—¿Cómo sigue? —escuché una voz conocida cuestionar a mi compañera de piso.
—Creo que estará mejor pronto —respondió Lucy—, el descanso será bueno para ella.
—¿Crees que necesite más de un día libre? —preguntó Gabriel—, Mary ahora no es tan pequeña, creo que soportaría estar sin ella más tiempo.
—La que no soportaría estar lejos por más tiempo es Marina, pero creo que sí le hace falta despegarse, ella debería, al menos, respetar su día libre. Son más los domingos que pasa con ustedes que conmigo.
La alegata de mi amiga me permitió respirar, haber escuchado que yo era cada vez menos necesaria para Mary, y saber que en esa casa que yo adoraba era solo ella quien me necesitaba, me había dejado sin aire.
—Dile que espero que se mejore pronto, que no la necesite tanto no significa que y
