Enamorado de mi Jefa (Segunda temporada)

2

-Al fin llegas.-le dije a Sophie quien entraba por la puerta de mi casa. - necesitamos ir de compras, así que vamos, la tomo del brazo para caminar a la puerta pero me detiene soltándose de mi agarre.

-Pero apenas voy llegando. ¿Y Alfred?

-Si y ya nos vamos. Luego saludas a Alfred. -la tomo del brazo nuevamente y salimos por la puerta.- dime que tienes auto. -ella rió. - no te burles de mi.

-Lo siento es que, primera vez que te veo tan desesperada. Si tengo auto... pero lo dejé. -la miro con horror.- Julieth, vivo a dos cuadras de tu casa para que traería auto. -se encogió de hombros. Yo solo la fulmino con la mirada.

-Ve a buscar tu auto o no te invito a la inauguración. -ella abre su boca sorprendida. Luego sale corriendo a su casa.

Dios, ¿por qué me castigas de esta manera? Miro la hora en mi reloj, eran las dos de la tarde

Búsquenme un pistola por favor.

Luego de aproximadamente diez minutos de espera, aparece Sophie en un bmw x6 rojo.

De lo que me perdí estos cinco años.

Subo rápidamente en el puesto de copiloto.

-Disculpa la tardanza el tontito de Liam me hizo tardar. -la miro con el ceño fruncido totalmente confundida.

-¿Liam?-pregunto.

-Si, el hijo de... -se calla de inmediato. Me mira rápidamente y yo intento analizar sus palabras.

Luego caigo en cuenta de lo que iba a decir. No se que pensar ni que decir.

Miro mis dedos que reposan en mis muslos.

-Tranquila, no creo que eso me afecte. - murmuro y quiero convencerme de que es así.

-Liam es el hijo de Austin, de casi cinco años. -hace una pausa y suspira pesadamente. - ¿Quieres que te sea sincera? - la miro y ella me mira de reojo.

-Si, claro. -respondo.

-Dudo que Austin sea el padre de Liam. No tienen ningún parecido, tiene los ojos avellana, el cabello oscuro, el color de piel es mas oscura al de Austin. Bella tiene los ojos azules, y no creo que los ojos hayan sido de sus abuelos porque tanto los padres de mi hermano, como los de Bella no tienen ese color de ojos. Es extraño. Se lo comente a mi papá y opina lo mismo. Hace poco le dije a Austin, al principio decía que estaba paranoica, pero con el tiempo creo que está dudando de su paternidad. -suspira de nuevo.

Mi mente piensa en aquel tema mas del que debería.

¿Y si Austin no es el papá de esa criatura?

Hay muchas posibilidades.

Pero no creo que alguien sea capaz de hacer eso, mentir respecto al padre de su propio hijo.

Da igual.

-Bueno a lo mejor, no lo sé, lo cambiaron en el hospital. -río sin ganas. Sophie me fulmina con la mirada y dejo de reír. -bien bien, no lo sé. Tampoco quiero saberlo.

-¿Puedo decirte algo? -asiento. -Austin sufrió mucho cuando te fuiste. Con decirte que adelgazó varios kilos y a pesar de, ya sabes, estar casado y tener su propia casa, se quedaba en casa por semanas. Austin jamás había querido a alguien como te quiere a ti.

Mi respiración se vuelve irregular por todas las cosas que Sophie ha dicho. ¿Aun me quiere? ¿Él sufrió tanto como yo? ¿Yo aún lo quiero? No lo sé y no quiero averiguarlo.

Por mi mente pasa varios recuerdos y termina en la llamada de hace horas.

No me doy cuenta que hemos llegado hasta que el auto se detiene esfumando mis pensamientos.

-Vamos. Tenemos un elegante vestido que comprar.

Vuelvo a mirar la hora dos y veinte de la tarde.

Recorremos rápidamente casi todo el centro comercial en busca del vestido perfecto, pero nada me convence. Hasta que al fin encuentro uno, al cabo de veinte minutos de búsqueda. No como el que pensaba que encontraría pero se acerca.

Salimos de la tienda. Mi teléfono suena en mi cartera indicando que ha llegado un mensaje y lo busco mientras sigo caminando, hasta que choco con un cuerpo firme que me hace detener. Miro hacia el sujeto para pedirle disculpas pero me llevo una gran sorpresa al ver de quien se trata.

-¿Matthew? -pregunto incrédula. Su cabello está mas corto que la ultima vez que le vi en el aeropuerto hace cinco años y tiene barba de algunos días. Se ve mayor ¿y cómo no? Tiene veintitrés años. Luce atractivo aunque me cueste aceptarlo.

-¿Julieth? Mi pequeña. Oh por Dios te extrañe tanto. -me abraza fuerte haciendo que eleve mis pies del suelo. Iba a responder pero Sophie me interrumpe.

-Llegaremos tarde. -ella ve a Matt y sonríe amablemente. -Hola Matt, estabas desaparecido ¿eh? - se dan un beso en la mejilla.

-Estuve de viaje en...-lo interrumpo.

-Linda historia pero tenemos prisa. Por cierto estas invitado a la inauguración de Jolie Collection. Dame tu numero y te paso la dirección. -le doy mi móvil para que el anote su numero en el. -Te espero, adiós Matt.

-¡Adiós princesas! -hago un ademán con la mano despidiéndome de él y Sophie me imita.

Corremos al coche de Sophie. Nos adentramos y mi amiga conduce lo mas rápido que puede llegando en  diez minutos a casa.

Miro mi reloj de mano, las tres en punto.

Mierda, mierda y más mierda.

Llegaré tarde.

Ya es hora de arreglarme.

.

Me arregle en tiempo récord, treinta minutos.

Dios mio que tarde es. Me pongo mi aretes y salgo de mi habitación.

