El día parecía normal, común y corriente, pero no lo era.
El cielo tan azul daba cierta sensación de paz y eso lo notó Loren al llegar a la empresa. Había dormido horrendamente mal y se había levantado de muy mal humor. No solo Esteve la había rechazado, sino que también no le dirigía la palabra.
«
— Puedes dormir en esta habitación, yo me iré a otra.— expresó, después de ver a Loren desnuda, metida en su cama. Se había quedado sin reaccionar, debido a que era su amiga, jamás pensó que ella tuviera otras intenciones con el, pues el nunca la vio de otra manera ni había notado nada de ella, se acababa de enterar de que su amiga intentaba seducirlo. Abrió la puerta y Loren saltó de la cama, directo a Esteve.
— No, no, no. No salgas de la habitación. — se colocó en medio de él, sus pech
