearla como un adicto a la heroína desde el momento en que probé sus labios por primera vez. La había notado desde el día uno, cuando me aventé por ella a la piscina para rescatarla porque no sabía nadar. Hasta el día de hoy no había aprendido a nadar, pero sí pegaba fuerte. Tal vez siempre la he estado observando de manera inconsciente porque en el fondo siempre me había interesado por ella, pero no lo quería aceptar. En aquella época el