Sentada en una silla, frente a un oficial, secó sus lágrimas y alejó aquella opresión en su pecho, concentrándose en lo que le decía al hombre frente a ella. — Pero tenia dos sobres en su poder, fueron hallados en su casillero. — Había sido llevada allí en el coche de la policía, mientras su amiga los seguía en un taxi. — Yo no los puse allí, no sabia que estaban. — ¿Dice que alguien mas lo hizo? — Digo que no fui yo, no tenia idea. Llegué, me cambié y empecé a trabajar. — Cuando llegó, ¿revisó su casillero?— Observaba su uniforme y los ojos de Rachel que se iban viendo más hinchados por las lagrimas. — ¿Por qué tendría que hacerlo? Solo me cambié, dejé la ropa allí e introduje mi bolso, solo eso. Lo que hago cada día, no hice nada diferente. — ¿Alguien mas tiene acceso a e