Paola y Samira la detuvieron.
—¡No vas a hacer nada!—le ordena Samira—con razón anoche luego de preguntar por el token y preguntarme si había ido a la gala, se estuvo disculpando, se puso blanco, me pedía perdón.
—Ahora no estoy entendiendo nada, mujer, ¿él estaba en tu casa?—pregunta Paola.
—Si, el domingo temprano, habíamos quedado de vernos a las 10 de la noche de ayer, porque él tenía un compromiso el domingo, nunca imaginé que era el mismo evento al que me habías invitado, entonces el domingo en la noche, surgió lo de mis abuelos... ayer no pude cumplir a tiempo, a nuestra cita, y estaba lloviendo mucho noche, solo quería irme a dormir, yo ignore todas sus llamadas desde las 9 de la noche, y cuando volvió a llamarme en la noche era porque estaba en mi puerta tocando el timbre.
—E
