XI

1846 Words
Katherine: ¿Cómo habíamos olvidado que era Navidad? Bueno, con todo lo que había pasado en solo dos días, con lo de la profecía, la inminente batalla con los gigantes, el viaje a Roma, lo deslumbrante de la ciudad de Nuovo Inizio… No había espacio en mi cabeza para festividades. Dani siempre ha sido alguien festiva y no se perdía ninguna oportunidad para celebrar. Por eso estaba en shock al haberse olvidado algo tan importante. Afortunadamente para ella, ya tenía su regalo para su hermano con anticipación. Yo no tenía nada preparado para Niko y tampoco para Dani o Lucas. Lo sé, siempre dejo las cosas para último momento y esta vez no había salido bien. Tuve que improvisar. Lucas: A veces pienso que estoy maldito. Todos los semidioses y legados de Hefesto son brutalmente fuertes, brazos anchos y músculos sobrando, pero yo soy la excepción: todo promedio. Incluso entre otros legados del Refugio yo seguía siendo promedio, nada especial. ¡Incluso Kath estaba mirando a Jason Thunder en Roma! ¡No tuve de otra que encerrarlo en la sala de máquinas! No creo que nadie lo notara. Éxito. Cuando regresamos a Nueva York quise llevar a Katherine a dar un paseo por la ciudad en el dirigible pero Hazel y Niko se la llevaron primero. Resignado, volví a mi bungalow donde Bree, una de mis hermanas, me recibió estrujándome entre sus anormalmente fuertes brazos. Estaba agotado por el viaje así que me di un baño y fui a descansar al lago. Tenía la esperanza de encontrar a Katherine una vez más ahí, pero no llegó. Debía estar pasando un buen tiempo con sus hermanos. No podía interferir por mucho que quisiese pasar tiempo con ella también. —¡Lucas! — era Charlotte que venía en mi dirección a perturbar mi placentero sueño — ¡No viniste a verme cuando regresaste! —Lo siento, Charlie, estaba muy cansado. — dije dándome la vuelta en el césped para no enfrentarla. —Hable con mi madre hoy. Demonios, eso significaba problemas. —Te estuvo vigilando en Roma. — dijo feliz — Dijo que estuviste muy pendiente de la hija de Hades. ¿No vas a contarme al respecto? Sentí que mi cara se comenzaba a tornar roja. Demonios ¿En serio Afrodita no tenía nada más que hacer que vigilar mis fallidos intentos? —Fue patético. — añadió Charlotte sentándose en el césped a mi lado — ¿Lo mejor que se te ocurrió fue atrapar una moneda que lanzó? Qué vergüenza, incluso la diosa sabía de eso. —Era eso o dejar que Kath lanzara las tres monedas a la fuente y terminara casándose con un romano. —¡Es solo un tonto mito! Pero debo admitir que al menos mostraste interés. Es algo. —Gracias —Sabes, no sé si de verdad estás interesado en Katherine o no, pero si lo estás sugiero que seas más empalagoso. No sé. Busca la forma de hacerte más cercano a ella. Debes aprovechar que hoy es navidad. Por supuesto yo tenía un regalo para Kath. La celebración de navidad la hacia la división de Dionisio ya que son el alma de la fiesta, pero ninguno de los dioses iba ya que tenían sus propios principios de no meterse en celebraciones ajenas a su campo como festividades religiosas como Navidad o Janucá. Llegada la noche todos fuimos al anfiteatro. Charlie estaba con su novio Jason conversando y abrazándose cariñosamente. Supongo que estaban recuperando el tiempo luego de haber estado separados por más de un año. Niko, Hazel y Kath salieron de la sombra de un árbol y se dirigieron hacia los semidioses de Poseidón y Anell al lado de Peter. Dejé a Bree y le dije que estaría tenía que discutir unos asuntos con ellos. Así fui y me senté descaradamente al lado de Katherine a lo que ella me sonrió. Diablos, se veía tan linda con hoy. Era eso ¿o yo me estaba volviendo más ante ella? Las llamas de la fogata se alzaban hasta el cielo y todos comenzaron a cantar villancicos. Solo Kath y Niko no se molestaban en cantar con los demás. —Ya falta solo un minuto para las doce. — dijo Danielle mirando su reloj de bolsillo — Abracen a sus seres queridos. Debes saber lo que pensando ¿verdad? Yo quería abrazar a Kath en ese momento pues había dejado a mis hermanos hace un momento, pero Niko envolvió a Kath con un brazo y con el otro a Hazel, y luego me fulminó con la mirada. Él sabía. —Bien… — murmuré cruzándome de brazos Entonces Kath hizo algo que me sorprendió, ella tomó mi mano y sonrió. —¡Feliz navidad! — gritaron todos Fue bueno que hubiese fuegos artificiales y mucho ruido, de lo contrario alguien podría haber oído los exagerados latidos de mi corazón. —¡Regalos! ¡Regalos! — chillaba Danielle levantándose de su asiento. Danielle le regaló a Peter una caja con cupcakes de buttercream azul que ella misma había horneado. Peter estaba emocionado pues era la primera navidad que pasaba con una hermana, había estado solo en su división por mucho tiempo. En retorno Peter le regaló a Danielle una espada de bronce como la suya, lo que la hizo muy feliz. Peter le regaló a su novia Anell Cox un hermoso bolígrafo Parker con detalles enchapados en oro y lo había personalizado para que la tinta sea inagotable. ¿Cómo lo sabía? Porque yo mismo hice las