Katherine:
El sonido de una trompeta nos levantó a todos a las seis de la mañana. Peter se quejó y colocó su cabeza bajo su almohada para amortiguar el ruido, pero fue inútil.
Encontramos togas nuevas al pie de nuestras literas y unos cinturones dorados. Entramos cada uno a los baños de varones y mujeres respectivamente y nos vestimos con aquellas togas, realmente era muy suave y cómoda, pero Thalia se quejaba de que le quitaba movilidad.
Todos salimos del Templo de Neptuno y nos dirigimos con todos los demás al comedor, donde las todos estaban separados por templos y las mesas eran en realidad triclinios que son mesas bajas en forma de U donde los comensales se recuestan o sientan en cómodos cojines a su alrededor. ¡Incluso el comedor estaba a otro nivel! Que envidia tenía.
Me senté al lado de Lucas y este me ofreció un milkshake de fresa. ¿Cómo sabía que era mi favorito? Peter pidió una hamburguesa y los demás nos conformamos con un croissant y café.
Ruby que estaba en un triclinio con los centuriones, se levantó y todos prestaron atención a la jefa.
—Legión. — alzó la voz — El día de hoy tenemos invitados en Nuovo Inizio. Los semidioses griegos nos acompañan en este día, trátenlos como en su casa. Hospitalidad ante todo.
—Hospitalidad ante todo. — repitió todo el mundo levantando sus tazas o copas.
Luego de terminado el desayuno nos acercamos donde Ruby que estaba conversando con Hazel y Jace sobre que el techo de los establos estaba roto y debían mandar a los legados de Vulcano pues en Nuevo Inizio las cosas que se rompen no solo deben ser reparadas sino mejoradas.
—¿Cuál es el asunto de suma importancia que requiere de la presencia de cinco semidioses en este lugar? — por fin nos dijo
—Es una batalla. Contra los gigantes. — dijo Peter representándonos — El día hace dos días en el Refugio nuestro oráculo dio una profecía en presencia de Apolo mismo.
—Las profecías pueden ser dadas siglos antes de que ocurran tal y como los libros sibilinos.
—Es diferente. — intervino Thalia interrumpiendo a Ruby — Esta profecía ya estuvo escrita hace dos mil años y ha vuelto a aparecer. Además nosotros tuvimos el mismo sueño acerca del gigante Ceo liberándose y reuniendo un ejército.
Ruby se calló por unos segundos y luego suspiró pesadamente.
—¿Qué es lo que dice la profecía?
Danielle comentó la profecía mientras Ruby comenzaba a caminar de un lado a otro analizándola verso por verso.
—Creo que debería traer a Jason aquí. — dijo Hazel intentando irse.
—No. Ve tú Jace. Te necesito aquí, después de todo la profecía también te incluye, Hazel.
Hazel se quitó el brazalete de su armadura revelando un tatuaje de tinta negra muy similar al mío y al de Nicholas que recorría su brazo. Hazel era una semidiosa hija de Plutón. Hazel estaba emocionada pues de alguna manera tenía dos hermanos, griegos, pero seguíamos siendo hermanos.
Jace Wilson volvió y traía consigo a Jason Thunder, el hermano menor de Thalia. Jason era muy diferente a Thalia físicamente, era rubio, alto y de semblante sensato, tenía una pequeña cicatriz en el pómulo derecho por debajo del ojo, pero aun así era muy guapo. Lo único que compartía con Thalia eran los ojos azules eléctricos, profundos y super intimidantes.
—Lia. — Jason llegó y lo primero que hizo fue abrazar a su hermana, quien a pesar de ser mayor que él, era más pequeña por el antienvejecimiento de la división de Artemisa — Te extrañé. Pensé que no volverías por aquí después de pelearte con nuestro padre.
—Pensé en volver pero siempre estoy ocupada con mi señora. — dijo Thalia correspondiendo el abrazo de su hermano, quién diría que Thalia Thunder tenía un lado blando — Es una pena que tenga que verte en esta situación.
—Estoy al tanto. — dijo separándose de ella — Soy Jason Thunder, un placer conocerlos. — nos dijo a Dani y a mí.
Si no fuera porque Lucas me empujó, probablemente me hubiese quedado embobada admirando al hijo de Júpiter.
—Un gusto, Katherine Castle, hija de Hades. — luego señalé a Danielle que sí estaba admirando a Jason sin problemas — Y esta es Danielle White, hija de Poseidón.
—¿Qué tanto miran a Jason? Solo porque es un poco más alto y rubio todas lo aclaman. — murmuró Lucas para que nadie lo escuche mientras se acercaba a Jason — ¿Qué onda hermano? — dijo chocando los puños con Jason a lo que él sonrió y revolvió el cabello de Lucas amistosamente.
Al parecer Lucas y Jason eran buenos amigos. De hecho él, Jason y Charlotte se conocían de hace un tiempo en las calles mientras huían de los monstruos. Luego de eso Jason inició una relación con Charlotte y terminó siendo llevado a la ciudad de Nuovo Inizio por órdenes de Júpiter. La relación a distancia entre Jason y Charlotte era digna de admirar.
—Aun cuando entiendo la situación y la profecía dice que Jason y Hazel deben intervenir, no veo la necesidad de mandarlos. Después de todo, todos aquí en Nuovo Inizio y la legión están bajo mi protección. — dijo Ruby fríamente.
