Ya las maletas están en los carruajes y aunque es casi medio día, Armando no ha regresado con la señorita que nos acompañará en el viaje. Tengo curiosidad por saber quién es ella y alegría al saber que es prima de la señora María, pues si tiene la mitad de su personalidad, será un encanto tenerla con nosotras. Pasaré a vivir en la casa grande por un tiempo, al menos mientras termino de encontrar el valor para afrontar esta situación y divulgar públicamente que estamos en una relación.
Debo entender como será mi nueva rutina en la casa grande y de acuerdo a eso, podré organizar mis tiempos para la preparación de los nuevos productos. No me gustaría dejar a mis clientas esperando, me agrada saber no solo que tengo una fuente de ingreso propia, sino que les estoy ayudando a otras mujeres.