modificaciones. Jason le dio a Charlotte una daga de oro imperial traído desde Roma, a que Charlie le dio un sweater rojo de pareja para que hagan juego. Luego de las burlas correspondientes, Niko le dio a Kath un cachorro. No era un cachorro propiamente, era el esqueleto de un cachorro pero se movía como si tuviese vida moviendo la cola y sacudiéndose en el regazo de Katherine. A mí me pareció super macabro, pero a Katherine le pareció adorable ¿En serio no tenía sentido común esta chica? Katherine le dio a Niko una tarjeta de regalo de veinte dólares en su restaurante favorito y a Danielle le regaló un libro tapa dura sobre detectives. Ambos estaban más que satisfechos con sus regalos. Tomé valor y tomé la mano de Kath llamando su atención. Mi regalo para ellas era algo muy simple, pero lo había hecho yo mismo hace unos días y lo tenía listo desde antes del viaje a Roma. Le regalé un brazalete de plata con su nombre y la fecha en la que llegó al Refugio. Por supuesto no era solo un brazalete, sino que si presionabas un pequeño botón en este, se activaba el mecanismo y se transformaba en un escudo sólido de acero estigio. Fue toda una locura lograr la transformación de metales, pero no hay nada que nosotros los legados de Hefesto no podamos construir. Gracias a todos los dioses a Kath le gustó el brazalete. Acto seguido ella me abrazó fuertemente y me dio un beso en la mejilla. Yo entré en shock. —Charlotte dijo que eres una persona muy simple. Dijo que esto bastaría como regalo. — dijo cuando se separó de mí sonrojada. Yo estaba hecho un caos por dentro. Mi corazón latía rápidamente y toda la sangre fluyó directo a mi cabeza, impidiéndome concentrarme. Cuando recuperé el sentido común pude ver a Charlie sonriendo maliciosamente mientras se acurrucaba en el brazo de Jason. No estaba seguro si debía agradecerle, matarla o matarme a mi mismo. Poco después era hora de ir a descansar. Todos los campistas fueron, me despedí de todos y fui camino a mi bungalow. No puede haberla pasado mejor. Navidad, sin monstruos, sin batallas, con mis hermanos, con Katherine... Dioses... Katherine.... ella definitivamente había despertado sentimientos en mí. ¿Qué voy a hacer? Juré por el Estigio que rescataría a Calipso de Ogygya, pero no he encontrado la manera. Ahora aparece Kath y.... no sé qué me pasa.... A eso se refería Afrodita, elegir entre una de ellas dos. Yo tenía que rescatar a Calipso para cumplir con el juramento, pero Katherine... ella era tan importante para mí como lo era Calipso. Con todos esos pensamientos en mi cabeza estuve por entrar a mi cabaña cuando divisé a lo lejos cerca al bosque una sombra entre los árboles que lanzaba al aire varias veces una esfera, como si estuviese jugando con ella. Intrigado, me acerqué. Conforme iba acortando la distancia noté que "la esfera" no era una esfera, sino un cráneo. Entonces vi forma de la sombra. Era Hades. Al verlo casi se me escapa un grito. Llevaba una túnica griega color n***o, con bordes de plata, no, no era plata, relucía como plata pero eran almas atrapadas en su vestimenta. Hades me miró con una expresión sombría que casi salgo corriendo despavorido, pero no podía dar ese ejemplo, y menos frente al padre de Katherine. —Señor... — murmuré — Que sorpresa, no se lo esperaba por-- —Ahórrate tus palabras Lucas Rodríguez. — me interrumpió — Sé las intenciones que tienes con mi hija. —Señor... yo no sé a qué se refiere. — no tenía escapatoria, me tenía atrapado y sin salida. —Sí que lo sabes... — el dios estaba calmado, pero aun así seguía irradiando temor. — Lo sé todo. Mis servidores me informan todo.... y también mi hijo. —Nicholas... — murmuré. —Sí. Me lo ha contado todo y sé que te has fijado en mi hija, Katherine, y te digo que-- —Disculpe usted, señor Hades — no sé de dónde saqué valor en ese momento pero no podía quedarme callado — No sé qué es lo que le ha contado Niko. Pero yo no tengo intenciones de hacerle daño a vuestra hija, sino todo lo contrario-- —¡Ajá! — bramó el dios. Tiró el cráneo y enseguida se volvió cenizas — ¡Sabía que te habías enamorado de ella! Me quedé callado. —Te advierto joven semidios, que si tú le haces daño o aunque sea la haces llorar... — sus ojos se inyectaron de un rojo sangre, estaba muy furioso — No habrá dios ni fuerza que pueda evitar que te mate y arroje en lo más profundo del tártaro para que te devoren los titanes. ¿Entendiste? Se me heló la sangre. —¡¿Entendiste?! — el dios se exasperó. —Si, señor. — reaccioné —En vista que ya cumplí con avisarte lo que te podría suceder... Me voy. — Sus ojos volvieron al color n***o y se empezó a desvanecer entre las sombras. — Recuerda lo que te he dicho y si le dices algo de esto a mi hija.... ya sabes a quien te enfrentas. Tomé toda la fuerza que me quedaba y salí corriendo de vuelta a mi bungalow con temor de encontrarme con otro dios.... o algo peor, aunque no creo que haya otra cosa peor que el mismísimo señor de la oscuridad se te presente y te dé una advertencia de muerte.
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