—Lo sabemos. — dije alzando la voz para demandar atención — Sé que te preocupas por todos ellos, pero ambos son dos semidioses totalmente independientes y pueden ayudarnos mucho en esta batalla. Además, soy mitad romana — dije mostrando mi tatuaje, la parte posterior de mi antebrazo revelaba un tatuaje idéntico al de Nico, un tatuaje griego, pero el tatuaje que completaba en la parte anterior era el mismo que el Hazel, el tatuaje romano. — Hospitalidad ante todo ¿verdad?
Ruby parecía muy confundida, pero finalmente accedió. Después de todo no podía negarle un favor así a un semidios romano. Así, subieron a bordo Jason y Hazel al dirigible rumbo a Nueva York nuevamente. Con la ayuda de Jason y Thalia, llegamos en la mitad de tiempo. Todo ese tiempo Jason estuvo encerrado en la sala de máquinas con Thalia, ambos generaban suficientes ráfagas de aire para hacer funcionar los motores eólicos. Yo creo que Lucas encerró a propósito a Jason en la sala de máquinas para que Danielle y yo no nos acercáramos, pero como no había pruebas, solo eran especulaciones mías.
Aterrizamos en un claro en el bosque cerca del Refugio. De vuelta a nuestro humilde campamento. Hermes estaba ahí y recibió encantado a Jason y Hazel quienes aun portaban la toga romana y la armadura respectivamente. Jason y Thalia salieron volando (literalmente) de ahí para irse a cazar monstruos en el bosque como hermanos y pasar tiempo de calidad juntos.
Hazel estaba muy emocionada y quería saber qué podríamos hacer nosotros tres juntos como semidioses de Hades. Me preguntó si podíamos ir al Inframundo de visita, a lo que le respondí que nunca había estado ahí.
—Será ocasión para ir a visitar a nuestro padre y su humilde morada. — dijo Niko abriendo un portal de sombras negras arremolinándose en un rincón de nuestro bungalow.
Al traspasar y dar un paso al frente, salimos directo al Inframundo. Es tal y como podrías esperar, oscuro, frío, con aroma a viejo, pero eso debía a la cantidad de huesos que podías encontrar en las afueras del Palacio de Hades.
El Palacio era de mármol n***o con columnas de oro puro talladas con hazañas de Hades como la derrota de Cronos y el encarcelamiento de os titanes la primera vez. Un enorme perro de tres cabezas custodiaba la entrada, era Cerbero. Cerbero era como un dóberman de tres cabezas gigante, tenía el aspecto atemorizante pero si eras amable con él, era muy tranquilo y juguetón. Hazel se le acercó y le acarició una de las cabezas lo que hizo que las otras dos también pidiesen una caricia de su parte. Niko lanzó un fémur que encontró en el piso y Cerbero salió corriendo detrás, dejándonos pasar al interior del Palacio.
En el interior nos topamos con una larguísima cola de fantasmas que esperaban pacientemente una audiencia con el rey. Caminamos siguiendo la cola y al final de esta estaba nuestro padre leyendo un pergamino y dictando una sentencia a favor de un fantasma y su próxima ubicación en los campos elíseos.
Cuando llegamos, Hades nos vi e inmediatamente suspendió la sesión y los fantasmas se dispersaron.
—Pero miren quién está por aquí. Si son mis tres hijos. Bueno, dos de ellos y mi hija romana.
—Pasábamos de visita. — dijo Niko recostándose en una columna — Hazel quería conocer el lugar.
—Siéntete como en tu casa, hija mía. — Hades le dedicó una sonrisa — Solo te pido que trates de pensar en mí como dios griego por el momento. Si piensas como romano, me dará jaqueca por las interferencias. — dijo sosteniendo su cabeza entre sus manos
—Por supuesto, padre. — dijo Hazel, sus ojos miel brillaban con la luz de las antorchas.
Así tomamos un tour privado con nuestro padre por los terrenos el inframundo. Los campos elíseos, donde los héroes y personas que hicieron el bien en su vida iban a descansar en paz sino buscaban renacer. Era literalmente un paraíso. Praderas verdes, árboles frutales, un sol artificial… era como un eterno día de campo. Por otro lado estaban los campos asfódelos donde la gente común sin logros y sin ambiciones iba a parar. Era como una calle de la ciudad cubierta de niebla espesa y los fantasmas que deambulaban por ahí parecían como si les hubiesen quitado toda energía. Por último dimos un vistazo a los campos de castigo, donde las personas de mal vivir, asesinos y demás recibían un castigo por toda la eternidad. Era un campo de batalla cubierto de sangre con todo el mundo concentrado y sufriendo diversos castigos. Una escena bastante aterradora.
Luego de eso dimos un paseo en el bote de Caronte por el río Estigio que cruzaba el Inframundo. Las almas que estaban atrapada en el río tentaban a todos a que saltáramos del barco y nos unamos a ellos. Afortunadamente la presencia de Hades los ponía a raya y no los dejaba acercarse.
Cuando finalizó el día nos despedimos de Hades y volvimos al comedor del Refugio pues era hora de cenar.
—¡Los estuve buscando! — dijo Dani mientras corría hacia nosotros, llegó muy agitada así que la sostuve de lo hombros y la sacudí ligeramente.
—¿Qué te sucede? ¿Estamos bajo ataque? No me digas que estamos bajo ataque.
—¡Peor aún! ¡Olvidamos que hoy es navidad!
Oh no. Eso significaba peligro.