Capítulo II

1033 Words
Mi llegada al diario el país fue mejor de lo que esperaba, cada trabajo que me asignaban daba mi mayor esfuerzo, poco a poco fui ganándome la admiración de mis compañeros y los jefes del diario. A pesar que era la más joven y llevaba sólo un año laborando en dicho lugar se dieron cuenta que mi carácter fuerte y mis habilidades periodísticas llamaban la atención del público que monitoreaba el sitio web como la versión impresa. Era directa con las preguntas que realizaba en mis entrevista y si acusaba a alguien sobre algo particular, era porque tenía fuentes confiables que me proporcionaban dicha información. Poco a poco fui ganándome una buena reputación, llamando la atención de muchas personas importantes que quería que los entrevistará. No sólo estaba ganado experiencia en mi trabajo, sino que también me había convertido en una persona más madura y aunque sentimentalmente me encontraba sola, eso no me importaba en lo absoluto. Toda esa energía y tiempo la había invertido en mi carrera.  Ahora me encontraba frente a mi entrevistado, junto a un camarógrafo, asistente y cuerpo de seguridad en uno de los estudios del edificio del diario. Mi jefe, el señor Collins, me había asignado un trabajo que consistía en entrevistar a Allan Bueso, sobre las acusaciones de desvío de fondos de la Fundación Nuevas Sonrisas que estaba bajo su mandato. Estos fondos provenían de varias compañías que invertían en obras sociales, pero la que más invirtió fue: Inversiones Anderson, liderada por Andrew Anderson el segundo hijo de dicha familia. Con el pasar de los días, me di cuenta que el hombre que había conocido en el pasillo del baño de aquel club, era el mismo que ahora estaba a cargo de esa compañía tan importante y la chica que estaba discutiendo con él era su exnovia, esto último lo sabía porque era hija de un empresario muy importante.  Por otra parte todas las acusaciones contra Bueso, eran solamente rumores en el aire, nadie tenía pruebas que lo inculpaban, bueno no públicamente ya que la Policía estaba llevando el caso con la mayor prudencia. Lo que yo estaba a punto de hacer seguramente me metería en problemas, ya que presentaría documentos confidenciales que tenía sobre las cuentas personales de Bueso, pero lo que nadie esperaba eran las fotografías que tenía en mi poder y que se iban a mostrar Públicamente en el sitio web del diario y por supuesto en la versión impresa. Comencé la entrevista con preguntas triviales, pero decidí no perder mucho tiempo para ir al punto que me interesaba. —¿Cuál es su respuesta ante las acusaciones de extracción de fondos en su contra señor Bueso?—pregunte continuando con la entrevista. Allan Bueso, hizo una mueca de molestia con sus labios  —Esas acusaciones son falsas, no tengo motivos para extraer dinero de los fondos de la Fundación. He trabajado honestamente todo estos años por el bienestar  de los más necesitados—respondió seriamente. Una pequeña gota de sudor se deslizaba por su frente en ese instante. Esté era el momento que estaba esperando, comencé exponiendo las pruebas que tenia frente al público. —Si lo que dice es verdad, ¿Por que tiene siete demandas en su contra de las compañías que han invertido en la Fundación nueva sonrisa dirigida por usted?—pregunte al tiempo que le hacía una señal a Cecilia, una de mis asistentes del periódico para que le entregará una carpeta al señor Bueso, él la tomó y lo leyó—. También nos podría explicar ¿Por que sus estados de cuenta de la noche a la mañana aumentaron drásticamente a un monto de $250,000.00?—agregue en un tono firme. Bueso, evidentemente estaba sorprendido por el contenido de la carpeta. Él se quedó en silencio, el sudor en su frente era más notable, se quitó levemente el nudo de la corbata para respirar mejor—.Parece que se ha quedado sin palabras señor Bueso, pero no se preocupe les daré las respuestas a nuestra querida audiencia por usted, detallando cada una de sus inversiones personales—comente fríamente mirando la copia que tenía en mis manos—.La mayoría fue destinado a club de stripper llamado Luna la cual está a nombre de: Julio Liconal ese es su verdadero nombre ¿Cierto?—dije después desenmascarándolo—.Otra parte fue invertida para comprar bienes materiales para su esposa y también para su amante que es bailarina del club antes mencionado—añadí sin apartar mi mirada. —¡Eso es falso, todo estos documentos están alterados para acusarme de algo en lo que soy inocente!—exclamó Bueso poniéndose de pie, con una expresión de enojo. La entrevista estaba siendo transmitida en vivo por el sitio web junto las fotografías que afirmaban las acusaciones: el lobo con piel de oveja había sido expuesto a nivel nacional. —¿Algo más que tenga que decir en su defensa señor Bueso ante de dar por terminada la entrevista?—interrogue lo más serena posible—.Tal vez pueda pedirle una disculpa a todos aquellas personas que por su ambición no tendrán los beneficios de salud, educación y vivienda que le correspondían con esos fondos— dije manteniendo mi postura. —¡Usted es una maldita perra, todo lo que ha dicho es mentira!—pronunció furioso, acercándose a mi con un propósito en específico, pero los guardias lo detuvieron de inmediato. —Lamentablemente señor Bueso, las pruebas hablan por sí solas, gracias por complacernos esta reveladora entrevista—pronuncie con una sonrisa en mi rostro. Bueso, continuaba maldiciéndome mientras lo llevaban afuera del estudio. Cecilia se acercó para entregarme la carpeta que el señor Bueso había lanzado al suelo. —Eso fue genial, lo hiciste pedazos—dijo Cecilia emocionada por ver tanta adrenalina—.Espero algún día convertirme en una periodista como tu—agregó con admiración. —Gracias Cecilia, eso me honra—respondí, mi celular comenzó a vibrar segundos después: era un mensaje de mi jefe el señor Collins—.El jefe nos quiere ver—les comunique a todos mis compañeros.  Todos tomamos nuestras cosas y nos desplazamos a la sala de reuniones.
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