Narra Pavel —Necesito una niñera —le digo por teléfono a Shantal Magnuson. Ella es a quien suelo contactar para buscar una niñera. —¿No tiene niñera, señor Madison? No me gusta que ella haga preguntas, pero tiene razón. –Sí, pero necesita la noche libre— miento entre dientes. Si la agencia descubre que ya no es mi niñera, sino mi prometida, no sé qué ocurriría. —Tenemos a la señora Zin que está disponible en tan poco tiempo. Es una mujer mayor, pero siente un profundo amor por los niños. ¿A qué hora la necesitas en tu casa?— pregunta Shantal. Mirando el reloj digo: —Un poco antes de las siete. —Muy bien, la señora Zin estará allí a las seis cuarenta y cinco. Terminamos el resto de los preparativos mientras salgo por la puerta y voy de compras durante mi hora de almuerzo. Solo neces