Katherine:
Estaba hecha una furia. ¿La razón? Apolo por supuesto. ¿Quieren saber qué me dijo? “Te estuve observando. Me gustan las semidiosas como tú. ¿Por qué no consideras andar con un dios como yo?" ¡COMO SI QUISIESE!
¿Por qué diablos un dios se me estaba insinuando? ¡Además éramos primos! No es como si a ellos les importase la verdad, pero a mí sí. Además, no me agrada Apolo, su extravagancia no es lo mío. Me gustaba Lucas.
Regresé molesta a mi bungalow donde Niko estaba desaparecido y Hazel caminaba de un lado a otro.
—¿Qué sucede? — pregunté — ¿Pasó algo malo?
—Danielle… ella…
Pero Hazel no hablaba más, estaba entre asustada y confundida. Con las mismas, me dirigí rápidamente a un rincón de la cabaña y me interné en las sombras. Las sombras me hicieron camino hasta la división de Poseidón. Danielle no estaba ahí, solo un Peter cabizbajo.
—¿Dani? — pregunté angustiada pensando que algo malo podría haberle ocurrido.
—Con Thalia. Está empacando sus cosas.
—¿Qué?
Salí corriendo a la habitación de Danielle y la encontré efectivamente empacando junto con Thalia Thunder.
—Dani. ¿Qué es todo esto? ¿Por qué estás empacando? ¿A dónde piensas ir?
—Kath, justo a tiempo. — me dijo sonriendo — Quería hablarlo contigo ayer pero no estabas…
—¿De qué o qué?
—Yo… Me uniré a la división de Artemisa.
Wow, simplemente wow. La división de Artemisa es un cambio radical en la vida de una semidiosa o un legado.
—Dani, ¿por qué harías eso? ¿No estás a gusto aquí en el Refugio?
—No es que no esté a gusto aquí. — ella me tomó de ambas manos y me sonrió ampliamente — Es solo que es emocionante estar al lado de Artemisa y su división. Viajar por el mundo cazando monstruos ¿No es una vida digna de nosotros?
—Iré contigo. — le dije sin pensarlo dos veces — Alistaré mis maletas, haré el juramento e iré contigo a cazar si quieres.
Ella simplemente se rió.
—No lo harás. ¿Sabes a lo que hay que renunciar también? Al amor. — ella seguía riéndose — Dime, Kath, ¿podrías renunciar a eso? ¿Podrías renunciar a Lucas?
Estaba muy sorprendida por la pregunta. ¿Era tan obvia al respecto? Pero pensándolo bien, no podría, yo quería ver a Lucas. Yo elegía querer a Lucas por sobre Artemisa y otros dioses.
Abracé a Dani sin siquiera responder. Cuando todo esto acabase ella se iría con Artemisa y ya no estaría a mi lado.
*
Volví a mi cabaña y le expliqué detalladamente la situación a Hazel quien lo entendió y apoyó la decisión de Dani. No es que no la apoye, es solo que me cuesta trabajo asimilar que se iría y estaríamos separadas por mucho tiempo.
Lo mejor que se me ocurrió para despejar mi mente fue ir a practicar esgrima y combate con Claire, la semidiosa de Ares, quien aceptó gustosamente ya que estaba ansiosa por probarme.
Claire tomó una lanza y un escudo y se lanzó hacia mí. Activé mi espada, lancé una estocada y le di en el escudo. Ella blandió su lanza he intentó atravesarme sin éxito. Ataqué con mi espada otra vez y le hice un corte en el brazo, no tan grande ni profundo, no quería matarla.
Ella soltó su escudo, tomó la lanza y corrió hacia mí. Agarré mi espada y cuando ella estuvo lo suficientemente cerca, corté su lanza por la mitad aplicando mucha fuerza. Claire se enfureció y se dispuso a atacar con lo que tenía, sus puños. Siguió corriendo hacia mí, pero cuando ella lanzó el primer golpe, lo esquivé y tomé ambos puños.
Mientras más fuerza añadía ella, con más fuerza estrujaba sus puños. Fue entonces que la lancé al suelo. Claire quedó tendida sin decir nada. Aproveché, saqué mi espada y le apunté entre los ojos.
—Yo gano.
Entonces sentí que alguien aplaudía por detrás. Era Lucas que estaba observándonos.
—Vamos. Debo guardar energías. — le dije a Claire ayudándola a levantarse.
Guardé mi espada y caminé hacia Lucas.
—Sabes, es increíble como no mataste a Claire. — me dijo — Si yo fuera tú, la hubiera hecho picadillo.
—No se trata de eso. Se trata de darle una lección, no matarla.
—Yo solo decía.
