Narra Clara Nicole me frota la espalda mientras me siento y me hundo en la miseria, rodeada de nada. Paredes en blanco, estantes vacíos. Ese bastardo enfermo incluso se llevó todos mis viejos DVD. —¿Puedo admitir algo?—pregunta, pasando las uñas entre mis omóplatos. La chica siempre tiene la mejor manicura de la ciudad. —Claro, adelante. —Siempre lo odié—deja de frotarse y me mira con las piernas cruzadas. Nicole, alta y delgada, cabello rubio y cuerpo increíble. Hacemos ejercicio juntas, pero ella es una verdadera fanática del fitness. Estoy bastante segura de que no tiene ni una sola acumulación de exceso de grasa en ninguna parte de ella, excepto en los senos y el culo—.No me sorprende en absoluto que esto haya sucedido. —¿No te sorprende que haya huido para unirse al culto de vid