Las semanas pasaban rápidamente para la joven de ojos azules y más desde que se acostaba con su esposo.
Cuando llegó la noche de la fiesta anual de Schmidt Multinational Corporation, sentía que se iba a morir. Se encontraba mareada y sentía que si se movía, se caería al suelo.
Era el primer viernes del mes, 4 de septiembre, y si no se daba prisa, llegaría tarde a la empresa que era el lugar donde se llevaría a cabo la fiesta. Madeleine había subido a la habitación de Kaia para vestirse juntas.
Se levantó de la cama mientras suspiraba y caminó hacia el cuarto de baño. Una vez allí, se hizo una coleta que se la recogió en la nuca, la echó a un lado y tenía la raya en medio.
Había algunos mechones sueltos alrededor del pelo haciendo que restaban sobriedad al look.
— ¿Te encuentras bi
