Eran casi las ocho de la noche, me encontraba lista con un hermoso vestido n***o tallado al cuerpo con un escote en la espalda. El timbre sonó, me desplace a la puerta y la abrí en seguida, frente a mi estaba Anderson con un traje n***o que le sentaba muy bien, una leve barba adordaba su quijada volviéndolo muy atractivo. —Te ves muy hermosa—pronunció mirándome con detenimiento. —Gracias, tu también estas. Te ves muy bien—logre decir atropelladamente, no sabía porque se sentía tan nerviosa Poco después bajamos al primer piso donde un chofer nos esperaba. Él al vernos abrió la puerta para que ambos ingresáramos en la parte trasera del mismo. —Espero que le guste la comida Italiana señorita Miller—musitó Anderson mientras miraba por la ventana. —Por supuesto es una de mis comidas f