Sophie se fue a su casa a arreglarse ella iba a tardar mas que yo, de eso estoy segura.

Por el contrario, Alfred me espera ya listo en la sala de estar.

-Wow, estas guapísima hermana. -sonrío por su comentario y lo abrazo.

-Tu también estas guapo, Alfred.

-Bien basta, estamos perdiendo el tiempo. Vámonos. - asiento y salimos al estacionamiento de la casa.

Gracias al cielo que la empresa queda a diez minutos de aquí.

Efectivamente llegamos a la inauguración en diez minutos aproximadamente.

Habían muchas personas en el lugar.

Reporteros, seguridad, algún que otro personal de la empresa y sus acompañantes, etc etc.

Bajé del auto con mi hermano y este le entrego las llaves a un señor que se encargaría del coche.

Había una larga alfombra roja y al final estaba la puerta de entrada y un lazo rojo que impedía el acceso de las personas.

Posee para varias fotos, no era modelo ni nada de eso, pero como vicepresidenta y encargada de la empresa tenia que salir en las fotos.

Me encuentro a Matt y me acerco a saludarlo.

-¡Viniste! -lo abracé.

-No podía faltar a algo tan importante como esto. - sonrió mostrando sus hoyuelos que siempre me han parecido hermosos.

-Sophie no tarda en llegar. Yo debo dar un discurso en unos minutos y aparte tienen que posar para la prensa. - reímos y me despedí de él, aunque igual lo veré en unas horas.

Conforme pasaba el tiempo, más personas llegaban y en realidad me sentía muy nerviosa.

Si tan sólo estuviera acá Lucía no estuviera muriendo de nervios, pero ya que.

Sophie al fin había llegado, estaba junto con Matthew y Alfred.

Yo ya había dado mi discurso y ahora faltaba lo mas importante, cortar la cinta roja de la entrada.

Me entregaron unas tijeras y con una sonrisa sincera en mi rostro corte la cinta, haciendo que la mayoría de los expectantes aplaudieran y los reporteros tomaran sus fotos.

Un poco más y quedo ciega.

.

-Fué hermoso, parecías una famosa. -chilló Sophie.

Nos encontrábamos en un restaurante celebrando la inauguración que por cierto fue todo un éxito.

-No soy famosa, la empresa es famosa. -dije para luego darle un sorbo a mi vino.

-Aún no me lo puedo creer que seas vicepresidenta de una empresa de modas, no me lo tomes a mal, pero, tu sentido de la moda era pésimo ¿Recuerdas? -todos reímos por el comentario de mi amiga.

-Así tuviera poco sentido de la moda se veía hermosa con todo. -esta vez habló Matthew, ganándose una mirada fulminante de parte de mi hermano. Y yo solo me sonroje.

-Tú que vas a saber si no la viste vestida con esa ropa tan horrible. A veces me daba pena ser tu amiga. -reímos de nuevo.

-Vaya. Con esta amiga para que enemigos. Y esto se logra estudiando. Muchos dirán que no sirve de nada estudiar pero no saben lo equivocados que están. -Sophie fingió un bostezo.

-Sigues siendo la misma, con sentido de la moda pero la misma Julieth aburrida de siempre. -abrí mi boca fingiendo sorpresa

-Oye. ¿Eres mi amiga o qué? -ella rió.

-Mentira Juli, sabes que te amo. -me tiró un beso en el aire y yo rodee los ojos mientras tomaba otro sorbo de mi vino.

Toda la noche hablamos de cosas triviales hasta que cada quién decidió irse a su casa.

.

Primer día de trabajo en Jolie Collection.

Hoy tenía que buscar el resto del personal para comenzar con normalidad las labores de la empresa.

Mi secretaria me trajo varias hojas de vida y afuera esperaban personas para la respectiva entrevista.

-Bien Sr. Jhonson. Nosotros lo llamaremos. Adiós. -ni sueñe que te llamaremos con esa cara de pedófilo.

-Hasta luego. Linda. -me estremecí ante esas asquerosas palabras.

Salió de mi despacho. Y en cuanto se cerro la puerta tiré su hoja de vida al bote de basura al igual que los otros.

Suspiré frustrada.

De treinta aspirantes a administrador, y ninguno es digno de tal puesto.

Hundo el número cero del teléfono para comunicarme con mi secretaria.

-Abby, por favor tráeme otro café.-

-Si señora Salvatore.

-Ya te dije que me llames por mi nombre.

-Lo siento aún no me acostumbro. Enseguida le llevo su café. -Colgué el teléfono y sobé mis sienes.

No pensé que sería tan complicado encontrar un administrador.

Abby llega con mi café.

-Aquí tiene su café señ... digo. Julieth. ¿Algo más?

-Gracias Abby, si por favor que pase el siguiente.

-De acuerdo Julieth. -le sonrío. Es una chica tímida pero es buena en su trabajo.

Tomo de mi café y giró mi silla hacia el gran ventanal que hay a mis espaldas. Esta sera la única forma que me relaje; mirando el paisaje mientras tomo café. Perfecto.

La puerta de mi oficina se abre y se cierra a los segundos, dando a entender que alguien a entrado.

-Bu-Buen día señora Salvatore, vengo por el trabajo de administrador. -giro mi silla al escuchar esa familiar voz, que hacía muchos años que no escuchaba y sinceramente no pensé volver a escuchar. 

-No me digas señora, dime solo Julieth. -su cara pierde el color quedando completamente pálido con solo verme. -¿Su nombre? -pregunto, pero al parecer él no me ha escuchado, levanto una ceja esperando que reaccione de su estado de shock. 

Por poco pierdo la seriedad del asunto cuando tragó en seco antes de responder.

-A..Aus. -aclaró su garganta.-Austin Evans.