Pasé el resto del día con él paseando por todo el Refugio y el lago. Me gustaba pasar tiempo con él. Él es distinto a los demás chicos que he conocido. La mayoría se la pasa conquistando chicas y haciendo deportes para lograrlo. Pero Lucas no, él en vez de estar haciendo deportes o algo así, se la pasa haciendo bromas. Él es el único que me hace olvidar toda preocupación y me hace reír. A veces pienso, ¿Qué sería de mí si no estuviese a mi lado? Y se me viene a la mente: Tal vez sería como Niko, un antisocial que pasa la mayoría del tiempo con los muertos. Simplemente estoy feliz de que Lucas haya aparecido en mi vida, justo para ayudarme a afrontar mis problemas en esta vida caótica de semidiós.
Oscureció y nos reunimos con los demás para la cena y la fogata. Todos estaban reunidos y cenando en paz; sin embargo, por muy tranquilo que pareciese, Dionisio estaba muy callado, lo que era inusual. Eso quería decir que algo no andaba bien.
Luego de la cena, Dionisio y Hermes reunió a mis primos, mis hermanos y a mí.
—Esto no pinta bien. — murmuró Danielle preocupada.
—Seguro tienen una idea de por qué están reunidos hoy. — dijo Hermes sereno — A llegado el momento.
—Ceo está en movimiento. — dijo Dionisio rechinando los dientes — Viene en dirección al Refugio. Seguro planea acabar con nosotros primero antes de ir a liberar nuevamente a los titanes.
—Saldrán por la mañana. — intervino Hermes — Lo interceptarán por el Bosque estatal de Wyantenock en el Norte. Debemos reducir el número de personas que puedan verse afectadas.
—Hasta entonces será mejor que se preparen. Carguen armas y todo eso. Será mejor que le empiecen a rezar a Tique a ver si la fortuna está de su lado.
Cuando dimos por terminada la reunión, empecé a temblar. Me sentía muy capaz de realizar esta tarea pero el miedo persistía. Después de todo me había visto morir en mi última pesadilla y era muy posible que sucediese. Si llegaba a morir…
Hermes nos había indicado que lo mejor era avanzar con el dirigible de Lucas hasta el lugar donde se llevaría la batalla. Por ende, Lucas sería otra vez nuestro transporte y estaría expuesto. Por supuesto que estaba preocupada por él.
Esa noche no pude dormir ni un poco. La ansiedad me estaba matando. Llegó el amanecer y tuve que levantarme de mi litera. Una armadura de acero estigio había aparecido en mi habitación por la mañana. Era un obvio regalo de mi padre. Tomé la armadura, me la coloqué encima, me coloqué el anillo que era a la vez mi espada y un escudo de bronce celestial que había tomado prestado de la armería de la división de Ares el día anterior.
Niko y Hazel también vestían armaduras. Niko una negra como la mía y Hazel una dorada que había traído desde Nuovo Inizio. Niko abrió un portal de sombras y nos dirigimos directo al dirigible de Lucas. Todos ya estaban ahí. Todos llevaban armaduras color plateado idénticas, cortesía de Ruby y Nuovo Inizio.
Una vez más con ayuda de Thalia y Jason, el dirigible despegó. Los hermanos Thunder vertieron su poder en el motor y este surcó los cielos rápidamente. Tener dos semidioses hijos de Zeus era una bendición para estos casos.
Luego de un silencio incómodo de una hora, ya estábamos cerca del lugar indicado por los dioses. Podíamos escuchar el terrible gritó que pegaba el gigante, sus pisadas y el sonido de los árboles siendo aplastados. Era hora de desabordar el dirigible e ir a la batalla.
Thalia y Jason se colocaron sus cascos plateados. Jason lanzó una moneda de oro al cielo y luego esta se convirtió en una lanza dorada de oro imperial. Los dos salieron volando por la ventana. Peter y Danielle fueron más prácticos y simplemente saltaron desde la gran altura en la que estábamos hasta el lago cercano. Por supuesto no les pasó nada ya que el agua los envolvió cuidadosamente antes de que cayeran amortiguando su caída. Niko abrió otro portal de sombras y lo atravesó junto con Hazel.
—Hey. — llamé a Lucas que estaba ocupado con el timón y me miraba muy preocupado — Si llego a morir… hay algo que quiero que sepas. — le dije muy nerviosa.
—Me gustas, Kath. — dijo interrumpiéndome, yo estaba muy sorprendida — Lo que tengas que decir… solo dímelo una vez que regreses a salvo.
Aún no salía de la sorpresa, pero lo entendía. Había mayores problemas en este momento que atender. Sin decir nada más, me interné entre las sombras a aceptar mi destino.